Levantan la orden de evacuación en la presa de California aunque se mantiene el riesgo de inundaciones
- Las autoridades advierten que continúa el riesgo de inundaciones
- El nivel de agua ha disminuido cuatro metros desde la orden de evacuación
- Las precipitaciones de esta semana podrían volver a elevar la alerta
Las autoridades han levantado la orden de evacuación por los graves problemas de la presa Oroville, en el norte de California, aunque han advertido a los residentes de la zona de que continúa el riesgo de inundación por los daños detectados en el desagüe auxiliar de ese embalse. Por medio de un comunicado oficial, la oficina del sheriff del condado de Butte ha reducido la alerta desde el nivel de "orden de evacuación" a "aviso de evacuación".
"Un aviso de evacuación significa que la amenaza inmediata ha terminado pero sigue habiendo una potencial emergencia y, por lo tanto, los residentes deben permanecer preparados para la posibilidad de una orden de evacuación", han explicado las autoridades, que también han alcarado que cualquier habitante desplazado puede ya regresar a su domicilio. Esta decisión se basa en el descenso del nivel de agua del embalse, en las inspecciones realizadas, las predicciones metereológicas y las reparaciones que se han llevado a cabo en el aliviadero.
Los daños en el desagüe auxiliar de la presa Oroville, emplazada a unos 250 kilómetros al noreste de San Francisco. El nivel de la presa Oroville se sitúa actualmente en los 271 metros, cuatro metros menos que el dato registrado a última hora del domingo y que obligó a la evacuación de cerca de 200.000 personas. Las autoridades están empleando helicópteros y camiones para depositar grandes rocas y gravilla que pueda sostener la zona erosionada en el aliviadero auxiliar.
Preocupan las precipitaciones
Las proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional apuntan a posibles lluvias en la zona a partir de la noche del miércoles al jueves, que se extenderían durante el resto de la semana. Estas precipitaciones son ahora la principal preocupación de los servicios de emergencia, que necesitan ganar espacio en el embalse cuanto antes para acoger esas lluvias sin riesgo de que el pantano se desborde.
Los problemas de Oroville se han visto agravados por el invierno muy húmedo que está sufriendo California, un estado que ha padecido una sequía en los últimos años pero que en las pasadas semanas ha registrado excepcionales precipitaciones tanto por su volumen como por su constancia.