Roberto Verino presenta 'El mejor verano de su vida'
- El gallego abre el calendario oficial de la 65ª edición de la Pasarela Cibeles
- El desfile se celebra en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol
- La colección se inspira en la estética de Bonjour, tristesse de Otto Preminger
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Verino ha vuelto; y por la puerta grande, la Puerta del Sol. El gallego abandonó la Pasarela Cibelesporque no le dejaban presentar la colección que un mes después llegaría a las tiendas.
Ahora le han pedido que regrese y le permiten que muestre su propuesta para la primavera de 2017, que está a la vuelta de la esquina. Y así lo ha hecho. Su desfile forma parte del calendario de la 65ª edición de esta pasarela pero lo ha celebrado en la Real Casa de Correos, bajo el famoso reloj en el que cada 31 de diciembre ‘entre gritos y pitos, los españolitos, hacemos por una vez, algo a la vez’.
“Prima el sentido común, el cliente es nuestro rey y hay que cubrir su demanda, no podemos mostrar ahora lo que venderemos dentro de seis meses, no es normal”, comenta.
Para seducir y fidelizar a sus clientas y clientes ha convertido su desfile en un espectáculo, “en el que se mezclan prendas reales con otras de fantasía, porque el secreto está en el equilibrio”, argumenta. Existe la experiencia de compra en la tienda, pero también es importante añadir un plus a la presentación.
Las teclas de un piano negro introdujeron la colección que está ambientada en los veraneantes de la Costa Azul y se inspira en la película Bonjour, tristesse, de Otto Preminger. Como si fueran Jean Seberg, Deborah Kerr y David Niven, las modelos y los modelos han hecho un fiel retrato de la estética lúdica y festiva que tanto relacionamos con ciudades como Cannes.
“He querido reflejar ‘el mejor verano de tu vida’, con prendas que nos hagan la vida más fácil”, dice. Su propuesta, elegante y sofisticada, es fácil de llevar y “las prendas de día, de tarde y de noche se complementan muy bien”, señala.
Vemos patrones asimétricos que se hacen con tejidos diurnos y también con otros más festivos. La sensualidad de las prendas se advierte en el patrón pero también en los tejidos, a veces de caricia sedosa.
Vestidos con estampados de flores silvestres conviven con camisas de rayas que se llevan sobre las atrevidas prendas de baño, siempre con una clara apuesta por la comodidad. Y cómodos son los trajes de los chicos, en lino, elegantes y clásicos.
Sobresalen las prendas en pieñ. Hay sudaderas en napa negra de estilo deportivo que se llevan con piratas de brillo metalizado, como un cielo cuajado de estrellas. También, escuetos tops que se conjuntan con pantalones largos que rozan el suelo.
Se aprecia cierta nostalgia ochentera, sobre todo en los diseños de noche. Vemos vestidos mini que mezclan, en un atrevido patchwork, retales de algodón blanco con otros en cobre y tules de seda transparentes.
Un revival a la década del exceso, la misma en la que empezó todo. Roberto Verino creó su empresa en 1982 y tres años después ya formaba parte de la pasarela Cibeles. Pocos quedan de aquellos años, aunque algunos de los que se fueron siguen muy presentes. “Yo digo que Jesús del Pozo sigue vivo y nunca lo vamos a olvidar jamás”, dice. “Si lo recordamos todos los días nunca se morirá”.
Es entonces cuando entramos en el eterno debate. ¿Las casas tienen que sobrevivir a sus fundadores? “Absolutamente, por supuesto que sí, es la única forma de que ellos sigan vivos. Dior y Chanel nunca han sido más célebres que ahora, su legado es importante y no olvidemos que la vida no es solo lo físico, hay otros valores”, sentencia. ¡A buen entendedor, pocas palabras!