Ángel Schlesser esta vez sí acude a ver el desfile de su firma
- El diseñador acude a ver una colección en la que no ha participado
- La firma se inspira en el art déco y revisa los códigos masculinos
- Mira todos los desfiles de Madrid Fashion Week
Hace seis meses Ángel Schlesser no acudió al desfile de Ángel Schlesser pero ahora sí. Hace seis meses habló la empresa y ahora lo hace él. Quiere dar su versión de todo lo acontecido en la firma que fundó hace más de tres décadas. A mediados de 2016 se anunció que Óscar Areces había comprado el 75% de la marca para iniciar juntos una nueva etapa y en septiembre se nos dijo en Ifema que "Angel Schlesser no había participado en la colección que se presentaba entonces.
“Me dijo que la idea era internacionalizar la firma y potenciar mi puesto como director creativo pero al día siguiente hicieron todo lo contrario. Yo no me esperaba esto en absoluto. Me siento engañado”, dice nada más llegar a Ifema.
El cántabro controla el 25% y tiene un contrato de obligado cumplimiento que termina en 2020. Ha presentado una demanda y ahora tiene que esperar a que haya juicio y conocer el veredicto. Solo quiere una cosa, respeto.
“Estoy triste por lo que están haciendo con la firma y el equipo, que es muy bueno. Tras unos meses callado ahora quiero dar mi versión, porque todo lo que se está contando es mentira, incluso lo que se decía en la nota de prensa que enviaron”, asegura pasando de la tristeza al malestar.
-¿Te arrepientes de haber firmado?
-Por supuesto, si llego a saber que estos eran sus planes no lo hubiera hecho.
No todo han sido penurias en estos meses. Schlesser dice que se ha sentido arropado por la profesión.
“Mucho, arropado y querido; incluso por la gente que podía meterse en un lío mostrando su apoyo públicamente”, dice con una leve sonrisa.
Su relación con Areces y el nuevo esquipo es nula. “Desde el verano solo me relaciono con ellos por burofax pero nunca tengo respuesta”. Ahora solo le queda esperar aunque proyectos no le faltan.
Minutos después su firma, ligada a la pasarela Cibeles desde febrero de 1990, mostraba la nueva colección y Ángel observaba discretamente desde la tercera fila. Puede que ahora la firma responda a las palabras del diseñador, intentando dar su punto de vista y su versión de los hechos.
La propuesta evoca, como la de Juan Vidal, la estética del art déco y juega, con en los años 20, con la mezcla de códigos masculinos para enfatizar la sensualidad de la mujer sin caer en evidencias.
La firma intenta limpiar las prendas y apuesta por el pantalón que, directamente, bautiza como Pantalón Schlesser. La carta de colores evita las estridencias y lleva tonos como el burdeos, azul tinta, gris acero, beige y los siempre recurrentes blancos y negros.
Vemos chaquetas en terciopelo tipo batín, punto handmade y abrigos hechos con piel de potro, napa espejo y paño con pelo. Comercial, fácil de vender pero… sin el sello del señor Schlesser. El hombre duplicado. Tristemente duplicado.