Condenan al pederasta de Ciudad Lineal a 70 años y medio de prisión
- Por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas en Madrid
- Queda absuelto de delito de homicidio en grado de tentativa
- Tras la pena de prisión, tendrá 40 años de libertad vigilada
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Antonio Ángel Ortiz, conocido como el pederasta de Ciudad Lineal, a 70 años y medio de prisión por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas entre septiembre de 2013 y agosto de 2014 en este distrito madrileño y en zonas limítrofes.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia de Madrid condena a Ortiz como responsable de dos delitos de agresión sexual en concurso medial con dos delitos de detención ilegal, dos delitos de agresión sexual, dos delitos de detención ilegal y un delito de lesiones.
La Sala, sin embargo, le absuelve del delito de homicidio en grado de tentativa contra una de las menores que le imputaba una de las acusaciones particulares, y de otras dos faltas de lesiones.
El tribunal explica que de conformidad con el Código Penal vigente en el momento de los hechos, el límite máximo de cumplimiento de pena será de 20 años, si bien hay que descontar los dos años y cinco meses que lleva en prisión provisional.
No obstante, precisa que para la obtención de los beneficios penitenciarios, como la obtención de permisos de salida, clasificación en tercer grado y libertad condicional, deberá computarse la totalidad de las penas impuestas en la sentencia.
Tras cumplir la pena de prisión, 40 años de libertad vigilada
Le impone también 40 años de libertad vigilada una vez cumplida la pena de prisión y una indemnización de 426.200 para las cuatro jóvenes por los daños morales causados y por las lesiones sufridas.
No podrá además aproximarse a menos de un kilómetro de distancia o comunicar con ninguna de las cuatro víctimas en un periodo comprendido entre 23 años y 24 años y seis meses.
Con todo, la Sala recuerda que la resolución no es firme y puede ser recurrida en casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
Antonio Ortiz fue detenido el 24 de septiembre de 2014 en Santander, acusado de ser el pederasta que había secuestrado y agredido sexualmente a cuatro niñas de entre cinco y nueve años en el barrio madrileño de Ciudad Lineal y en zonas limítrofes.
El "hombre malo"
Las cuatro víctimas lo llamaron así: "el hombre malo". El hombre que sembró el pánico durante un año en los distritos madrileños de Hortaleza y Ciudad Lineal, literalmente "tomados" por la Policía con un despliegue de agentes de paisano sin precedentes, especialmente tras la tercera agresión, el 17 de junio de 2014.
No fue fácil dar con este "depredador sexual" y también padre de dos hijos. Vivía con su madre pero disponía a su antojo de otra vivienda, el denominado "piso de los horrores", donde llevó, a al menos, a una de las niñas.
Divorciado, su exmujer descubrió al "monstruo" -así se refirió- cuando fue condenado en el 2000 a nueve años de prisión por abusar en 1998 de un niña de seis años. Cumplió seis años en la cárcel.
Su 'modus operandi' era siempre el mismo: abordaba a las niñas cerca de parques y las persuadía con probarse ropa o gastar una broma a un familiar. Las subía a un coche, las agredía sexualmente y horas después las abandonaba de noche en plena calle. A varias las suministró fármacos para adormilarlas y a algunas las duchó para no dejar rastro.
Fue objeto de un exhaustivo estudio psicológico: Impulsivo y carente de empatía. Narcisista y bisocial. No tenía ninguna patología mental que afectara a sus capacidades. Una persona cuyo deseo prevalece siempre sobre los demás y que destaca por su incapacidad para sentir culpa y asumir responsabilidades. Era perfectamente consciente de lo que hacía.
Tal vez por ello optó por no abrir la boca desde su arresto. Guardó silencio hasta en cinco ocasiones, una ante la Policía, tres ante el juez instructor y el primer día del juicio, hasta que sorprendentemente hizo uso del turno de última palabra en la vista. Fueron 17 minutos de actuación, con lágrimas finales incluidas, en los que Ortiz se confesó inocente y calificó los hechos de "barbaridad": "Lo siento mucho por sus familias. Me parece terrible lo que les ha pasado".