El crecimiento de los ojos llevó a los vertebrados marinos a la tierra hace 385 millones de años
- El tamaño de estos órganos se triplicó antes de la transición del agua a la tierra
- Este aumento fue previo al desarrollo de las extremidades
- Vieron así el "alimento fácil" que había fuera del agua, lo que sirvió de impulso
El crecimiento de los ojos y no de las extremidades contribuyó a que antiguos animales acuáticos dieran el salto trascendental del agua a la tierra hace 385 millones de años, lo que supone una nueva hipótesis en la historia de la evolución.
Así se recoge en un estudio realizado por investigadores de la Universidad Northwestern y las escuelas profesionales Claremont McKenna, Scripps y Pitzer (Estados Unidos), y publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Tras estudiar 59 especímenes fósiles, el neurocientífico e ingeniero Malcolm A. Maclver, de la Universidad Northwestern, y el biólogo evolucionista y paleontólogo Lars Schmitz, de Claremont McKenna, Scripps y Pitzer, determinaron que animales parecidos a los cocodrilos vieron por primera vez "comidas fáciles" en la tierra y después desarrollaron las extremidades que les permitieron dejar el agua.
Los investigadores descubrieron que el tamaño de los ojos de esos animales se triplicó antes y no después de la transición del agua a la tierra, lo que coincidió con un cambio en la ubicación de los ojos desde un lado de la cabeza hasta la parte superior. Ese rango visual ampliado pudo agrandar los cerebros en los primeros vertebrados terrestres, que podían planificar y no simplemente reaccionar, como hacen los peces.
"¿Por qué subimos a la tierra hace 385 millones de años? Somos los primeros en pensar que la visión podría tener algo que ver con ello", apunta Maclver, quien añade: "hemos encontrado un enorme aumento en la capacidad visual de los vertebrados justo antes de la transición del agua a la tierra. Nuestra hipótesis es que tal vez estaban viendo una abundancia sin explotar de alimentos en la tierra (milpiés, ciempiés, arañas y más) que les llevó a salir con extremidades desde las aletas". De hecho, los invertebrados llegaron a la tierra 50 millones antes que los vertebrados.
Aumento visual
Por otro lado, los científicos apuntan que el aumento visual en los ancestros acuáticos les permitió ver 70 veces más lejos fuera del agua y que la triplicación del tamaño de los ojos suponía que el espacio monitoreado creció un millón de veces. Eso ocurrió millones de años antes de que existieran los animales completamente terrestres.
"Los ojos más grandes son casi inútiles en el agua porque la visión se limita en gran medida a lo que está directamente enfrente el animal, pero el tamaño del ojo más grande es muy valioso cuando se mira a través del aire", explica Schmitz.
Ese aumento de la capacidad visual pudo permitir a esos animales de extremidades tempranas el desarrollo de una cognición más compleja, puesto que ya no estaban obligados a reaccionar con una velocidad de una fracción de segundo, como es habitual en la vida en el agua. Los investigadores creen que esa evolución llevó a la capacidad humana de la cognición prospectiva, esto es, la capacidad de sopesar las opciones para el futuro y de elegir estratégicamente.
Para llegar a estas conclusiones, Maclver y Schmitz estudiaron 59 especímenes fósiles datados antes, durante y despúes de la transición del agua a la tierra, y realizaron simulaciones por ordenador de ambientes visuales como agua clara o turbia durante el día o por encima del agua por el día y por la noche.
Además, midieron el tamaño de las órbitas de cada fósil y la longitud de la cabeza para determinar el tamaño de los ojos y del animal en sí. Hallaron que el tamaño promedio de la órbita era de 13 milímetros antes de la transición del agua a la tierra y de 36 milímetros durante ese proceso, que duró cerca de 12 millones de años.