Ion Fiz y Francis Montesinos cierran los desfiles de la primera jornada
- Ion Fiz celebra que lleva quince años en la moda
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Ion Fiz ha celebrado que lleva quince años en la moda con un desfile marcado por los números, ya que ha utilizado quince tejidos, quince colores, quince texturas, quince siluetas, quince estampados, quince complementos, quince modelos de mujer…
Sus musas, quince, son chicas atrevidas, sofisticadas, excesivas, agresivas a veces y seductoras. Fiz hace el barroquismo una forma de lenguaje y no teme mezclar y arriesgar para lograr prendas de gran intensidad, con mucha floritura y ornamento.
La colección se titula Eccentrica y su filosofía parece ser Más es Más. Como en un circo de tres pistas custodiado por dos leopardos, su pasarela ha sido el escenario del maximalismo, una oda a la extravagancia, siempre con su sello particular, ese toque Fiz que todo lo hace llamativo.
El estampado salvaje se extiende por todo tipo de prendas, desde un mono hasta un abrigo. El esmoquin negro, un básico, y los sastres en príncipe de Gales aportan un toque masculino, lo mismo que las capas, una pieza que se versiona a lo largo de la colección.
Vemos abotonaduras militares de seis botones en chaquetas y abrigos que contrastan con prendas muy femeninas como los vestidos de cuerpo en punto brillante y falda de tul de seda transparente.
No es una colección fácil, ya que solo es apta para mujeres cañón, y además se aleja de la corriente minimalista que parecen querer aterrizar en las pasarelas.
A estas alturas ya nos queda claro que a Ion Fiz le apasiona lo barroco y mujeres como Paloma Lago o las hermanas Hurtado han aplaudido desde la concurrida primera fila. ¡Era una noche de fiesta!
Una fiesta para secarnos las lágrimas que ha provocado Francis Montesinos sacando a la pasarela a la hermana de Bimba Bosé, vestida de negro y llevando un ramo de flores. Era un homenaje a la modelo fallecida el 23 de enero. Uno de los muchos que estos días se hacen en Ifema.
Montesinos, gran amigo del clan Bosé, especialmente de Paola Dominguín y las Lucías, ha enmarcado en esta ocasión su colección en Asturias, lugar que él considera el Paraíso en el que vivieron Adán y Eva.
Las superposiciones, el punto hecho a mano, los generosos estampados y el uso de tonos vivos de verde y rojo provocan una explosión estética que traslada la exuberancia del Principado a una colección alegre y muy ligada a la naturaleza, tanto por la carta de colores como por la bandera de tejidos.
Montesinos es un superviviente, un grande de la moda que concibe las pasarelas como un espectáculo. Se estrenó en Cibeles en septiembre de 1988 y sigue trabajando cada día por mantenerse. Mantenerse a pie de pasarela; mantenerse fiel a sí mismo.