El inesperado giro de Custo Barcelona
- Custodio Dalmau pretende iniciar una nueva etapa
- Su idea es seguir participando en la pasarela de Madrid
- Su colección no lleva ni un solo estampado
- Mira todos los desfiles de MBFWM
“Es un nuevo inicio”, dice tajante. Custodio Dalmau ha pisado la Pasarela Cibeles por primera vez. Era algo que llevaba años deseando hacer pero “por problemas de agenda era imposible, ya que la Semana de la Moda de Nueva York estaba muy pegada a La de Madrid”.
Pero querer es poder y en esta ocasión no ha tenido obstáculos. “Nos hemos traído la colección nosotros porque si la enviamos no llega a tiempo. Tan solo éramos seis personas cargados con unas maleta enormes. Pero era la única manera de poder tener la colección aquí”.
Para su debut en Madrid ha introducido cinco looks nuevos a la colección que presentó en Manhattan hace una semana.
La propuesta es rupturista; en varios sentidos. “No hay ni un solo estampado, ni uno”, declara.
Las prendas, de una riqueza visual arrebatadora, llevan un divertido juego de texturas.
“Hemos trabajado con mallas tecnológicas sobre satenes y jacquares de velour, todo con la ultimísima tecnología y luego todo va bordado, con aplicaciones colocadas a mano. De lo más tecnológico a lo más artesanal, ¡y todo en una prenda!"
Los tejidos metalizados son el hilo conductor y se versionan hasta el infinito desarrollándose en distintos acabados, a lo largo de todo el desfile porque “hemos querido que el brillo dé una oportunidad a las prendas de día”.
Los looks son muy potentes y en algunos casos, para contrastar, se introducen tejidos más livianos y transparentes.
Destacan los arriesgados vestidos sesenteros, con geometrías locas y descaradas que desnudan la cintura; y los ochenteros, con grandes hombreras que recuerdan a Diana, la malvada de la serie 'V'.
“Hay un relevo generacional de mercado", nos cuenta."Hemos vestidos a las mamás y papás, y ahora vestimos a sus hijas e hijos. ¡Pero siempre con nuestro adn!, reinterpretado, eso sí”.
También resulta interesante la línea masculina. “El hombre ha avanzado más, sobre todo con el uso de nuevos materiales. La mujer es más experimental, con una arquitectura distinta”.
Es una colección que, como dice, “marca un punto de inflexión”. Custodio Dalmau quiere quedarse en Cibeles porque le gusta la energía de Madrid. “Aquí hay mucha potencia, se nota sobre todo en el nivel de convocatoria que no tiene nada qué ver con la de Barcelona, casi ni con la de Nueva York, que está perdiendo poder; la de Madrid me recuerda a la de Sao Paulo”.
Allí ha hecho desfiles, antes de que la ciudad se convirtiera en uno de los principales epicentros de la moda, compitiendo con la Gran Manzana. “Tom Ford y Tommy Hilfiger se han cambiado a Los Ángeles, no descarto hacer lo mismo, vamos a estudiarlo”.
Lo que sí tiene claro es que quiere quedarse en Madrid. Confiesa que tomó la decisión antes de Navidad y que ahora es el momento. “Tenía una espinita clavada y quería sacármela”, dice.
Empieza una nueva era en la firma. “Es un nuevo Custo”, dice e incluso se ríe cuando le decimos que lo mismo tiene que cambiar el Custo Barcelona por el Custo Madrid.