Los líderes de la UE reeligen a Tusk como presidente del Consejo Europeo pese a la resistencia de Polonia
- El Gobierno ultranacionalista polaco intenta frenar la elección de su rival nacional
- La primera ministra polaca amenaza con bloquear las conclusiones de la cumbre
- Los Veintiocho debatirán, entre otros asuntos, el futuro de la UE tras el Brexit
- Angela Merkel ha vuelto a insistir en impulsar "una unión a dos velocidades"
Los líderes de la Unión Europea, reunidos en Bruselas con motivo de la cumbre de primavera de los Veintiocho, han reelegido este jueves al polaco Donald Tusk para un nuevo mandato de otros dos años y medio como presidente del Consejo Europeo, a pesar de la oposición de su propio país, donde el Gobierno ultranacionalista que lidera Beata Szydlo pretende eliminar a un rival interno de un cargo de gran proyección internacional.
Szydlo, de hecho, ha cuestionado la "unidad de la Unión Europea" tras la decisión y ha amenazado con bloquear la declaración final de la cumbre, en la que se abordan asuntos como la crisis migratoria, la relación con Rusia o el Brexit. "Polonia va a ejercer el derecho de veto sobre las conclusiones de la cumbre", ha declarado mandataria durante una rueda de prensa celebrada tras la primera sesión, en la que ha recalcado que si un Estado miembro no acepta las conclusiones, "la cumbre no es válida".
La primera ministra polaca, que a su llegada a la reunión ya había avisado de que no apoyaría la reelección del que fuera primer ministro de Polonia entre 2007 y 2014, justifica su negativa por las críticas de Tusk contra su Gobierno, acusándole de implicarse "personalmente" en la política polaca, algo que él ha negado aludiendo a su "independencia". En caulquier caso, Szydlo había propuesto como candidato alternativo al eurodiputado polaco Jacek Saryusz-Wolski para desplazarle.
"Un presidente del Consejo Europeo no puede estar activo en política ni aliarse con la oposición para atacar a un Gobierno democráticamente elegido", ha reiterado la primera ministra polaca. Desde Varsovia, el ex primer ministro y presidente del partido gobernante Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, también ha criticado con aspereza la elección de Tusk: "La decisión de los líderes europeos de renovar el mandato de Donald Tusk demuestra que la Unión Europea está dominada por Alemania", ha declarado, denunciando que los jefes de Estado y de Gobierno han "roto las reglas" comunitarias.
Tusk pide a sus compatriotas que eviten "quemar puentes" con la UE
Sin embargo, la elección del presidente del Consejo Europeo no requiere la unanimidad de los Estados miembros, sino que basta con que se obtenga una mayoría cualificada para su aprobación, y Tusk ha conseguido el respaldo de los otros 27 países restantes.
Así, durante la rueda de prensa posterior a la primera sesión de la cumbre, el renovado presidente del Consejo ha instado al Gobierno de su país a mantener una "actitud política muy responsable" y a no "quemar puentes" con la Unión Europea.
"A veces somos emocionales, sólo somos personas, pero hoy lo que necesitamos es una actitud política muy responsable y razonable, especialmente en lo que se refiere a las discusiones sobre el futuro de Europa", ha recalcado en su comparecencia. "Espero que esto también esté claro para mis colegas polacos", ha advertido.
“Tengan cuidado con los puentes que queman porque, una vez que están caídos, nunca puedes volver a cruzarlos“
"Quiero cooperar con cada miembro del Consejo Europeo y haré todo lo que pueda para proteger al Gobierno polaco contra el aislamiento político aquí. Creo que encontraré una buena solución", ha prometido, sin dejar de advertir a sus compatriotas: "Tengan cuidado con los puentes que queman porque, una vez que están caídos, nunca puedes volver a cruzarlos".
Elogio de la estabilidad
Frente a las críticas polacas, la canciller alemana, Angela Merkel, ha restado importancia a que el Consejo recurriera a la mayoría cualificada para designar a Tusk y ha indicado que, aunque siempre es preferible el "consenso", esa opción está prevista en la legislación comunitaria y está legitimada para evitar "la imposición de un bloqueo".
Merkel ha comentado que la primera ministra polaca ha participado con normalidad en el resto de debates de la cumbre y ha confiado en su presencia en la reunión informal a 27 -sin el Reino Unido- que tendrá lugar este viernes para tratar la preparación de la cumbre del 25 de marzo en Roma, que conmemora el 60 aniversario de la Unión Europea.
Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, ha subrayado que el apoyo a Tusk "era la posición común, salvo de Polonia", mientras que el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, ha calificado la postura de Polonia de "divergencia absolutamente respetable pero muy nacional y contingente".
“La UE necesita estabilidad para seguir avanzando“
"La UE necesita estabilidad para seguir avanzando. Mi enhorabuena por la renovación de tu mandato. España te desea éxito", ha escrito el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en su cuenta de Twitter tras la reelección de Tusk.
El futuro tras el Brexit
Tras la elección de Tusk, los líderes trabajan durante la cena en los últimos aspectos del borrador de conclusiones de la cumbre, que habla en particular de la situación económica en la Unión Europea, de las políticas de seguridad y defensa, así como de la política migratoria y de las relaciones exteriores. También incluye una mención al objetivo de 17 países de seguir avanzando hacia la creación de una Fiscalía europea contra el fraude en ámbitos como las subvenciones europeas.
En cualquier caso, más allá de las conclusiones formales, el asunto central de la reunión volverá a ser será el futuro de la Unión Europea tras el Brexit, el mayor reto que afronta el club comunitario en el medio plazo.
Merkel, en este sentido, ha vuelto a defender una unión de dos velocidades, en una prolongación del deseo común manifestado el pasado lunes en Versalles junto a España, Italia y Francia. Así, la canciller se ha dicho convencida de que debe seguir siendo una opción "que algunos estados miembros avancen" en determinadas cuestiones aunque otros no quieran participar o, al menos, no hacerlo todavía.
"Una Europa de diferentes velocidades no es excluyente, sino que supone una invitación", ha argumentado la canciller. "Debemos poder abordar las necesarias mejoras en Europa de manera ambiciosa, sin poner en peligro cada vez la relación entre los estados miembros, porque las tareas que tenemos ante nosotros son demasiado grandes como para que Europa esté trabajando siempre en base al menor denominador común", ha dicho la mandataria germana.