Ecologistas y oposición afirman que el permiso para reabrir Garoña busca alargar la vida de todas las nucleares
- El CNS da el visto bueno para que la central nuclear de Garoña vuelva a funcionar
- Ecologistas en Acción reclama un debate sobre esta energía
- Greenpeace cree que la decisión es "política" y en beneficio de las eléctricas
- PSOE, Ciudadanos, Podemos, Equo y PNV se oponen a la medida del CSN
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Las principales organizaciones ecologistas y los partidos de la oposición han criticado este miércoles que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) avale la reapertura de la central de Garoña siempre y cuando el operador de la planta Nuclenor -participado por Endesa e Iberdrola- cumpla con las inversiones en seguridad que se le exigen.
Ecologistas y formaciones políticas censuran que se tome esta decisión sin que las compañías eléctricas hayan cometido ya ninguna de las medidas que el propio organismo ya le había impuesto como requisito previo para autorizar una prolongación de su vida útil y lamentan que esta decisión abre la puerta a alargar el funcionamiento de todo el parque nuclear español.
El portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha señalado que la decisión del CNS por "esperada no es menos grave" porque da luz verde a reabrir una central nuclear "en condiciones nefastas que supone un riesgo inaceptable para el medio ambiente y las personas".
"Hay que pensar que está en la cabecera del río Ebro y un escape radiactivo tendría unas consecuencias desastrosas", ha añadido en declaraciones a Europa Press Televisión.
Una puerta a que todas las centrales lleguen a los 60 años
Por otro lado, se trata de un permiso de 17 años, el más largo concedido a una central nuclear en España que supondrá una autorización para operar hasta los 60 años dentro del actual mercado eléctrico español, en el que "las nucleares son un negocio para sus explotadores".
Castejón ha matizado, que existen una batería de cambios a introducir en la central antes de su puesta en marcha, entre las que ha resaltado el cambio de cientos de kilómetros de cables o la torre de enfriamiento que la Confederación Hidrográfica del Ebro impone para la reapertura de Garoña.
"Hoy es un día "malo" para la sociedad española", ha lamentado Castejón. "Se ha abierto la puerta para alargar el funcionamiento de todo el parque nuclear español sin un debate previo ni político, ni social ni siquiera tan siquiera técnico ya que en el caso de Garoña, aún faltan inspecciones y protocolos".
Greenpeace cree que la decisión del CSN es "política"
Desde Greenpeace han denunciado que el CSN ha tomado una "decisión política" pensando "en las compañías eléctricas" y no en la seguridad de todos, puesto que está ignorando que "el informe técnico no cumple con todos los requisitos de seguridad" que necesitaría para una hipotética apertura.
El responsable de campañas de Greenpeace, José Luis García Ortega, ha asegurado que la decisión tomada por el CNS confiram que hay "una politización" de este organismo.
"Toda esta historia es una tapadera para utilizar Garoña como el ariete que permita alargar la vida de las centrales nucleares sabiendo que eso solamente beneficia a las compañías eléctricas mientras que perjudica al resto de la sociedad", ha declarado a Europa Press.
PSOE, Podemos, C's y PNV, en contra
Para la diputada del PSOE Ester Peña, se trata de una "auténtica infamia", ha advertido de que no se dan los requisitos de seguridad, y ha acusado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de "jugar con fuego", y a su juicio "no se puede jugar con la energía nuclear, con la seguridad y con el futuro de miles de familias de las comarcas afectadas".
"No entendemos que se dé una licencia para una central que nunca va a funcionar", ha señalado Ester Peña a los periodistas en el Congreso, y ha acusado al PP de hacer "un traje a medida de las eléctricas", ya que a su juicio "Garoña no importa, nunca se va a abrir, pero sí se abre una alternativa para aumentar la vida útil de las otras centrales", algo que según la portavoz socialista contraviene la legalidad y las normas europeas.
El secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, Rafael Mayoral, ha calificado de "absolutamente incomprensible" el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que a su juicio es "otra punta de lanza para darle otro impulso a una industria que no tiene sentido". Mayoral ha apostado por "cerrar la central definitivamente", en declaraciones a los medios a su salida del Congreso.
La diputada de Ciudadanos Melisa Rodríguez, ha coincidido en que el informe del CSN pretende sentar un precedente y ha pedido al Gobierno que no avale la reapertura de Garoña ni dé un "visto bueno" a ese informe.
Por su parte, la diputada del PNV Idoia Sagastizabal ha manifestado que están "preocupados" por la decisión del CSN y "ocupados" en activar iniciativas parlamentarias para evitar esa reapertura.
EQUO propondrá una ley que cierre definitivamente Garoña
López de Uralde, coportavoz de EQUO, ha avanzado que si el Gobierno continúa con la reapertura propondrá a los grupos una ley que cierre definitivamente Garoña.
A su juicio, es "inadmisible" que, pese a que Garoña no cumple las condiciones, se apruebe su reapertura; es una central "obsoleta y peligrosa", pero la industria nuclear la está utilizando de ariete para abrir la puerta al alargamiento de la vida de las nucleares.
El hecho de que la central no haya realizado las modificaciones de diseño requeridas es motivo suficiente para que el dictamen fuera negativo, pero una vez más el Consejo de Seguridad ha acomodado la legalidad a los intereses de las nucleares, ha concluido.
El PP vasco, por su parte, ha afirmado que el Gobierno central -al que corresponde adoptar una decisión definitiva sobre este asunto- actuará de forma "lógica" y de acuerdo a criterios de "seguridad y racionalidad".