La policía registra la casa de Fillon en París mientras sufre decenas de deserciones en su partido
- Han acudido a su domicilio por orden de los magistrados que llevan su caso
- Fuentes de su entorno han confirmado las pesquisas, sin dar más detalles
- Diputados, senadores y alcaldes de centroderecha le han retirado su apoyo
La campaña electoral se le pone cada vez más cuesta arriba al candidato conservador a la presidencia de Francia, François Fillon, que este jueves ha visto como la policía francesa acudía al domicilio que comparte con esposa Penelope en París para efectuar un registro en el marco de la investigación por los supuestos empleos ficticios de su familia mientras decenas de sus compañeros de partido en Los Republicanos le retiraban su apoyo ante la perspectiva de su imputación judicial.
El propio Fillon desencadenaba este miércoles las deserciones, al anunciar que ha sido citado a declarar el próximo 15 de marzo, previsiblemente para notificarle su imputación, si bien esta no ha sido ratificada oficialmente por la justicia. Sin embargo, numerosos diputados, senadores y alcaldes de centroderecha han abandonado su campaña y, en muchos casos, le piden que renuncie a la carrera al Elíseo.
En cualquier caso, la investigación sigue su curso y los agentes de la Oficina Central de Lucha contra la Corrupción y las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLICIFF) han entrado este jueves en la vivienda situada en el distrito VII de París a instancias de los tres jueces de instrucción designados el 24 de febrero las sospechas sobre el desvío de fondos públicos, tráfico de influencias y ocultación de actividades.
Una fuente cercana al caso ha confirmado a AFP que el registro "ha tenido lugar pronto", mientras que el entorno del ex primer ministro ha señalado, sin ofrecer mayores detalles, que había terminado "hace varias horas".
Deserciones en su partido
Mientras tanto, Fillon ha estado haciendo campaña electoral en la ciudad Nîmes, donde ha insistido en que mantendrá su candidatura, a pesar de "los ataques violentos" que ha sufrido en las últimas semanas, dado que considera que conserva el apoyo de las bases. Una de sus portavoces, Valérie Boyer, reiteraba que su renuncia no es posible "porque no hay un plan B".
Sin embargo, desde que anunció que será imputado, las deserciones en su campaña electoral han sido imparables: hasta el momento, al menos 60 altos cargos públicos han expresado su oposición a que Fillon se presente a los comicios presidenciales. Algunos de ellos, incluso, han sugerido a su rival en las primarias y alcalde de Burdeos, el exprimer ministro Alain Juppé, como el mejor sustituto.
La dimisión este miércoles del responsable de Asuntos Internacionales y Europeos de su campaña, el exministro Bruno Le Maire, ha abierto una espita que ha desencadenado toda una serie de renuncias en varias de las familias políticas que arropaban a Fillon. Así, al menos una veintena de cargos leales a Le Maire han abandonado el barco, entre ellos el director adjunto de campaña de Fillon, Sébastien Lecornu.
También le han retirado su apoyo otra veintena de cargos próximos a Juppé y al menos una decena de diputados próximos al expresidente francés Nicolas Sarkozy, otro de los contendientes superados por Fillon en las primarias de noviembre, si bien los afines a Sarkozy adoptarán una posición oficial el próximo martes.
Debilidad creciente
Incluso dos próximos a Fillon, el senador Marc Laménie y el diputado Gilles Bourdouleix, se han echado a un lado, debilitando aún más la posición de un aspirante que ha encomendado su salvación a las urnas pero al que las encuestas le sitúan fuera de la segunda vuelta, por detrás de la ultraderechista Marine le Pen y del socioliberal Emmanuel Macron.
Asimismo, ya se han registrado algunos movimientos de presión organizados, como el de los alcaldes y responsables regionales centroderechistas de una quincena de ciudades de tamaño pequeño y mediano, entre ellas Nancy, Reims y Saint-Etienne.
"Nosotros, cargos electos de la derecha y el centro, pedimos solemnemente a François Fillon que se retire", señala el manifiesto firmado por estos regidores y responsables regionales, según publica L'Opinion.
Al abandono de muchos de sus correligionarios de la coalición de derechas Los Republicanos hay que añadir la decisión del partido centrista Unión Demócrata Independiente (UDI), que este miércoles optó por suspender la campaña electoral junto a Fillon, lo que le deja sin uno de sus principales aliados.