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México se niega a aceptar en su territorio a los indocumentados mientras tramitan su asilo en EE.UU.

  • El secretario de Gobernación dice que fue una petición de los enviados de Trump
  • "Nosotros no podemos recibirlos. Fuimos muy claros en ese sentido", recalca
  • Washington pretende que presenten su solicitud en la frontera y aguarden allí

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El presidente de México, Enrique Peña Nieto, recibe a los enviados de Trump este jueves
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, recibe a los enviados de Trump este jueves.

El Gobierno de México ha asegurado este jueves que se ha negado a la petición de Estados Unidos, trasladada este jueves por los dos secretarios de la Administración de Donald Trump enviados de visita oficial al país, para recibir en su territorio a inmigrantes indocumentados de otras nacionalidades mientras tramitan sus peticiones de asilo ante las autoridades estadounidenses.

Así lo ha señalado el secretario mexicano de Gobernación (equivalente al ministro de Interior), Miguel Ángel Ossorio, en una entrevista a la emisora Radio Fórmula Osorio, en la que ha explicado las conversaciones mantenidas con los secretarios de Estado, Rex Tillerson, y de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly: "Nosotros no podemos recibirlos. Fuimos muy claros en ese sentido".

No podemos hacer una antesala con los que quieren llegar a Estados Unidos

"Recibimos solamente a los que piden refugio para México, no podemos hacer una antesala con los que quieren llegar a Estados Unidos", ha remarcado Ossorio, que ha confirmado que Tillerson y Kelly le trasladaron esa petición. "No los vamos a recibir, no los pueden dejar ahí en los límites porque nosotros los tendremos que rechazar, no hay posibilidad de que sean recibidos por parte de México", ha insistido.

Ossorio ha resaltado, por ejemplo, que los 3.675 haitianos que están en las ciudades fronterizas de Tijuana y Mexicali, en el estado de Baja California, "no quieren un proceso de refugio con nosotros", sino con Estados Unidos. "Están ahí porque había un preacuerdo de que iban a pasar a Estados Unidos; hoy no lo hay" y "estamos viendo cómo regresarlos a sus países", ha explicado.

Los secretarios de Trump aseguran a México que no habrá deportaciones masivas.

Washington quiere que esperen en México

Para poder quedarse en Estados Unidos, muchos centroamericanos tramitan peticiones de asilo, alegando que han sufrido algún tipo de persecución en sus países y temen por su vida, por ejemplo, debido al hostigamiento de las maras o pandillas, que reclutan a los jóvenes y exigen el pago de un impuesto en las zonas bajo su influencia.

Según altos cargos del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el plan es que, en vez de esperar en un centro de detención para indocumentados en territorio estadounidense, los extranjeros aguarden el resultado del largo proceso de petición de asilo en territorio mexicano.

"No significa que esas personas sean deportadas a México, sino que lo que se le permite al Departamento de Seguridad Nacional es hacer que esa persona espere en México. Han atravesado México, así que tienen permiso de alguna forma para llegar hasta Estados Unidos", explicaba esta semana un funcionario del Departamento, bajo anonimato.

La idea es que los inmigrantes puedan ir a un puesto de entrada en la frontera entre México y Estados Unidos para tramitar su caso e, incluso, comparecer ante un juez de inmigración en una 'corte de entrada', ya sea físicamente o mediante teleconferencia.

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Tensión por las políticas migratorias

La cuestión migratoria fue uno de los asuntos fundamentales de la visita de los secretario de Trump a México, después de que el Departamento de Seguridad Nacional difundiera sus nuevas directrices sobre la expulsión de inmigrantes irregulares, que apuntan a un aumento de las deportaciones de indocumentados.

Ambos trataron de aplacar los ánimos de las autoridades mexicanas, que han señalado su "irritación" por la adopción de medidas "unilaterales" sobre la gestión migratoria que afectan también a México, por lo que Kelly prometió que no habría deportaciones masivas y aseguró que todas las que se tramiten se harán "confirme a derecho".

Las diferencias se centran no tanto en los mexicanos como en los ciudadanos de terceros países, que pasan por México para llegar a Estados Unidos: en los últimos años, se ha incrementado de manera exponencial la llegada de inmigrantes indocumentados de Centroamérica, especialmente de El Salvador, Honduras y Guatemala, que huyen de la violencia o la falta de oportunidades.

Si bien México concede a algunos indocumentados, por razones humanitarias, permisos de tránsito para que lleguen a la frontera del norte, en 2016 deportó a 187.259 extranjeros, la mayoría centroamericanos, cifra mucho mayor que la de Estados Unidos.