Condenan al exprofesor del colegio Vallmont de Madrid a 45 años de cárcel por abusar de nueve niños
- Durante las clases que impartió en este centro escolar entre 2010 y 2015
- El profesor, ahora inhabilitado, lleva en prisión provisional desde febrero de 2015
- Sin embargo, solo estará encarcelado un máximo de 15 años
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al exprofesor del Colegio Vallmont Carlos R.I. a 45 años y nueve meses de prisión por abusar sexualmente de nueve menores durante las clases que impartió en este centro escolar entre 2010 y 2014.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la Sección Séptima de la Audiencia de Madrid le condena como responsable de nueve delitos de abusos sexuales a menores de trece años, pero le absuelve de un delito de abusos sexuales así como de otros tres casos al tratarse de una falta de vejaciones, ya despenalizadas.
El condenado deberá hacer frente a una indemnización de 49.500 euros -5.000 por los delitos de abusos sexual y 1.500 por las faltas de vejaciones- y se declara la responsabilidad civil subsidiaria del Colegio Vallmont.
La sala le impone al profesor 45 años de inhabilitación para ejercer como docente o cualquier otra profesión y actividad en la que tenga contacto con menores de edad, al tiempo que recuerda que esta sentencia no es firme y contra la misma cabe interponer un recurso de casación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
El tribunal ha señalado que el máximo de cumplimiento de la pena será el triple de la más grave de las impuestas, cinco años y un mes de prisión, por lo permanecerá encarcelado 15 años y tres meses, si bien hay que descontarle los dos años que lleva el exprofesor en prisión provisional, desde febrero de 2015.
De hecho, la Sala ha convocado a las partes este mismo miércoles para celebrar una vistilla sobre su inmediato ingreso en prisión a petición de la Fiscalía.
El exprofesor recurrirá la sentencia
La defensa del exprofesor ha anunciado que recurrirá la sentencia y que su cliente, Carlos R.I., se encuentra "abatido y conmocionado" porque "se ve inocente" y "confiaba en lograr la absolución".
El letrado también ha discrepado sobre las indemnizaciones, entre 1.500 y 5.000 para cada uno de los 12 perjudicados, y la declaración del Colegio como responsable civil subsidiario. "Es una barbaridad, porque no hay ningún tipo de secuela objetiva", ha señalado el letrado.
Quienes no recurrirán serán las acusaciones particulares que representan a las familias de los niños, las cuales han mostrado su "satisfacción" con el fallo del tribunal porque "da credibilidad a las declaraciones de los menores" y las considera "suficientes" para condenarle.
José Miguel Garrido, que representa a 11 de las 13 familias, ha destacado también las indemnizaciones fijadas por el tribunal por los daños morales causados, ya que responsabiliza directamente al colegio. "El colegio miraba para otro lado pero ahora su responsabilidad ha quedado acreditada", ha subrayado.
Realizó tocamientos a sus alumnos
La resolución considera probado que el acusado, aprovechándose de su condición de maestro y tutor de los menores, se ganó la confianza y el respeto de los alumnos, niños de entre 8 y 10 años, a los que con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales realizó diferentes tocamientos, tanto por encima como por debajo de la ropa interior.
"Todo ello ocurrió en un número indeterminado de ocasiones durante dos cursos escolares", que era el tiempo que los niños permanecieron con él, añade la resolución.
En su sentencia condenatoria, la Sala da por buenos los testimonios de los menores, tras valorar la ausencia de modificaciones esenciales en su relato, la concreción en la exposición de los hechos y la carencia de contradicciones. Todo ello supone "una persistente incriminación desde la declaración inicial, tanto en sede policial como judicial".
Los magistrados destacan además la reiteración delictiva durante años y estiman que ésta "deriva de que en todos los casos analizados el acusado desplegó una actividad continuada sobre los menores, que en todos los casos describieron la conducta como habitual, con frecuencias mayores o menores, pero que en ninguno de los casos se contrajo a un solo episodio".
En el juicio, cuyas ocho sesiones se celebraron a puerta cerrada -incluida la declaración del acusado, un hecho que no se veía en Madrid desde 2008-, el procesado se declaró inocente y aunque reconoció que es un docente "cariñoso", negó tajantemente haber abusado sexualmente de los niños.
Dijo que esas "muestras de cariño" hacia los niños conllevaban a veces "algún beso" en la mejilla, como hacían sus compañeros del Vallmont de manera normal, aunque quiso dejar claro que "jamás con un trasfondo sexual".