El homenaje a la mujer de Ulises Mérida
- Tótem es el título de la colección que habla de mujeres guerreras
- Las prendas en mohair dan fuerza a la colección
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Tótem es el nombre de la colección de Ulises Mérida. Un guiño a las divinidades poderosas, al matriarcado, a la mujer. “Es como elevar la mujer a una figura totémica, porque me imagino una mujer muy fuerte”, dice. Una mujer vestida con prendas generosas, tanto en las formas como en el color.
Sus pinceles se mojan en tonos otoñales, como los marrones, los verdes bosque, naranjas quemados y su amado morado. Con ellos tiñe todo tipo de prendas, entre las que destacan las que ha hecho en colaboración con los famosos talleres de Ezcaray.
“Son prendas de abrigo de patrón amplio, son envolventes y potencian esa imagen de mujer guerrera, que lleva además joyas hechas en Toledo por un maestro damasquinador”, revela orgulloso porque es uno de los embajadores de la cultura manchega.
La colección tiene muchas texturas, además del mohair de Ezcaray hay lentejuelas negras en mate que parecen escamas, neoprenos, malla de zapatilla de deporte, tejidos perforados. “Hay contrastes, como utilizar texturas deportivas, no nobles, para prendas de fiesta o enfrentar punto mate con tejidos laminados con brillo”.
Las siluetas que provocan los volúmenes son generosas y contrastan con los vestidos en satén de seda que caen con elegancia hacia el suelo. Destacan los chaquetones marrón castaña en PVC texturizado con puños y solapas en punto ‘palomita’.
El punto se adueña, en algunos momentos, del desfile. Lo vemos trabajado a mano en potentes vestidos de color amarillo pero también 100% puro o mezclado con lúrex.
No se olvida de la estrella de la casa, la camisa. Como la que se puso Ana Álvaréz en los Goya, “esa camisa y esa falda que llevó salen hoy a la pasarela”.(Ana Álvarez y Luisa Gavasa -que recogió el Goya por su papel en La novia con una camisa de Mérida- estaban en el desfile).
El patrón de la camisa es el de siempre pero cambia el tejido que es “una especie de malla o red, y lo hago en blanco y en negro”.
Además de la camisa, Mérida propone mucho pantalón, en patrón boyfriend o palazzo, y dice que no ha habido intención pero algunas prendas tienen un estilo ochentero. No es la única mirada al pasado. “Este cuerpo de mohair negro con tanto volumen es un homenaje al famoso vestido negro que hizo Balenciaga en 1967 y lleva más de cuatro metros de manta de Ezcaray mezclada con tul para que mantenga la forma”, revela.