La economía de Brasil cayó un 3,6% en 2016 y encadena dos años de recesión
- El 12,6% de la población activa está en paro, casi 13 millones de personas
- El PIB per cápita cayó un 4,4% y no llega a superar los 10.000 euros
La economía brasileña se contrajo un 3,6% en 2016 y encadenó dos años consecutivos de recesión, algo que no ocurría desde los años 30, según ha informado este martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). De esta forma, Brasil -la mayor economía de Latinoamérica- repite una caída del Producto Interior Bruto (PIB) por encima del 3%, pues en 2015 ya sufrió una retracción del 3,8% después de que en 2014 se estancara (avanzó un 0,1%).
Entre octubre y diciembre de 2016, el PIB sufrió una bajada del 2,5% con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone el undécimo trimestre consecutivo en negativo.
La caída del PIB brasileño es ligeramente peor del esperado por el mercado financiero, que proyectó para 2016 una contracción del 3,5%. El nuevo frenazo de la economía brasileña fue provocado principalmente por los profundos descensos que registraron sectores estratégicos como el agropecuario (-6,6%), industria (-3,8%) y servicios (-2,7%). Mientras, las exportaciones de bienes y servicios crecieron el 1,9%, mientras que las importaciones bajaron el 10,3%.
Según el IBGE, en 2016 el conjunto de bienes y servicios producidos en el país en valores corrientes sumó 6,2 billones de reales (unos 2 billones de dólares) y el PIB per capita registró una caída de 4,4% en términos reales comparado con 2015, hasta llegar a los 30.407 reales (unos 9.752 dólares y 9.222 euros al cambio actual).
Por otro lado, la tasa de inversión en 2016 se situó en un 16,4%, inferior al 18,1% del ejercicio precedente, y el ahorro de la población llegó al 13,9%, frente al 14,4% del año anterior.
El paro supera el 12,5% de la población activa
Los malos datos macroeconómicos han golpeado directamente al mercado laboral del país sudamericano, pues la tasa de desempleo en el trimestre concluido en enero de 2017 alcanzó el 12,6% de la población económicamente activa y un récord de 12,9 millones de personas buscando empleo, según datos del Gobierno. Se trata de la mayor tasa de desempleo y del mayor número de desempleados en Brasil desde 2012.
El Gobierno del presidente Michel Temer, que asumió el cargo de manera definitiva en agosto pasado tras la destitución de Dilma Rousseff, ha puesto en marcha desde entonces un duro ajuste fiscal con polémicas medidas para contener el gasto e intentar revertir el débil estado de las cuentas públicas.
La economía brasileña inició una trayectoria descendente después de 2010, el último año del mandato del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuando se había expandido un 7,6%. Con la exmandataria Dilma Rousseff, que le sucedió en el cargo, el PIB se amplió un 3,9% en 2011, un 1,9% en 2012, un 3% en 2013 y un escaso 0,1% en 2014.