Estados Unidos restaura miles de visados mientras Trump considera "ridícula" la suspensión del veto
- Defiende que un país pueda decidir quién entra y quién no en él
- "Si se permite la entrada a cierta gente habrá muerte y destrucción", afirma
- La Casa Blanca apelará la decisión del juez para restituir el veto
El Departamento de Estado de EE.UU. ha informado de que ha restaurado miles de visados cancelados a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana debido al veto migratorio impuesto por el presidente Donald Trump, ahora que éste ha quedado bloqueado por orden de un juez federal. El propio Trump ha considerado este bloqueo como una decisión "ridícula" y que acabará siendo "anulada".
"Hemos revertido la revocación provisional de los visados bajo la orden ejecutiva (de Trump). Las personas con visados que no han sido físicamente cancelados pueden viajar ahora, si su visado sigue siendo válido", ha dicho a Efe un funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
El Departamento de Estado aseguró este viernes que había revocado provisionalmente casi 60.000 visas de extranjeros provenientes de los siete países afectados por la entrada en vigor del veto migratorio.
No está claro a cuántos de ellos se les canceló físicamente el visado y no podrán, por tanto, recuperarlo para viajar a Estados Unidos, pero al resto sí se les permitirá embarcar en las aerolíneas que han comenzado a llevar pasajeros de Irak, Yemen, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Libia.
Trump critica la suspensión del veto
Horas antes, Trump ha tachado de "ridícula" la decisión del juez de suspender el veto y ha asegurado que acabará "anulada" ya que, de no aplicarlo, causará "grandes problemas" en el país.
En tres mensajes en la red social Twitter, Trump reaccionó a la decisión de un juez de suspender el viernes el veto que él mismo impuso el pasado 27 de enero, una decisión que obligó al Gobierno a comunicar a las aerolíneas que ya pueden aceptar de nuevo a todos los pasajeros.
"La opinión de este supuesto juez, que esencialmente arrebata a nuestro país la capacidad de aplicar la ley, es ridícula y será anulada", ha dicho Trump en uno de sus mensajes.
"Cuando un país ya no es capaz de decir quién puede y quién no puede entrar y salir, especialmente por razones de seguridad - ¡gran problema!", escribió en otro.
Trump también ha afirmado que "ciertos países de Oriente Medio", a los que no identificó, "están de acuerdo con el veto", porque "saben que si se permite la entrada a cierta gente habrá muerte y destrucción".
La Casa Blanca apelará
La Casa Blanca anunció que sus abogados presentarán "lo antes posible" una apelación al fallo con el objetivo de restituir el veto que, a su juicio, es "legal" y "apropiado".
"La orden (ejecutiva) tiene como objetivo proteger al país y el presidente tiene el deber constitucional y la responsabilidad de hacerlo", indicó la Casa Blanca en un comunicado.
También el Departamento de Justicia "planea presentar lo antes posible una petición de urgencia para que se suspenda la orden" del juez federal que paralizó el veto migratorio de Trump, según aseguró a Efe una portavoz del Gobierno estadounidense, Gillian Christensen.
"La orden ejecutiva del presidente es legal y apropiada. Esta orden está pensada para proteger al país y al pueblo estadounidense, y el presidente no tiene mayor deber y responsabilidad que hacer eso", indicó Christensen, que es portavoz en funciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
Ese Departamento, encargado del control de inmigración y aduanas, también ha suspendido "todas las acciones destinadas a implementar las secciones" del decreto de Trump "afectadas" por la decisión emitida este viernes por el juez federal James Robart.
Como consecuencia, se han suspendido "las reglas que clasificaban a los pasajeros" de ciertos países como prohibidos por la orden ejecutiva, y DHS "volverá a inspeccionar a los viajeros de acuerdo con la política y los procedimientos estándar" que estaban en vigor antes del decreto, apuntó Christensen.
Una victoria demócrata
El bloqueo supone la primera bofetada para el Gobierno de Trump y una victoria política para los demócratas, cuyos fiscales generales en los estados de Washington y Minesota habían interpuesto la demanda que provocó la suspensión.
Fue el juez federal James Robart, con tribunal en Seattle (estado de Washington), quien bloqueó con efecto inmediato en todo el país la polémica orden ejecutiva, que vetaba la entrada a Estados Unidos a los inmigrantes procedentes de Irak, Yemen, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Libia, además de a los refugiados sirios.
Esa suspensión es temporal y rige hasta que Robart tome una decisión definitiva sobre la legalidad de la orden presidencial o hasta que una instancia judicial superior a la que acuda el Gobierno, como el Tribunal de Apelaciones del Circuito Noveno o el Tribunal Supremo como último recurso, decida levantarla.
Robart, un juez nominado por el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009), apuntó en su fallo que las "circunstancias presentadas" ante él "son tales que requieren una intervención para cumplir con el orden constitucional".
Trump ya había emitido el viernes por la noche una primera reacción a la decisión del juez, al escribir en su cuenta de Twitter: "¡Tenemos que mantener al 'diablo' alejado de nuestro país!".