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'Lo que de verdad importa': cine solidario para dar un respiro a los niños enfermos

  • La recaudación íntegra del segundo filme de Paco Arango tendrá un fin solidario
  • Apoyará los campamentos para niños enfermos fundados por Paul Newman
  • RTVE.es entrevista al director y productor de la película y a Clea Newman
  • "Mi padre era su crítico más duro", dice la hija de Paul Newman

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"Lo que de verdad importa", una película 100% benéfica

130 salas de toda la geografía española proyectarán desde este viernes 17 de febrero una película muy especial, Lo que de verdad importa, la primera película cien por cien benéfica: cada euro de la entrada de cine irá destinado íntegramente a financiar la red de campamentos para niños seriamente enfermos SeriousFun Children’s Network, fundada por el actor Paul Newman en 1988 y con la que colabora desde España la Fundación Aladina, creada y presidida por Paco Arango, director, guionista y productor de esta cinta solidaria.

Arango, cuyo primer largometraje, Maktub (2011), también sirvió para financiar la unidad de transplante de médula ósea del Hospital Niño Jesús de Madrid, está comprometido con las causas solidarias desde hace ya 17 años, cuando una visita como voluntario a los niños enfermos de cáncer de este centro hospitalario madrileño le "robó la vida" y la "cambió para siempre".

"He pactado conmigo mismo que cuando hago cine y me alejo de los hospitales voy a hacer cine para ayudar y recaudar dinero y divulgar el mensaje de la importancia de estos niños. Y lo he ligado a la causa de Paul Newman, al que yo conocí, porque mi Fundación Aladina ya manda al año a 120 niños a unos campamentos que son curativos para ellos, que es importante que lo sepa la gente, que no se trata de un premio. El objetivo es mandar a muchos más niños y dar a conocer los campamentos para que tengan más vida", explica el cineasta en una entrevista con RTVE.es junto a Clea Newman, hija menor del actor norteamericano y encargada desde su muerte de cáncer en 2008 de la supervisión su legado filantrópico.

Una película amable

Lo que de verdad importa, cuya premiére en Madrid se celebra este miércoles coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer Infantil, es una película amable y optimista con toques de comedia que busca que el espectador salga con una sonrisa de la sala. Cuenta la historia de Alec (Oliver Jackson-Cohen), un ingeniero mecánico inglés que es incapaz de poner en orden su vida y al que persiguen las deudas. Cuando su tienda de reparación de aparatos electrónicos, "El curandero", está a punto de quebrar, un familiar que nunca supo que existía, su tío Raymond (Jonathan Pryce), se ofrece a solucionar sus problemas a cambio de que se traslade un año a Nueva Escocia (Canadá), el lugar de origen de sus antepasados. Allí conocerá a Cecilia (Camilla Luddington) y descubrirá que tiene el don de curar, aunque no lo valorará hasta que conozca a Abigail (Kaitlyn Bernard).

Paco Arango financia una película, que se rodó en Nueva Escocia (Canadá) para aprovechar las importantes ayudas fiscales que ese Estado facilita al cine y deja claro que su productora "no va a recuperar un solo euro", pues todo el dinero irá destinada a apoyar esta causa solidaria que promueve SeriousFun Children's Network, de cuya junta directiva es miembro desde 2008.

"Es un honor que esta película esté además dedicada a la memoria de mi padre. Paco ha sido un maravilloso defensor de la causa de SeriousFun y hacer esta película y honrar a mi padre y que todos los beneficios vayan a nuestro campamento es extraordinario. Nos sentimos muy afortunados", asegura a RTVE.es Clea Newman (1965), la menor de los hijos del actor y Joanne Woodward.

Clea Newman supervisa el legado solidario de su padre, la Newman's Own Foundation, por expreso deseo del actor, que le hizo este encargo antes de morir el 26 de septiembre de 2008: "Mi padre era un hombre muy humilde. Cuando me pidió que supervisase su legado filantrópico era una responsabilidad muy grande y no pensé ni durante un segundo en que pudiese reemplazar a mi padre o sus capacidades, pero lo estoy haciendo lo mejor que puedo y creo que él estaría orgulloso de mí. Eso espero", dice con una sonrisa Clea, que ha heredado, además de sus intensos ojos azules, el espíritu solidario de su padre.

Lo más duro y lo más gratificante

Arango y Newman comparten causa porque ambos sintieron esa necesidad de devolver a los demás la suerte que habían tenido en la vida, de nacer en familias dichosas en lo material y en los espiritual.

"Como solía decir mi padre, si tienes la suerte de tener una buena vida, el ser un buen ciudadano es devolver a los otros. No tiene que ser necesariamente con niños gravemente enfermos puede ser con cualquier cosa que te apasione, ya sean los animales, el medioambiente... el caso es encontrar tu pasión y involucrarte porque este mundo necesita a mucha gente para hacerlo funcionar; y hay muchos 'yo' ahí fuera", cuenta la menor de los Newman.

"Yo era un buen tipo y había hecho cosas para ayudar a la gente, pero mi prioridad eran siempre mi profesión y metas profesionales [empezó su carrera artística como cantante grabando cinco discos en solitario]. Pero me abrumaba preguntarme por qué yo caí en una familia amorosa y económicamente saludable y otros no y dices 'yo tengo que devolver esta suerte'. Le pedí a alguien que me ayudase a encontrar una causa para devolver eso y fue esa persona la que escogió a los niños con cáncer, pero llegué al hospital y una actividad que era semanal se convirtió en diaria y me robó mi vida y me la cambió porque ahora ya me doy cuenta de lo que verdaderamente es importante: que la vida es un regalo y hay que vivirla como tal", dice Arango parafraseando el título de su película.

Arango y Newman también coinciden en qué es lo más duro y qué es lo más gratificante de trabajar con niños enfermos: "Lo más duro es cuando pierdes a un niño, pero lo más gratificante es que te enseñan a vivir el día a día y a centrarte en lo verdaderamente importante".

Ahora está en la mano de todos contribuir a ayudar a esos niños con el simple gesto de acudir al cine desde este viernes 17 de febrero. "Nunca ha sido tan fácil hacer el bien", concluye Paco Arango.

"Paul Newman era su crítico más duro"

Pese a ser hija de dos grandes estrellas de Hollywood, como Paul Newman y Joanne Woodward, Clea Newman asegura que su infancia fue "muy normal", aunque reconoce que tuvo la suerte de ser la pequeña de todos los hijos -es la menor de las tres hijas que ambos tuvieron y también de sus otros tres hermanos del primer matrimonio del actor con Jackie White- y de que entonces sus padres relajasen un poco su ritmo después de años de intenso trabajo. "Pasamos mucho tiempo en la costa este, en Conecticut y Nueva York y menos en Hollywood, así que crecí con amigos normales y haciendo cosas normales, por lo que fue bastante agradable. Lo único que fue un poco difícil fue la falta de privacidad, que es algo muy extraño pero a lo que te acostumbras", dice entre risas. Preguntada sobre cómo vivía su padre su profesión, Clea Newman recuerda entre risas que su padre solía bromear con que "si no hubiese sido tan guapo y no hubiese tenido esos maravillosos ojos azules, probablemente no habría tenido éxito como actor". "Realmente creía en el oficio, así que estudió, como mi madre, y ambos fueron muy prolíficos en su profesión. Él sentía que siempre aprendía cada vez más y más, pero de hecho tuvo la sensación de que realmente no sabía lo que estaba haciendo hasta probablemente los cincuenta y tantos años… Entonces hizo actuaciones como la de Veredicto final (1982) y allí es donde empezó a pensar pensó que empezaba a crecer como actor, no cuando era joven. Era su crítico más duro", concluye.