Restoy y Segura defienden que extremaron las precauciones en la salida a Bolsa de Bankia
- Los exdirectivos de la CNMV aseguran que no había alertas de la auditora
- Esta semana declararán ante el juez hasta 8 exdirectivos de los reguladores
- Se estima que la salida a Bolsa ocasionó perjuicios de 15.000 millones
El exsubgobernador del Banco de España y exvicepresidente de la CNMV, Fernando Restoy, y el expresidente de esta segunda entidad Julio Segura han defendido este lunes durante su declaración como investigados en el 'caso Bankia' que la información sobre el estado de las cuentas de la entidad que fue remitida a ambos órganos supervisores no presentaba salvedades por parte del auditor y fue suficiente para avalar su salida a Bolsa. De hecho, han indicado que extremaron precauciones y fueron más exigentes en este caso.
Así lo han señalado a Europa Press fuentes presentes en las declaraciones que ambos han prestado frente al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que se han prolongado durante casi tres horas. Durante ese tiempo no han realizado pregunta alguna a los investigados ni el magistrado, ni el fiscal del caso, Alejandro Luzón, ni el abogado del Estado en nombre del FROB.
Fernando Restoy ha afirmado que "existían provisiones genéricas suficientes en Bankia -alcanzaban los 6.500 millones de euros- y no había ningún defecto de provisiones". Además ha citado expresamente el escrito del FROB, que obra en poder de la Fiscalía Anticorrupción desde hace dos años, en el que se ratifica esta afirmación.
Desconocían los correos sobre la inviabilidad de Bankia
Los dos habían sido citados como responsables en sus correspondientes entidades en el momento de la constitución de BFA-Bankia y su posterior salida a Bolsa después de que el pasado 11 de octubre fueran dados a conocer unos correos en los que el equipo de inspección del supervisor advertía reiteradamente "de la inviabilidad del grupo y de que la solución de salida a Bolsa no debía ser aprobada, pues suponía grave perjuicio para accionistas, preferentistas y contribuyentes (estimado en unos 15.000 millones de euros)".
Pese a que el Confederación Intersindical de Crédito (CIC) no ha preguntado por estas misivas, tanto Restoy como Segura han negado haber conocido en su día estos correos, al no encontrarse ninguno de ellos en dicho momento en la entidad supervisora financiera.
Los exresponsables de la CNMV han asegurado también que el supervisor bursátil no estaba al corriente de los trabajos de supervisión que llevaba a cabo el Banco de España.
Según ha relatado el abogado que ejerce la acusación popular en representación de la CIC, Andrés Herzog, la CNMV tenía confianza en la labor del Banco de España, del que cabía esperar que hacía las cosas bien. Y se limitó a aprobar un folleto en el que se indicaban todos los riesgos posibles, detallados de una forma muy prudente.
Ocho exdirectivos entre los declarantes
El martes acudirán los inspectores Pedro Comín y Pedro González, y el miércoles, los exdirectores de Supervisión Mariano Herrera y Jerónimo Martínez Tello; el jueves será el turno del exsubgobernador Julio Ariztegui y del exgobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Andreu ha citado a los ocho exdirectivos a instancias de la Sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que consideró que "existían indicios múltiples bastantes" de la comisión de un delito.
La Sala aceptaba así parcialmente el recurso interpuesto por la acusación popular que ejerce la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que reiteradamente había solicitado dichas comparecencias, que el juez Fernando Andreu rechazó hasta en tres ocasiones.
Según el escrito de la sala, todos ellos autorizaron la operación de la salida a Bolsa de Bankia "pese a las reiteradas advertencias del equipo de inspección del Banco de España" sobre la inviabilidad del grupo, y de que la solución "no debía ser aprobada, pues suponía grave perjuicio para accionistas, preferentistas y contribuyentes".