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El Consejo de Seguridad Nuclear avala la reapertura de Garoña, pero la decisión dependerá del Gobierno

  • El CSN da el visto bueno si Nuclenor realiza más inversiones en seguridad
  • El Ejecutivo decidirá si autoriza que la nuclear funcione y por cuánto tiempo
  • Energía abrirá un debate con los agentes implicados para decidir en "seis meses"
  • En última instancia sería la propietaria la que tiene que decidir si reabre

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Imagen del exterior de la central nuclear de Garoña en una imagen de archivo
Imagen del exterior de la central nuclear de Garoña en una imagen de archivo.

El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado un dictamen favorable a la reapertura de la central nuclear de Garoña, en Burgos, siempre y cuando el operador de la planta Nuclenor -participado por Endesa e Iberdrola al 50%- cumpla con las medidas que se le exigen, la mayor parte de ellas de seguridad. El CSN ha tomado esta decisión, asegura, basándose en 167 informes técnicos elaborados en los dos últimos años.

La votación ha salido adelante con el voto a favor de cuatro de los cinco consejeros que integran el máximo órgano de la seguridad nuclear en España (tres propuestos por el PP y uno por el PSOE), mientras que la quinta representante en el pleno, Cristina Narbona (propuesta por el PSOE), ha votado en contra.

"El Consejo no autoriza ni desautoriza la reapertura, lo que hace es establecer las condiciones por si Garoña quiere operar", ha explicado en una rueda de prensa el presidente del CSN, Fernando Martí, quien ha destacado que corresponderá al Ministerio de Energía decidir si autoriza a Nuclenor a volver a conectar la planta a la red, ya que está parada desde diciembre de 2012, "y por cuanto tiempo".

El Gobierno decidirá hasta cuándo seguirá abierta

"El informe es preceptivo y vinculante en caso de ser negativo, pero no vinculante en caso de ser favorable", ha recordado a continuación el director técnico de Seguridad Nuclear del CSN, Antonio Munuera. De este modo, será finalmente el operador el que, de contar con el sí del Gobierno, deba decidir si ejecuta o no el permiso solicitado para operar la planta hasta 2031, cuando cumpla los 60 años.

Sobre este plazo, ha explicado la vicepresidenta del CSN, Rosario Velasco, el centro se limita a hacer una recomendación en base a un informe solicitado por el Ministerio, que "nos ha trasladado la petición de Nuclenor de llegar hasta 2031". Asimismo, ha recordado, Garoña seguirá sujeta a las Revisiones Periódicas de Seguridad que serán como mucho cada 10 años y "la próxima le toca en 2023".

"El presidente del Consejo tiene la capacidad de ordenar parar a una central nuclear en cualquier momento", ha recordado Martí, que ha matizado que el tiempo por el que podrá operar la central dependerá en última instancia del Gobierno.

Narbona: no se pone fecha a la renovación de una central

En cuanto al voto en contra de la consejera Cristina Narbona, ella misma ha explicado que su decisión se ha basado en dos argumentos. Por un lado, Narbona ha señalado que "es la primera vez desde 1999 que en un informe del Consejo no se pone una fecha, en contra de la práctica avalada por organismos internacionales de otorgar un periodo de 10 años".

Asimismo, la consejera ha expresado su malestar porque esta autorización llegue sin que Nuclenor haya completado las modificaciones a tiempo. "No se puede vincular esa justificación a la necesaria respuesta en un tiempo razonable", ha señalado Narbona. No obstante, en este punto la consejera ha sido desmentida tanto por el presidente como por el consejero Fernando Castelló.

"La decisión viene avalada por 117 centrales nucleares en el mundo a las que se le ha dado permiso para lo operación más allá de 40 años, 68 de ellas en EE.UU.", ha recordado el también consejero del CSN Javier Dies.

Una decena de condiciones para la reapertura

El CSN exige al titular de la planta una decena de modificaciones, ocho de las cuales, según ha explicado Munuera, son "requisitos de tipo genérico incluídos en las autorizaciones de todas las centrales nucleares". Las otras dos, ha señalado, se fijarán "en torno a dos momentos concretos". El organismo ha declinado cuantificar el coste de las mismas.

En primer lugar, el titular deberá completar las actuaciones necesarias para alcanzar "el nivel de seguridad nuclear y protección radiológica previsto antes de la primera carga de combustible nuclear en el reactor". Del mismo modo, antes de activar el reactor y que éste produzca energía, el operador tendrá que garantizar la seguridad de su operación de acuerdo con una quincena de condiciones técnicas complementarias.

Además, entre los requisitos genéricos se encuentran la identificación del titular y explotador, una potencia máxima autorizada, una serie de Documentos Oficiales de Explotación, informes anuales, salida de bultos radiactivos fuera del emplazamiento, presentación de la próxima Revisión Periódica de la Seguridad, requisitos para solicitar el cese de la explotación y programas de mejora.

Por su parte, Nuclenor ha calculado, según ha informado el CSN, que tardará en terminar estas modificaciones e implantarlas 12 meses, un plazo que, a estimación del Consejo, es demasiado corto.

Energía se da seis meses para decidir

El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital ha afirmado que estudiará "con tiempo" el informe del CSN y abrirá un diálogo con las comunidades autónomas, los ecologistas y las empresas acerca de esta cuestión "para llegar a un consenso", según han indicado a Europa Press en fuentes del departamento dirigido por Álvaro Nadal.

Estas conversaciones, han señalado las fuentes, pueden durar "unos seis meses" y las decisiones que adopte el Gobierno sobre Garoña no supondrán "ningún precedente para decisiones futuras sobre otras centrales".

Mientras, las principales organizaciones ecologistas y los partidos de la oposición han criticado este miércoles el aval del CSN y han lamentado que esta decisión abre la puerta a alargar el funcionamiento de todo el parque nuclear español.

La energía nuclear en España

Garoña es la planta nuclear sin clausurar (actualmente en situación de parada segura) más antigua de España. Opera desde 1970 con un reactor de agua en ebullición fabricado por la compañía estadounidense General Electric, similar al de la accidentada central de Fukushima, en Japón.

Situada en la mancomunidad de municipios de Valle de Tobalina, en la margen izquierda del río Ebro, en 2009 tenía una potencia eléctrica de 466 MW, lo que se traducía en unos 4.000 millones de kilovatios/hora que representaban el 2,5% de toda la producción eléctrica de España. Su funcionamiento se basaba en un sistema nuclear de producción de vapor formado por un reactor de agua ligera en ebullición.

Según datos del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digitalen España se encuentran en funcionamiento seis centrales nucleares, todas ellas en la península. Dos de ellas, Almaraz y Ascó, que renovaron su actividad en 2011 y 2014, disponen de dos reactores cada una, por lo que suman ocho reactores de agua ligera, con una potencia total instalada de 7.727 MWe. Además, la central de José Cabrera cesó su actividad en 2006, mierntras que  Vandellós I se encuentra en estado de latencia. 

La producción de energía eléctrica nuclear en España el años pasado fue de 55.546 GWh, un 1,4% más que en 2015, según los datos del informe de Red Eléctrica Españala El sistema eléctrico español. Avance 2016. La energía nuclear cubrió el 22% de la demanda total frente al 19,2% de la eólica o el 14,1% de la hidráulica.