'Imperiofobia y leyenda negra', desmontando los tópicos sobre el Imperio español
- El ensayo de María Elvira Roca Barea analiza la propaganda antiespañola
- "Una especie de libro de autoayuda para españoles con la autoestima dolida", dice la autora
Imperiofobia y leyenda negra, el ensayo de María Elvira Roca Barea que analiza los tópicos difundidos desde el siglo XVI según los cuales España sería un país bárbaro y atrasado, va ya por su sexta edición. La autora sostiene que "se ha convertido en una especie de libro de autoayuda para españoles con la autoestima dolida que son todos en realidad. Porque son siglos de propaganda acumulada que se han terminado transformando en una versión del Imperio español y de España que todos hemos aceptado."
Profesora de instituto en Málaga Roca ha trabajado para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y ha enseñado en la Universidad de Harvard. Los dos últimos años los ha dedicado a escribir este libro fruto de toda una vida de estudio. Roca sostiene que lejos de ser un fenómeno superado la leyenda negra está muy presente. "En la crisis de la prima de riesgo la prensa inglesa y la alemana han manejado esos tópicos porque existe un estado de opinión pública en Europa según el cual España es un país inseguro, atrasado, gente con propensión a la barbarie etc. Uno alienta eso un poco. Lo remueves-explica- y te encuentras con un caldo de cultivo que te permite subir la prima de riesgo de una manera extraordinaria".
El imperio español ocupó 20 millones de kilómetros cuadrados y se mantuvo durante tres siglos, por extensión sería el cuarto más importante detrás del británico, el mongol y el ruso. La autora sostiene que sólo los imperios útiles se mantienen. "Los imperios si no consiguen dar más de lo que que quitan no se consolidan, se transforman en una aventura que dura una generación como el de Napoleón o el de Alejandro Magno. Para que un imperio se consolide tiene que convertirse en una herramienta, en un mecanismo de integración de gentes distintas. Todos los imperios son multinacionales y consiguen aglutinar a esa gente e incorporarlos a un sistema de vida común que en general mejora su vida. En el periodo central de todos los imperios hay crecimiento demográfico, mejoras en las ciudades, en las comunicaciones etc".
¿Entonces por qué reciben tantas críticas los imperios? Según defiende la autora de Imperiofobia y leyenda negra, su expansión choca siempre con oligarquías previamente instaladas que responden atacando. En el caso del español el movimiento empezó en Italia dónde se establecen las bases de la hispanofobia. Se habla de la inferioridad de la raza por haberse mezclado con los judíos, los españoles serían por tanto marranos, impuros. Después se señala su incultura, su barbarie, se hace hincapié en que se mueven sólo por el deseo de riqueza y en que sus costumbres son licenciosas. Un modelo similar seguirán los nacionalismos germánicos y los historiadores ingleses. "Durante el periodo Victoriano -comenta la autora- se reescribe toda la historia de Europa a mayor gloria del imperio británico y desde luego en ella tenían que estar los españoles con todas sus maldades".
La leyenda negra de España tiene dos momentos álgidos. La inquisición y la conquista de América. "La Inquisición por supuesto era una realidad -explica Roca- pero se trataba de una institución pequeña, que tenía pocos recursos y no era capaz de provocar los miles de muertos que se le han achacado. Su gestión de la intolerancia fue mucho más benigna que la de los territorios británicos o los principados luteranos. La Inquisición tiene la gran ventaja de haber sido una institución extraordinariamente burocratizada. Hay quintales de documentos, por ejemplo entre 1560 y 1700 fueron condenadas a muerte 1.346 personas. Hay que entender que la Inquisición no solo juzgaba la herejía religiosa o la disidencia religiosa sino que entendía de delitos que hoy también lo son, como la pederastia, el tráfico de personas, la falsificación de monedas... De esos 1300 muertos si viéramos las condenas la mayor parte serían por delitos que hoy también se consideran como tal y sin embargo lo interesante es como siendo pequeña se la ha transformado en esa inmensidad".
Como ejemplo de error histórico la historiadora señala el caso de Galileo. Cuando en 2009 para celebrar el cuarto centenario de la invención del telescopio se preguntó a los estudiantes universitarios por Galileo el 90% pensaba que fue torturado y muerto por la Inquisición. En realidad la condena de Galileo, obra de la Inquisición Romana, fue de prisión perpetua, sustituida después por arresto domiciliario.
En el caso de la conquista de América, María Elvira Roca niega que existiera un genocidio. "La conquista -sostiene- se basó en pactos con los indígenas. Los españoles siempre fueron muy pocos. La capacidad de trasportar población desde la Península Ibérica hasta América era muy limitada. El Archivo de Indias habla de 250.000 españoles desplazados como máximo hasta 1700, entonces América estaba ya llena de ciudades muy pobladas. ¿De dónde sale esa población? Es población indígena. Los españoles, claro que guerrearon, pero guerreaban y pactaban e incorporaban esas poblaciones, sino hubieran imperado sobre los desiertos porque no había españoles suficientes para poblar América".
En la portada del libro María Elvira Roca ha colocado un grabado que recoge el pacto entre Hernán Cortés y los Tlaxcaltecas. "En América -añade- había pueblos con intereses muy distintos, y los españoles supieron aprovechar esas diferencias para pactar con unos, incorporar a otros y vencer a los que eran de espíritu más belicoso. Normalmente -continúa- después del primer encontronazo el indio aceptaba aquella situación porque en general su vida mejoraba. Los españoles venían acompañados por un cuerpo jesuita que en general eran muy buenos agricultores, daban a conocer cultivos que mejoraban la irrigación y la vida del pueblo mejoraba".
En Imperiofobia y leyenda negra la autora analiza también el imperio romano, el ruso, y el norteamericano. Este último ha heredado la mala fama del imperio español. "Se les califica de bárbaros, incultos y horteras. Los españoles también lo eran para los humanistas italianos que nos consideraban un país medieval. Los germánicos nos acusaban de tener la sangre estropeada por la mezcla con los judíos algo que también se achaca a los norteamericanos, pasto del antisemitismo"
María Elvira Roca mantiene que luchar contra la leyenda negra es para España casi una batalla perdida pero no se resiste a asumir la derrota de antemano. "La derrota decía Cervantes es patrimonio de las almas nobles, por lo menos hay que ir a la pelea aunque le derroten a uno".