Iberdrola no tiene constancia de llamadas de "las más altas instancias políticas" para invertir en Bankia
- Asegura que dispuso de la misma información pública que el resto de inversores
- El director económico-financiero niega el "carácter sistémico" de la operación
- El juicio, por el que Iberdrola reclama a Bankia 12,4 millones, visto para sentencia
El director económico-financiero de Iberdrola, José Sáinz Armada, ha asegurado este viernes que la compañía acudió a la salida a Bolsa de Bankia y ha afirmado que no le consta haber recibido llamadas de "las más altas instancias políticas", en alusión a la ministra de Economía en la época, Elena Salgado, y al entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Durante la segunda y última jornada del juicio por el que Iberdrola reclama a Bankia 12,4 millones en concepto de perjuicio por vicio en el consentimiento, que ha quedado visto para sentencia, Armada ha negado que la inversión se debiera a un "carácter sistémico", como aludía el dossier elaborado por el equipo de riesgos.
Además, ha reconocido que propuso invertir en Bankia al tratarse de una "operación importante" que suscitaba mucho interés, que "salía barata", por debajo de los precios de sus competidores y que, según los datos disponibles, "iba a multiplicar por cinco los beneficios en cinco años".
La desinversión, "medio para alcanzar objetivos"
Por su parte, el exinspector del Banco de España Rubén Manso, perito designado por Bankia que ha reconocido que la salida a Bolsa de la entidad se produjo "demasiado pronto", ha asegurado que la venta paulatina de las acciones -Iberdrola realizó una inversión de 70 millones de euros de la que se fue deshaciendo poco a poco- fue para la eléctrica un "medio para alcanzar objetivos" ya que "tenía acceso directo para llamar a Bankia y preguntar".
Además, Manso ha rebatido al director financiero de Iberdrola y ha aseverado que la energética "tenía un interés en que el mercado español no se viniera abajo ya que eso afectaba a la deuda soberana" y por tanto, a las propias emisiones de bonos de la compañía.
Preguntado por este asunto, en concreto por la venta del 70 % de las acciones apenas semanas después de la operación, Armada ha explicado que fue una sugerencia de los responsables de la gestión, que le hicieron llegar que la operación no había tenido éxito ya que no se colocó como se esperaba entre los inversores institucionales extranjeros.
Iberdrola no habría invertido de conocer la "quiebra técnica"
Durante su informe final, la letrada de Iberdrola, Cristina Coto, ha afeado al perito por coger "la parte que le interesa y decir que la inversión era sistémica", y ha asegurado que la compañía no habría acudido a la salida a Bolsa de haber sabido que Bankia estaba "en quiebra técnica".
Además ha negado el cruce de consejeros entre ambas instituciones ya que "el único consejero que tenía presencia en Iberdrola era de la matriz, BFA", el expresidente de Bancaja y vicepresidente de Bankia en julio de 2011, José Luis Olivas.
"Ni los analistas, ni el banco asesor, ni Iberdrola, ni los testigos pudieron intuir cualquier atisbo de inexactitud de los datos", ha asegurado la abogada sobre un folleto del que no sospechó "ni siquiera el propio regulador".
Por su parte, el representante de Bankia Jorge Capell ha rechazado el error en el consentimiento y se ha remitido a las declaraciones del director de Riesgos de Iberdrola, que reconoció haberse interesado en invertir antes de conocer el folleto informativo. "Iberdrola no decide invertir por el folleto, lo hace porque hay una serie de cuestiones estratégicas, de relaciones con un socio que le parecían relevantes para hacerlo", ha dicho el abogado.
Tras las conclusiones de las partes, el titular del juzgado de Primera Instancia número 89 de Madrid ha dejado visto para sentencia el proceso, iniciado el pasado mayo y de cuyo veredicto están pendientes Melià y Grupo Villar Mir, cotizadas que también reclaman a Bankia por la vía judicial.