Focas conectadas, o el internet de las cosas vivas
- Un proyecto científico escocés monitoriza a distancia a estos mamíferos
- El objetivo es saber por qué sus poblaciones están reduciéndose drásticamente
- Utilizan dispositivos de banda estrecha para el internet de las cosas (NB-IoT)
- Toda la información sobre el Mobile World Congress 2017, en RTVE.es
Algo está matando a las focas comunes de Escocia y se desconoce qué o quién es el misterioso asesino. En determinadas zonas de su costa, hay poblaciones que se han visto reducidas hasta un 70%. Pare conocer la razón e intentar poner freno al declive de este mamífero, la Universidad de St. Andrews ha puesto en marcha un proyecto cuyo objetivo es rastrear y monitorizar sus movimientos, empleando dispositivos relacionados con la incipiente tecnología de banda estrecha para el internet de las cosas (NB-IoT).
"Quizá la explicación se halle en lo que están comiendo. Así que trabajamos para llegar a la respuesta rastreando los movimientos de estos animales cuando salen a buscar alimento al mar, en excursiones que pueden durar hasta tres días", explica Bernie McConnell, jefe del departamento de investigación de mamíferos acuáticos de la Universidad escocesa, de quien depende el proyecto. "Hemos desarrollado algo similar a smartphones muy especializados para seguir a las focas, que es lo que hemos venido a presentar al Mobile World Congress". [Toda la información sobre el Mobile World Congress 2017, en RTVE.es].
Los dispositivos, que se pueden sumergir hasta una profundidad de 500 metros, envían datos de manera automática. Se colocan en la cabeza de los animales con un pegamento inofensivo para ellos. "Trabajamos con un sistema M2M -de máquina a máquina- para intercambiar la información de forma remota", prosigue McConnell. "Desde hace tres meses, las focas equipadas con este sistema nos están enviando, por medio de tecnología móvil, esa información tan útil. Aunque todavía no hemos obtenido respuestas concluyentes". Como explica, se trata del primer año de un proyecto que tiene previsto prolongarse durante cinco.
Los sensores obtienen datos muy valiosos para los investigadores. Como por ejemplo la localización de los mamíferos, que se logra por medio de un GPS especial. También, la presión, que indica la profundidad a la que han buceado. "Así obtenemos un rastreo en tres dimensiones, que nos indicará si han obtenido el alimento de la parte superior del océano, o de zonas más profundas", asegura el científico escocés.
Asimismo, entre otros datos, se extrae información como la salinidad o la temperatura del agua. Los dispositivos cuentan igualmente con acelerómetros, que permiten a los científicos conocer la velocidad de los movimientos con los que las focas capturan a sus presas.
Envenenamiento, desnutrición, calentamiento global...
"Puede que la razón por la que las focas estén muriendo tenga relación con el calentamiento global. Puede que tengan menos alimento, y también que ese alimento esté contaminado por algas tóxicas", mantiene McConnell. "Existen algas que en unas circunstancias determinadas pueden estar envenenando con sus toxinas a mariscos, ostras y mejillones, que son luego el alimento de las focas. Algo así está ocurriendo en la costa de California".
Como sigue relatando, esta tecnología puede emplearse con otros animales, como ballenas, aves, antílopes... Cualquier tipo de vida salvaje. "Por eso estoy aquí, para reclamar que el internet de las cosas no tiene por qué centrarse solo en cosas muertas como electrodomésticos o coches. Ese es mi mensaje: el internet de las cosas debe incluir animales, y ser también el internet de las cosas vivas".