Dimite el ministro de Justicia rumano tras las protestas por el decreto que despenalizaba la corrupción
- El Gobierno de Rumanía le hace responsable de la polémica norma
- Amnistiaba a los corruptos si causaban pérdidas al Estado por debajo de 44.000 euros
El ministro de Justicia de Rumanía, Florin Ioardache, ha dimitido este jueves tres días después de que el Gobierno socialdemócrata retirara un polémico decreto que despenalizaba ciertos casos de corrupción.
"He decidido adelantar mi dimisión de la función de ministro de Justicia", ha explicado en rueda de prensa en Bucarest el ministro, al que el Gobierno socialdemócrata hace responsable de la polémica norma aprobada el 31 de enero y que finalmente fue revocada el pasado domingo.
El decreto preveía despenalizar los casos de corrupción si causan pérdidas al Estado por debajo de 44.000 euros, lo que generó las mayores protestas ciudadanas desde la caída del régimen comunista en 1989.
"Desde que llegué al Departamento de Justicia, me propuse efectuar todos los trámites legales para remediar una serie de problemas existentes y bastantes sensibles" ha indicado Ioardache, quien ha defendido que todas sus iniciativas"han sido legales y constitucionales".
Iordache, de 56 años, ha lamentado que sus propuestas no hayan sido "suficiente para la opinión pública y por eso decidí presentar mi renuncia". El ahora exministro regresará a su escaño de diputado parlamentario, en el que cumple su quinto mandato.
Protestas para que el Gobierno dimita
El gobierno todavía no ha dado a conocer el nombre de su sucesor. El primer ministro señaló este miércoles que ya había tomado una decisión sobre la destitución de Ioardache y añadió que la idea de que un tecnócrata releve al ministro de Justicia es "muy buena".
Anoche unas 7.000 personas volvieron a manifestarse, por noveno día consecutivo, ante la sede del Gobierno para exigir su dimisión en bloque.
El decreto ya provocó la renuncia del ministro de Empresa y Comercio, Florin Jianu, quien no compartía el contenido de la norma y aseguró que la conciencia y la ética le obligaban a presentar su dimisión.Sin embargo, Iordache sí ha seguido defendiendo su punto de vista.
El miércoles, el primer ministro Sorin Grindeanu logró mantener su gobierno tras el fracaso de una moción de censura en el Parlamento.
El polémico decreto preveía despenalizar los casos de corrupción que causaran pérdidas al Estado por debajo de 44.000 euros, lo que generó las mayores protestas ciudadanas desde la caída del régimen comunista en 1989.