MWC 2017, una edición descafeinada en lo que a novedades se refiere
- No ha sido esta una feria que haya deparado grandes sorpresas
- Contra todo pronóstico, el Nokia 3310 ha eclipsado a los grandes terminales
- Ha fallado Samsung, pero LG, Huawei y Sony han lucido sus mejores galas
- La tecnología aplicada al automóvil y la realidad virtual han estado muy presentes
- Toda la información sobre el Mobile World Congress 2017, en RTVE.es
Finalizada la edición de 2017 del Mobile World Congress (MWC), llega el momento de hacer balance. La feria tecnológica avanza con paso firme y se afianza como una de las más importantes del mundo. Prueba de ello es que este año se ha vuelto a batir récord de asistencia, con 108.000 participantes, un 7% más que en 2016.
Pero en lo que a novedades se refiere, no ha sido esta una edición que haya deparado grandes emociones. Se han presentado teléfonos poderosos, pero todos siguiendo la linea prevista y además ha habido ausencias significativas, como la del Samsung Galaxy S8, que se presentará el próximo 29 de marzo en Nueva York. A grandes rasgos, podría considerarse que este MWC 2017 ha sido una continuidad de su edición predecesora. Es la consecuencia necesaria de tecnologías que requieren de años de desarrollo como el 5G, el internet de las cosas (tan unido al concepto anterior), la inteligencia artificial o la conducción autónoma.
Repasamos los puntos más importantes de este Mobile World Congress 2017:
Regresos:
Como si el patito feo se hubiese convertido en la reina de la fiesta, el teléfono Nokia 3310 ha sido una de las estrellas indiscutibles de la feria (un hecho que, por otra parte, incide en ese carácter descafeinado de la edición). La vuelta del mítico modelo de la compañía finlandesa ha sido recibido como un guiño simpático hacia un pasado no tan lejano, y también como una tabla de náufrago en el siempre agitado océano de la hiperconectividad.
Otro de los viejos rockeros que ha vuelto a dar señales de vida en este MWC ha sido Blackberry. El móvil que hace menos de una década estaba en la mano de todo hombre o mujer de negocios, intenta renacer por segunda vez con el fabricante chino TCL, recuperando su teclado original y blindando Android.
Grandes presentaciones:
Samsung: A diferencia de otros años, la atribulada compañía coreana ha optado por prescindir de Barcelona para enseñar al mundo su nuevo buque insignia. Quiere todo el protagonismo para el Galaxy S8, así que verá la luz a finales de marzo en Nueva York, sin ninguna otra presentación que le haga sombra. Para no presentarse con las manos vacías, optó por llevar a la Ciudad Condal sus nuevas tabletas Galaxy Tab S3 y Galaxy Book.
Ambas dan un salto de calidad y de precio importantes con respecto a los modelos anteriores, para competir en la gama alta en la que reinan los iPad de Apple. Galaxy Tab S3 está enfocada al consumo de juegos y de contenido multimedia, mientras que Galaxy Book es un convertible destinado fundamentalmente al ámbito profesional.
LG: En ausencia del Galaxy S8, LG aspiraba a ser el gallo del corral con su G6, un smartphone puntero que abandona la concepción modular de su antecesor, el G5, y abraza esa tendencia dominante del móvil todo pantalla.
Huawei: Junto al LG G6, otro de los modelos de gama alta que más ha dado de qué hablar ha sido el Huawei P10. La compañía china lo ha vuelto a hacer. Su teléfono es un pequeño prodigio tecnológico en el que brilla especialmente, como ya lo hizo en el P9, una doble cámara con óptica Leica, mejorada con respecto a la del año pasado.
Sony: Y siguiendo con los terminales espectaculares, Sony ha aprovechado el MWC para dar a conocer su Xperia XZ Premium, una bestia parda que cuenta con características como pantalla 4K, cámara principal de 19 megapíxeles y tecnología Motion Eye -capaz de hacer virguerías a la hora de grabar video-, o la última joya de Qualcomm, el procesador Snapdragon 835. El que ha sido elegido mejor nuevo smartphone de la feria estuvo acompañado por su hermano pequeño, el Xperia XZs.
Netflix y Pokémon Go
En ausencia de Marck Zuckerberg, el peso del protagonismo personal ha recaido este año en Reed Hastings, consejero delegado de Netflix; y en John Hanke, fundador de la empresa creadora de Pokémon Go.
Hastings anunció durante el congreso que su servicio streaming de contenido HDR (imágenes de alto rango dinámico) llegará a los dispositivos móviles, comenzando con el LG G6. Además, Netflix está desarrollando un nuevo sistema de codificación que mejorará la reproducción de contenidos en los móviles, incluso si el servicio de datos del usuario es limitado; rebajando la tasa de kilobits por segundo pero manteniendo la calidad de imagen.
En cuanto a Pokémon Go, el fundador y consejero delegado de Niantic, John Hanke, ha confirmado que el juego recibirá tres grandes actualizaciones a lo largo de 2017.
Una pantalla inteligente en cualquier lugar (plano)
A falta de grandes innovaciones que echarse a la boca, una de las sorpresas más agradables la ha protagonizado Sony, que ha presentado Xperia Touch, un proyector que convierte cualquier superficie plana en una pantalla inteligente de 23 pulgadas. La compañía japonesa ya lo dejó entrever en la edición de 2016, pero ha sido este año cuando lo ha mostrado oficialmente.
La imagen proyectada por Xperia Touch reacciona bajo los dedos exactamente de la misma manera que lo hace la pantalla de un teléfono inteligente o de una tableta, gracias a sus sensores de imagen térmica, situados en el frontal del dispositivo. Sin duda, muchos lo ven como el paso previo al holograma táctil de la película Minority Report.
Grandes conceptos
El Mobile World Congress es la gran feria de la tecnología móvil pero sus productos trascienden al smartphone. Hay mucho -muchísimo- más. Este año ha sido una continuación de los grandes conceptos tecnológicos que ya se dejaron ver en 2016. Se ve claramente que han evolucionado, pero también que aún están lejos de alcanzar su madurez. Hablamos de inteligencia articial, conectividad, big data, el internet de las cosas...
Una de las industrias que más protagonismo ha cobrado en este MWC ha sido la del automóvil, que ha enseñado en Barcelona sus avances en conectividad y conducción autónoma. El cambio del sector parece imparable -se habla de que el mejor ejemplo es que la meca del automóvil ha dejado de ser Detroit y está pasando a ser Silicon Valley-.
Y, por supuesto, la realidad virtual. Si 2016 fue la puesta de largo de los sistemas más potentes a nivel comercial -el más extendido, Vive de HTC-, este año ya se ha evidenciado claramente el avance y la integración de esta tecnología en la realidad cotidiana de muchas empresas. Los cascos de realidad virtual, invisibles hace tan solo doce meses, se han podido contar por cientos en los espacios de los expositores.