Al menos 14 muertos por un ataque suicida contra una manifestación en la ciudad paquistaní de Lahore

• La explosión ha ocurrido durante una protesta contra la Ley de Fármacos
• Siete de los muertos eran policías y unas 90 personas han resultado heridas
• Una facción talibán ha reivindicado el ataque y amenaza con más atentados

Los equipos de rescate atienden a las víctimas de la explosión en Lahore

Al menos 14 personas han muerto y decenas más han resultado heridas este lunes en un ataque suicida, según el último balance de víctimas de las autoridades.

El atentado ha sido cometido a media tarde, cerca de la sede de la Asamblea Legislativa de la provincia del Punjab, de la que es capital Lahore, cuando tenía lugar una protesta contra la reforma de la Ley de Fármacos. "Ha sido un atentado suicida. El atacante se hizo explotar cuando los policías y los manifestantes estaban negociando sobre la protesta", ha indicado a Reuters el inspector general de la policía del Punjab, Mushtaq Sukhera.

“Se ha sabido por las cámaras de seguridad que el atacante suicida iba a pie y que su objetivo era la policía“

"Se ha sabido por las cámaras de seguridad que el atacante suicida iba a pie y que su objetivo era la policía. Los guardias de seguridad y el inspector general adjunto de Tráfico trataron de pararle, pero se inmoló", ha explicado a EFE un portavoz del Departamento de Seguridad de la Policía de Lahore, Zulfiqar Ali.

Además del atacante, siete policías, entre ellos el alto mando de la Policía de Tráfico, y seis civiles han perecido en el atentado, que también ha dejado en torno a 90 heridos.

Reivindicación de una facción de los talibanes

El grupo talibán Jamaat-ul-Ahrar, escisión del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan, ha reivindicado el atentado en un comunicado, en el que amenazan con más ataques contra los "departamentos de infieles".

El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, ha asegurado en un comunicado que el ataque no debilitará la voluntad de su país en la lucha contra el terrorismo: "Hemos sostenido esta batalla contra los terroristas que están entre nosotros y continuaremos luchando hasta que liberemos a nuestra gente de este cáncer, y venguemos a quienes han dado sus vidas por nosotros", ha subrayado.

Un policía intenta trasladar a un herido en el atentado de Lahore. AFP

“No pararemos hasta que podamos llamarnos a nosotros mismos un pueblo libre y seguro“

La nota confirma que entre las víctimas mortales del atentado hay al menos dos altos mandos policiales, incluido el jefe de Operaciones de la Policía de Lahore. Sahrif califica el ataque de "acto cobarde" y promete que los paquistaníes "no pararemos hasta que podamos llamarnos a nosotros mismos un pueblo libre y seguro".

Según el portavoz del Departamento de Seguridad de Lahore, la Autoridad Nacional Antiterrorista había advertido la semana pasada de posibles ataques en la ciudad y había pedido elevar la seguridad en edificios gubernamentales, hospitales y colegios.

Una facción talibán reivindica el atentado

Pakistán lanzó en junio de 2014 una operación militar en las zonas tribales que ha conseguido una reducción significativa de las acciones insurgentes, en un operativo que ha causado la muerte de 3.500 supuestos terroristas, según datos del Ejército paquistaní.

A pesar de la mejora en la seguridad, continúan produciéndose ataques de envergadura, como la matanza de 72 abogados en un hospital de Quetta en agosto del año pasado y la muerte de 62 cadetes en una academia policial de esa misma ciudad en octubre.

A pesar de ser una de las zonas más seguras del país, Lahore ya fue escenario de uno de esos ataques en marzo de 2016, cuando 72 personas murieron y 359 resultaron heridas en un atentado suicida, también reivindicado por Jamaat-ul-Ahrar.

El ataque no solo cuestiona la seguridad de Lahore, sino que afecta al deporte nacional, el cricket: la ciudad tiene previsto albergar en marzo la final del torneo Twenty20, cuyas eliminatorias se están celebrando en Emiratos Árabes Unidos por cuestiones de seguridad.