Trump y Trudeau evidencian sus diferencias en inmigración pero enfatizan los lazos de EE.UU. y Canadá

• El líder canadiense evita dar "lecciones a otro país sobre cómo gobernar"
• Con todo, subraya que su país mantendrá su "apertura hacia la inmigración”
• Trump insiste en que sus medidas buscan "echar a los muy, muy malos"
• Ambos han recalcado la importancia del comercio entre los dos países

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau

Las enormes diferencias sobre política migratoria que existen entre el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han quedado patentes este lunes durante la visita del mandatario canadiense a la Casa Blanca, el primer encuentro entre ambos desde que Trump asumió el cargo, en el que, pese a todo, han tratado de enfatizar los lazos que unen a los dos países vecinos y, en especial, los intercambios comerciales.

“Lo último que esperan los canadienses de mi es que venga aquí y dé lecciones a otro país sobre cómo gobernar“

Trudeau, que antes del viaje había prometido ser "franco y respetuoso" ante el mandatario estadounidense, ha explicado en la rueda de prensa conjunta que ambos habían mantenido una "fructífera discusión" sobre la necesidad de trabajar juntos en materia de seguridad e inmigración, si bien ha señalado que "lo último que esperan los canadienses de mi es que venga aquí y dé lecciones a otro país sobre cómo gobernar".

Con todo, el primer ministro canadiense ha remarcado que su país "continuará con su política de apertura hacia la inmigración y los refugiados, sin comprometer la seguridad" y ha destacado que más de 40.000 refugiados de la guerra civil siria han sido acogidos en Canadá, uno de los países que más se ha significado contra el veto migratorio decretado por Trump.

Trump justifica su veto migratorio

El presidente estadounidense, por el contrario, ha subrayado que no va a "dejar que entren las personas equivocadas" en el país, justificando así la orden ejecutiva que suspendía de manera indefinida la acogida de refugiados sirios por miedo a que se infiltraran terroristas, pese a que no hay antecedentes de ello.

Un tribunal federal de apelaciones ha inhabilitado temporalmente ese decreto de Trump, que también suspendía durante 120 días la llegada de refugiados de otras partes del mundo y detenía durante 90 días la emisión de visados a siete países de mayoría musulmana con historial de terrorismo.

Trump, tras la paralización judicial de su veto migratorio: "Si pasa algo, culpad al juez"

Este lunes, Trump ha vuelto a defender esas medidas, indicando que se trata de una resolución "dura pero de sentido común", y ha asegurado que está siendo "alabado" por su postura. En este sentido, ha anunciado que su Administración pretende llevar a cabo una evaluación de la política de asilo, que va "a hacer a la gente muy feliz".

Redadas contra los indocumentados

Asimismo, el presidente ha defendido su orden de reforzar las agencias encargadas de hacer cumplir la leyes migratorias y el aumento de las redadas para detener a indocumentados en todo el país, ya que fue una de sus promesas de campaña para "capturar a los criminales, a los malos criminales, con historial de abusos y problemas y echarlos".

Trump ha comentado que el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, está haciendo un gran trabajo para mantener a "criminales, traficantes de drogas" y a los "realmente malos" fuera del país, en referencia a las redadas de inmigrantes irregulares. La Casa Blanca asegura que estas redadas se centran en personas con antecedentes penales, pero las organizaciones de defensa de los inmigrantes insisten en que también se están incrementando las deportaciones de personas con faltas leves o sin antecedentes.

El mandatario estadounidense ha reiterado que sus órdenes migratorias tienen como objetivo "echar a los muy, muy malos" o, en el caso de la suspensión del programa de acogida de refugiados, "no dejar que entren los malos".

Alabanzas a los vínculos comerciales

Pese a las diferencias sobre las políticas migratorias, tanto Trump como Trudeau se han esforzado por enfatizar los lazos entre sus respectivos países, sobre todo en el ámbito comercial, que les convierte en los dos países con más intercambios del mundo.

El primer ministro canadiense Justin Trudeau se reúne con Donald Trump en la Casa Blanca CARLOS BARRIA

Así, Trump ha recalcado que el comercio con Canadá es "espectacular" y que únicamente "vamos a retocarlo", en respuesta a una pregunta sobre su objetivo de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que también participa México.

"Es una situación mucho menos grave que lo que está pasando en la frontera meridional. En la frontera sur, el comercio no ha sido justo para Estados Unidos durante muchos años", ha argumentado Trump sobre su intención de renegociar el tratado comercial.

Trudeau defiende el tratado de libre comercio

En cualquier caso, Trudeau ha señalado que los cambios que se introduzcan deben "permitir la libre circulación de bienes y servicios" y ha recordado que el tratado comercial de América del Norte es un asunto crucial para muchos canadienses, puesto que "sus empleos dependen del comercio con Estados Unidos".

La visita de Trudeau es la tercera de un mandatario extranjero a la Casa Blanca desde la llegada de Trump, que hasta ahora había recibido a la primer ministra británica, Theresa May, y al primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Tras el encuentro en el Despacho Oval, los dos mandatarios han anunciado la creación de un comité bilateral que abordará los desafíos de las mujeres en el ámbito laboral y cómo aumentar su participación en la economía. También han asistido a una mesa redonda con mujeres empresarias para hablar de la situación de las mujeres "en la fuerza laboral", según ha detallado el propio Trump en un tuit.