La primera reunión de Fomento con los estibadores para liberalizar el sector se cierra sin acuerdo
- Los negociadores se emplazan al martes para una nueva reunión
- El 2 de febrero se avanzó una proyecto que no convence a los trabajadores
- Estibadores y sindicatos temen una precarización de las condiciones de trabajo
- El Gobierno afirma que es una obligación comunitaria y la patronal, necesario
El ambiente en los puertos españoles, por donde se mueve el 20% del PIB de nuestro país, está enrarecido y este viernes el Ministerio de Fomento y estibadores no han llegado a un punto de encuentro para devolverle la calma.
Era el primer contacto entre el Gobierno y los trabajadores de la estiba, cuello de botella del transporte de mercancias en el mar, que emplea a casi 10.000 personas, aunque el núcleo lo forman 6.156 trabajadores, que se organizan en las sociedades de gestión de trabajadores portuarios (Sagep) representados en un único sindicato.
El principal escollo de la negociación lo constituye la eventual articulación de un registro de estibadores, la principal reivindicación del sector para avenirse al acuerdo y desactivar los paros, pero una "línea roja" de Fomento, que asegura que no lo permite la normativa europea.
Fomento avanzó el pasado 2 de febrero un plan de reforma del sector que no había negociado con nadie, que se aplicará progresimavente en tres años, y, según justificó, apremiado por una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de diciembre de 2014.
La sentencia que penalizó a España con 21 millones de euros por no abrir el sector de la estiba a la libre contratación puede incrementarse en marzo con una multa de 120.000 euros diarios por desestimiento.
El fallo del Tribunal de Jusiticia de la UE exige que las "empresas puedan contratar libremente a sus trabajadores" y que en el sector "pueda entrar a trabajar un desempleado con las mismas oportunidades laborales que otra personas que ya está dentro", según argumenta el Ministerio.
La patronal denuncia huelgas encubiertas
La patronal ve necesaria la reforma y ha denunciado que ya se están produciendo "huelgas encubiertas". Hablan de desperfectos en algunas mercancias en estos días lo que está provocando "un descenso del 70% en el rendimiento de los puertos, con el consiguiente perjuicio a empresas y a la economía". Pero llama también a la negociación con los trabajadores.
Los estibadores rechazan la acusación de que se esté llevando a cabo una huelga encubierta. Se muestran abiertos al diálogo pero han aceptado en primera instancia una reforma que entienden "como un ERE encubierto" y contrarreloj.
Los sindicatos y el PSOE, cuyo apoyo se precisa en el Parlamento, tampoco quieren una reforma sin abrir un proceso de negociación.
Fernández Toxo, secretario general de CC.OO., ha acusado al Gobierno de "dejar pudrir" el conflicto con los estibadores españoles "por razones de oportunidad política", con la intención de que se avance en la liberalización "absoluta" de la carga y descarga. UGT ve inasumible la propuesta de Fomento pero se muestra abierto a una negociación "contrarreloj".
Los trabajadores se pondrán en huelga el 20 de febrero
La auténtica voz de la masa profesional de la estiba, la Coordinadora de Trabajadores del Mar, presidida por Antolín Goya, ha avanzado al término del encuentro que no hay motivos para desactivar la convocatoria de huelga para los próximos 20, 22 y 24 de febrero..
La obtención de una garantía de mantenimiento del empleo para todo el colectivo de 6.150 estibadores y sus actuales condiciones laborales constituye la principal reivindicación de los sindicatos del sector.
Para ello, los estibadores reclaman articular un Registro de Estibadores, una iniciativa que, según Fomento, no permite la Comisión Europea, que es la que tiene que avalar la reforma.
El Gobierno pide ahora que se analice el texto
"El texto del Real Decreto Ley de la reforma del sector que ha presentado Fomento no contempla ese requerimiento de garantía del empleo", aseguró el representante de Coordinadora. "Y no es aceptable que un Real Decreto Ley plantee lo que consideramos un despido colectivo encubierto y además a cargo del Estado", advirtió.
No obstante, y a pesar de mantener los paros, los sindicatos siguen apostando por el diálogo, dado que otra de sus principales reivindicaciones pasa por que la reforma del sector sea fruto del consenso.
Así, han aceptado la propuesta realizada en la reunión por el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, de analizar el texto de la reforma durante el fin de semana y realizar aportaciones en una próxima reunión que se ha fijado para el próximo martes. El Gobierno ya avaznzó que la reforma se llevará al Consejo de Ministros del 17 de febrero, tres días después de esa segunda toma de contacto.