Fillon pide disculpas a los franceses por contratar a su familia pero no se retira de la carrera al Elíseo
- El candidato conservador reconoce que fue un "error" ético emplear a su mujer
- Sin embargo asegura que los contratos fueron "legales" y "transparentes"
- Defiende su candidatura al Elíseo: "No tengo nada que esconder"
El candidato conservador a la presidencia de Francia, François Fillon, ha pedido por primera vez disculpas por haber empleado a su esposa e hijos como asistentes parlamentarios. En una multitudinaria rueda de prensa ha reconocido que fue "un error" contratarlos porque los franceses "ya no aceptan" ese tipo de prácticas aunque sean "legales". Y ha defendido mantener su carrera al Elíseo porque, dice, "no tiene nada que esconder".
"El primer paso en política es reconocer los errores: colaborar con la familia en política era una práctica habitual en el pasado que en la actualidad rechazan los franceses (...) Fue un error, lo siento profundamente y presento mis excusas a los franceses", ha expresado ante los medios en la sede de su campaña en París.
Diez días después de que estallara el escándalo y la Fiscalía abriera una investigación por presunta malversación de fondos públicos, el candidato de la derecha ha defendido que su esposa, Penelope Fillon, trabajó como su asistente parlamentaria y estuvo remunerada "a la altura de su trabajo" por lo que se ha negado a devolver el dinero que ganó.
Fillon, de 62 años, ha insistido en que contrató a sus familiares porque tenían la competencia para el puesto y porque era un cargo de confianza. Asímismo, ha dicho, que se dio cuenta de que este tipo de prácticas suscitaban el rechazo de la población hace tres años y, desde entonces, dejó de emplear a sus familiares.
Casi un millón de euros en contratos públicos
Los investigadores registraron la pasada semana la Asamblea Nacional -un hecho insólito- en busca de pruebas que lo corroboren, ya que el semanario satírico Le Canard Enchaîné publicó que Penelope se embolsó 831.440 euros brutos durante 15 años hasta 2012 por un trabajo que nunca realizó: primero como asistente de Fillon y después del diputado que sucedió a su marido.
Fillon ha justificado que su esposa se ocupaba de asuntos en la circunscripción electoral de Sarthe, por donde era diputado, y, por ello, no acudía al Parlamento. "Cumplía acciones modestas, en la sombra, a solas, que parecen anodinas pero que son indispensables", ha indicado.
Paralelamente, hay sospechas de que la esposa del candidato haya desempeñado otro empleo ficticio, en este caso en el mensual La Revue des Deux Mondes, una de las publicaciones más antiguas de Francia, fundada en 1829, afín al centro-derecha. En ese contrato investigado, Penelope Fillon recibió 5.000 euros brutos al mes entre mayo de 2012 y diciembre de 2013.
Además, la investigación se ha ampliado a sus hijos Marie y Charles, también sospechosos de haber sido contratados de forma ficticia a partir de septiembre de 2005, cuando Fillon era senador. La Fiscalía pretende establecer si ambos, que todavía no se habían colegiado como abogados en la época, hicieron de verdad un trabajo por el que se embolsaron unos 3.800 euros brutos mensuales en el caso de Marie y unos 4.800 en el de Charles, hasta un total de 84.000 euros brutos.
Fillon se ha comprometido a publicar en internet el detalle de la remuneración de su esposa, Penelope, y de sus hijos Charles y Marie, que consdiera "justas y transparentes".
Fillon: "Nada me hará renunciar a la candidatura"
Pese a que el 'Penelopegate' sigue socavando sus apoyos tanto en la calle como en su propio partido el ex primer ministro se resiste a retirarse de la carrera electoral. Fillon ha vuelto a defender este lunes que no tiene "nada que esconder" y que es objeto de "una campaña difamatoria y calumniosa" para evitar que su programa de "ruptura" triunfe en las presidenciales.
Tras mostrarse convencido de que será absuelto por la justicia, ha rechazado que vaya a retirar su candidatura al Elíseo y se ha presentado como el único capaz de llevar a cabo su programa, al tiempo que ha augurado un "fracaso" de la derecha en caso de cambio en la cabeza de cartel.
"Una nueva campaña empieza esta tarde (...). Nada me hará renunciar a la candidatura", ha asegurado sobre su caída libre en los sondeos que, ha recordado, nunca predijeron su victoria en las primarias del centroderecha de diciembre pasado.
Pero lo cierto es que Fillon se ha desplomado en las encuestas y el favorito ahora para vencer a la ultraderechista Marine Le Pen es Emmanuel Macron. El mirlo blanco del liberalismo francés, que se presenta como el azote de los viejos partidos, le saca tres puntos de ventaja, según la encuesta publicada este lunes por Opinionway.
Este martes, Fillon mantendrá una reunión con su grupo parlamentario, la segunda en una semana, para tratar de convencer a Los Republicanos, ansiosos por volver al poder tras cinco años en la oposición, de que le sigan apoyando.