Abás ve como una "agresión" la ley israelí de regulación de colonias

• El líder de la ANP considera que la medida es contraria al derecho internacional
• Hollande señala que la regularización abre una vía a la "anexión de territorios ocupados"

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, en la rueda de prensa posterior a su encuentro con François Hollande en París.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, ha calificado de "agresión" contra su pueblo y contraria al derecho internacional la polémica Ley de Regularización de colonias judías aprobada el lunes.

El líder palestino ha considerado este martes que la medida es un "flagrante desafío a los deseos de la comunidad internacional" y ha advertido que lucharán en las instituciones internacionales. "Vamos a trabajar con tribunales internacionales para preservar nuestra existencia y nuestras tierras. Es una agresión contra nuestro pueblo a la que nos opondremos y pediremos a la comunidad internacional que nos ayude para aplicar la resolución de la ONU antes de que sea demasiado tarde", ha destacado.

Abás ha insistido en la importancia de "cesar la colonización, poner fin a la ocupación israelí, establecer los dos Estados y formar un grupo de seguimiento (internacional) para ayudarles a alcanzar la paz". Y ha advertido contra el "peligro" de trasladar cualquier embajada a Jerusalén, tal y como ha prometido el presidente estadounidense, Donald Trump.

Tras reunirse en el Palacio del Elíseo con el presidente francés, François Hollande, Abás ha criticado que esa ley "autoriza el robo de tierras en beneficio de los colonos", a la vez que ha subrayado que el objetivo principal de su gobierno es la paz.

"Vía de anexión de territorios ocupados"

Por su parte, Hollande ha señalado que esta regularización abre una vía a la "anexión de territorios ocupados". El presidente francés también ha indicado que espera que el Gobierno de Netanyahu de marcha atrás y retire la ley aprobada este lunes en el Parlamento israelí (Kneset).

Tras el encuentro, que ha servido para repasar la conferencia de paz celebrada en París el pasado 15 de enero, Hollande ha reiterado que la solución de los dos Estados "es la única posible", pero que "la aceleración de la colonización ha complicado esa labor".

“Guterres: "La aprobación tendrá "consecuencias legales de alcance para Israel"“

El secretario general de la ONU,  António Guterres, también ha reaccionado a la aprobación de la medida, al señalar que la aprobación tendrá "consecuencias legales de alcance para Israel".

"Esta ley contraviene la legislación internacional y tendrá consecuencias legales de alcance para Israel", ha asegurado Guterres a través de su portavoz, Stéphane Dujarric. El jefe de Naciones Unidas ha defendido que es necesario que se evite "cualquier acción que pueda hacer descarrilar la solución de dos Estados" al conflicto palestino-israelí.

El Gobierno alemán ha criticado la ley ha "quebrantado de manera duradera" la confianza que tenía Alemania en el compromiso de Israel por una solución de dos Estados. "Solo una solución negociada de dos Estados puede traer una paz duradera y tiene que ser del interés de Israel. Es y seguirá siendo el pilar fundamental de nuestra política en Oriente Próximo", ha señalado el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en un comunicado.

Al filo de la pasada medianoche el Parlamento israelí aprobó por ajustada mayoría el proyecto de ley impulsado por el líder procolonizador Naftali Benet, principal socio del Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para "regular y permitir el continuo establecimiento y desarrollo" de asentamientos judíos en Cisjordania, una medida contraria a la propia legislación israelí, debido a que se establecieron en tierras que eran propiedad privada de palestinos, si bien para la comunidad internacional todos los asentamientos son ilegales por cuanto se establecieron en tierras ocupadas tras la Guerra de los seis días de 1967.

La medida permitirá la legalización retroactiva de unas 4.000 casas construidas en más de 50 asentamientos en tierras privadas palestinas en el territorio ocupado de Cisjordania mediante la nacionalización de los terrenos a cambio de una compensación económica.