Raúl Arévalo: "Esta profesión depende mucho de la pasión y las ganas, pero si luchas al final lo consigues"

• El triunfador de los Goya confiesa a RTVE.es que aún trata de "encajar" el éxito
• Confía que esto sirva para que se apoye a películas de medio presupuesto
• Arévalo tiene ya una idea para su segunda película pero espera seguir trabajando de actor
• Los ganadores y todo sobre los Premios Goya en el especial de RTVE.es 

El éxito en los Goya devuelve a 'Tarde para la ira' a las salas de cine

Han pasado apenas 36 horas del triunfo de Tarde para la ira en los Premios Goya -cuatro premios: mejor película, mejor director novel, mejor guion original y mejor actor de reparto- y Raúl Arévalo apenas puede dar dos pasos seguidos por las calles de su barrio sin que alguien lo pare para felicitarle por su éxito:

-"Enhorabuena. Sigue así", le grita una mujer.

-"Gracias. Es que estoy haciendo una entrevista por teléfono..."- se justifica Arévalo por no pararse a agradecer la felicitación como es debido.

"Estoy agotado físicamente, pero de tanta emoción. Es como resaca emocional... si ayer no dormí 16 horas no dormí ninguna. Y todavía estoy un poco como encajándolo todo como buenamente puedo, pero muy contento", explica a RTVE.es el cineasta de 37 años que es el primero que en 31 años de historia de los Premios Goya ha conseguido igualar el récord de Fernando Fernán Gómez, único cineasta español que hasta ahora había conseguido los premios de mejor director, mejor actor y mejor guionista.

"¡Qué maravilla! ¡Qué bonito dato! ¡Sí señor, me encanta!", dice el mostoleño, que afirma que es "un honor" poder compararse en algo con Fernán Gómez (1921-2007). "Para mí es un referente, aunque no tuve la suerte de conocerle. Pero tengo tantos amigos que lo conocieron y tantas anécdotas que me cuenta de él y tantas anécdotas que yo cuento, transmito y cito aunque no lo haya conocido...".

En su debut como director, la película de Raúl Arévalo, 'Tarde para la ira', ha logrado cuatro premios Goya. Mejor guion original, mejor actor de reparto para Manolo Solo, mejor director novel para Raúl Arévalo y, por último, mejor película.

"El cine no tiene que ver con el dinero"

La ópera prima de Arévalo, que cuenta con la participación de RTVE, compartió la gloria de los Goya con Un monstruo viene a verme, de J.A. Bayona, que se llevó nueve estatuillas en la noche del sábado, incluida la de director y prácticamente todos los premios técnicos. Pero David -una película de apenas un millón de euros de presUpuesto- derrotó a Goliat -25 millones de euros de presupuesto- en el asalto final y se hizo con el premio a mejor película. ¿Cómo es eso posible?

"La peli de J es una de las mejores películas de este año; claro está y ahí están también los datos -fue la más taquillera en 2016-. Pero también me imagino, aparte de que los gustos subjetivos, que el cine tampoco tiene que ver con el dinero. Hay películas de 100 millones de dólares y a veces ocurre que gana el Oscar una película independiente. Ahora, que sea en España, que ocurra esto, y que se le dé cancha a una película de las características de la nuestra, ojalá sirva para que los productores y las televisiones, sigan apostando por un cine desde este tipo", reflexiona el protagonista de títulos como La Isla Mínima, Gordos, Los amantes pasajeros y Azuloscurocasinegro.

Arévalo, que corrió a besar a Bayona en la sala de prensa tras concluir la ceremonia, solo tiene buenas palabras para el resto de directores nominados para los Goya, todos ellos gente con la que ha trabajado, Alberto Rodríguez, Pedro Almodóvar y Rodrigo Sorogoyen (8 citas), y de los que ha ido aprendiendo el oficio. "Me he sentido muy cuidado, respaldado y querido por todos mis compañeros, aparte de ser amigo de ellos y que muchos han sido cómplices en el proceso de la película. Bayona era el que menos conocía, y ha sido un gran apoyo y un gran amigo durante este tiempo, que ha sido muy bonito compartir con él. Amo a J", confiesa.

El éxito en los Goya devuelve a 'Tarde para la ira' a las salas de cine

Un apoyo para sacar adelante estas películas

El triunfo en los Goya, tras arrasar en todos los premios cinematográficos españoles previos, como los Forqué y los Feroz, es el culmen de una carrera que empezó con el estreno de Tarde para la ira el pasado verano en la Mostra de Venecia, donde Ruth Díaz ganó el premio a mejor actriz de la sección Horizontes. "Ni en la mejor de mis fantasías podía imaginarme que ocurriera esto y que la película gustase tanto", asegura, que insiste en que todavía está intentando "asimilar" todo esto.

Pero la carrera de fondo había empezado ocho años antes, el tiempo en el que estuvo trabajando el guion con David Pulido y el que tardaron en conseguir poner en marcha este trhiller cañí que ya es historia del cine español. Y eso que Arévalo partía con la ventaja de tener un nombre como actor.

"Esta es una profesión que dependes mucho de la pasión, de las ganas que tengas de hacer y de luchar por lo que quieras contar, y al final, tarde o temprano, si luchas por ello, de una forma u otra, lo consigues. Pero sí es cierto que no es fácil levantar determinadas películas y es posible que a veces se queden muchos guiones con mucho talento por el camino. Por eso ojalá esto sirva para que haya más apoyo a determinadas películas, de una escala media de presupuesto que ahora son tan difíciles de producir y de sacar adelante", reclama el joven director.

Tarde para la ira ha aumentado ahora su presencia en los cines y se exhibe en 150 pantallas de España y su director "cruza los dedos" para que a la gente le apetezca ir a verla a las salas, gracias al efecto "mediático" que es lo "más maravilloso" que, a su juicio, tienen los Goya.

En cuanto a su futuro personal, el joven cineasta dice que tiene ganas de, primero, "descansar un poco", y luego "seguir trabajando como actor" y también de ponerse a escribir su segunda película: "Ya tengo una idea y ahora me tengo que poner a escribir con mi coguionista, pero sin ninguna prisa, tranquilos y poco a poco", afirma Arévalo, cuyo Goya de mejor director novel lo guarda ya su madre en su casa de Móstoles, a quien prometió que se lo regalaría.

Raúl Arévalo ha conseguido el Goya a mejor director novel en la edición 31 de los premios por Tarde para la Ira. Arévalo, que ya contaba con un cabezón por su papel en Gordos, ha querido compartir el galardón con los otros nominados, con su equipo y con su pueblo. Además, ha recordado a su padre por "hacerme y enseñarme a amar el cine" y a todos los directores con los que ha trabajado como actor "por enseñarle a hacer películas". También ha mencionado en su discurso a cinco mujeres importantes para él: su madre, su hermana, Alicia, Melina y Beatriz Bodegas.