Trump elige a un reputado militar para sustituir al dimitido Michael Flynn como asesor de seguridad
- El teniente general H. R. McMaster será su nuevo asesor de Seguridad Nacional
- Flynn dimitió tras filtrarse sus contactos con el embajador ruso antes de ser nombrado
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este lunes por sorpresa que un reputado estratega militar, el teniente general H.R. McMaster, será su nuevo asesor de Seguridad Nacional, un nombramiento con el que trata de cerrar la crisis que abrió en la Casa Blanca la dimisión de Michael Flynn, que renunció tras filtrarse que había mantenido contactos con el embajador ruso en Washington antes de ser confirmado en el cargo.
“He leído mucho estos dos últimos días, y McMaster es muy respetado en las Fuerzas Armadas“
En una intervención que no estaba prevista desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, y acompañado por McMaster, Trump ha definido a su nuevo asesor de Seguridad Nacional como "un hombre de tremendo talento y experiencia". "He leído mucho estos dos últimos días, y McMaster es muy respetado en las Fuerzas Armadas", ha apostillado el presidente.
Según la agencia Reuters, Herbert Raymond McMaster es un respetado militar de carrera, conocido por su habilidad táctica y como estratega, aunque algunos observadores señalan que su nombramiento constituye una cierta sorpresa, ya que tiene fama de cuestionar la autoridad de sus superiores, algo que puede casar mal con una Casa Blanca especialmente reacia a las críticas.
De hecho, McMaster no era uno de los favoritos para el cargo; ahora, en cualquier caso, ocupará un lugar central en la política exterior de Estados Unidos, puesto que el asesor de Seguridad Nacional es un cargo independiente -no requiere confirmación por parte del Senado- que se ocupa de coordinar a las distintas agencias de seguridad, así como al Departamento de Estado y al Departamento de Defensa.
Sellar la primera crisis
McMaster reemplaza a uno de los asesores más fieles de Trump, Michael Flynn, teniente general retirado y con más de 30 años de experiencia militar, a quien el presidente obligó a dimitir después de que se filtrara que había hablado con funcionarios de la embajada rusa sobre las sanciones impuestas por Washington contra Moscú, y que no había informado convenientemente al vicepresidente, Mike Pence.
Trump justificó su decisión en una pérdida de confianza, pero la renuncia de Flynn, ocurrida sin que se hubiera cumplido el primer mes desde su llegada a la Casa Blanca, se había convertido en una de las primeras crisis de relevancia de su mandato. Más aún cuando su siguiente candidato, el vicealmirante Robert Harward, rechazó el puesto.
En el anuncio del nombramiento de McMaster también ha estado presente el teniente general Keith Kellogg, que ha actuado en los últimos días como asesor de seguridad de forma interina y a quien Trump ha nombrado jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional.
Asimismo, el diplomático John Bolton, que ejerció como embajador ante Naciones Unidas bajo la presidencia de George W. Bush, será incorporado a la nueva Administración, aunque no se han detallado sus funciones.
Un veterano de Irak especialista en estrategia
McMaster, de 54 años, está graduado en West Point, la más prestigiosa y antigua academia militar estadounidense, y posee un doctorado en Historia de Estados Unidos por la Universidad de Carolina del Norte. En 2014, la revista Time le incluyó en su lista de las cien personas más influentes del país, en gran parte por sus críticas contra el sistema político y militar del país.
Como veterano de guerra, se le recuerda por la Primera Guerra del Golfo, donde recibió una Estrella de Plata, una condecoración al valor, tras comandar a una pequeña tropa del Regimiento de Caballería del Segundo Ejército que logró acabar con un destacamento mucho más numeroso de la Guardia Republicana de Irak en 1991, en lo que se considera la mayor batalla de tanques desde la Segunda Guerra Mundial.
Con todo, su fama se disparó en 1997, cuando publicó Dereliction of duty (Negligencia en el deber), un libro en el que criticaba el, en su opinión, escaso liderazgo militar y político que condujo a la derrota estadounidense en la Guerra de Vietnam.
“Los mandos con los que he trabajado, quieres afirmaciones francas, quieren críticas y respuestas“
En una entrevista de julio de 2014 al Columbus Ledger Enquirer como comandante de la base de Fort Benning, en Georgia, McMaster explicó su postura respecto a la jerarquía militar: "Alguna gente no entiende lo que es el Ejército. Algunos piensan que estás en la milicia y todo es superjerárquico, y que se trata de un entorno que no tolera la crítica ni la gente quiere las cosas claras. Creo que es al contrario… Y los mandos con los que he trabajado, quieres afirmaciones francas, quieren críticas y respuestas".
Su actitud, en cualquier caso, le costó que se frenase su ascenso a general de brigada en dos ocasiones, en 2006 y 2007. Solo al tercer intento, en su última oportunidad, consiguió su primera estrella, gracias a su actuación en Irak en 2005.
Allí, al mando del Tercer Regimiento de Blindados como coronel, fue el artífice de la toma de Tal Afar, una localidad estratégica en la frontera con Siria que había caído bajo el control de radicales suníes y constituía un lugar de paso para los yihadistas, entonces de Al Qaeda, que luego formarían el Estado Islámico.
De esa campaña se recuerda especialmente como preparaba a sus soldados, entrenándoles para que conocieran la cultura iraquí y las diferencias entre suníes, chiíes o turcomanos, obligándoles a leer sobre la historia de la región y a analizar la estrategia de contrainsurgencia. Esa minuciosidad es la que ahora pretende extraer de él Donald Trump.