François Fillon es formalmente imputado por los supuestos empleos ficticios del 'Penelopegate'
- La citación judicial para que preste declaración se ha adelantado un día
- Fillon se ha negado a responder preguntas de los jueces y ha leído una declaración
- Defiende que el trabajo de su mujer fue real y reclama ser tratado "como todos"
- Es el primer aspirante con posibilidades de llegar al Elíseo que concurre imputado
- Especial sobre las elecciones presidenciales en Francia 2017
Tal como estaba previsto, aunque con un día de adelanto sobre lo que él mismo avanzó públicamente, el candidato conservador a la presidencia de Francia, ha sido imputado este martes formalmente por la Justicia en el marco de la investigación de los supuestos empleos ficticios de su familia, el llamado Penelopegate, por el que se le acusa, entre otros delitos, de malversación de fondos públicos.
“La audiencia se ha adelantado para que se desarrolle en un clima de serenidad“
"La imputación ha tenido lugar esta mañana", ha confirmado uno de sus abogados, Antonin Levy, a la agencia AFP. "La audiencia se ha adelantado para que se desarrolle en un clima de serenidad", ha explicado, en alusión al adelanto de la citación ante los jueces que instruyen el caso, inicialmente prevista para este miércoles.
En su comparecencia, Fillon se ha acogido a su derecho de no responder a las preguntas de los magistrados, y en su lugar ha leído una declaración que tenía preparada para subrayarles que no pide "ningún favor", sino simplemente que se respete la ley, por lo que espera ser tratado "como todos los ciudadanos" del país, sin precipitación y con imparcialidad.
En su alegato, difundido por el diario Le Figaro, ha asegurado que el empleo de su mujer como asistente parlamentaria "no fue ficticio", recalcando que "varios testigos lo confirman". Fillon también ha señalado que, en virtud de la separación de poderes, a la autoridad judicial no le corresponde evaluar la calidad o el contenido de ese trabajo, del que ha dicho haber aportado todas las pruebas necesarias para demostrar que fue real.
El primer aspirante al Elíseo que concurre imputado
Los magistrados investigan si Fillon cometió los delitos de "malversación de fondos públicos", "receptación y complicidad en el abuso de bienes sociales" e "incumplimiento de las obligaciones de información a la Alta Autoridad para la transparencia de la vida pública", según ha precisado una fuente judicial a AFP.
La imputación, en cualquier caso, implica bajo la legislación francesa que existen "indicios serios o consistentes" de que el sospechoso incurrió en un delito y constituye el paso previo al enjuiciamiento, si bien el caso aún puede ser desestimado antes de llegar a juicio. No por esperado, es menos doloroso para Fillon, que se convierte en el primer aspirante con opciones de llegar al Elíseo que concurre a las elecciones presidenciales francesas.
De hecho, Fillon prometió en un primer momento, cuando se destapó el escándalo, que dimitiría en caso de ser imputado, aunque posteriormente se desdijo y aseguró que solo se someterá al "veredicto de las urnas". En cualquier caso, sus perspectivas no son halagüeñas: lastrado por el revuelo judicial, las encuestas ahora mismo le sitúan tercero, por detrás de la ultraderechista Marine le Pen y el socioliberal Emmanuel Macron, lo que le coloca fuera de la segunda vuelta.
Pese a todo, el candidato de Los Republicanos ha reiterado en los últimos días que seguirá con su campaña "hasta el final". Este martes, en concreto, ha esquivado cualquier referencia al caso durante un acto celebrado con una asociación de cazadores, limitándose a ironizar sobre una campaña "en la que las balas vuelan bajo".
Escándalos reiterados
En este sentido, Fillon ha denunciado en repetidas ocasiones que las denuncias en su contra forman parte de una operación orquestada para derribar su candidatura, hasta el punto de hablar de un "asesinato político". Este mismo lunes insistía en esa idea en una entrevista, al hablar de que sufría una "caza al hombre".
Frente a esas denuncias de persecución, la Justicia investiga si existió un delito en la contratación de su mujer, Penelope, primero como asistente del propio Fillon y después del diputado que le sucedió, un trabajo que nunca habría llegado a realizar y por el que se embolsó 831.440 euros durante 15 años, hasta 2012.
La Fiscalía Nacional Financiera, que puso en marcha la investigación tras las revelaciones del semanario Le Canard Enchaîné, amplió después las pesquisas a dos de sus hijos, Marie y Charles, también sospechosos de haber sido contratados de forma ficticia a partir de septiembre de 2005, cuando Fillon era senador, por un total de 84.000 euros.
Por si fuera poco, la prensa francesa también ha destapado que Fillon recibió un préstamo de 50.000 euros del empresario Marc Ladreit de Lacharrière que no declaró al fisco francés y que en los últimos cinco años habría recibido, como regalo de un "amigo generoso" aún sin identificar, varios trajes por un valor total de 48.500 euros, los dos últimos en febrero, cuando ya se conocía el Penelopegate, el caso que le ha colocado a las puertas de un juicio por corrupción.
El dinero de sus hijos volvía a Fillon
Pese a los intentos de Fillon por poner en sordina el caso, las ramificaciones en torno al Penelopegate siguen apareciendo en la prensa francesa: este martes, el diario Le Parisien ha revelado que una parte del dinero que cobraron sus hijos volvió al propio Fillon, y que los jueces instructores tienen pruebas y testimonios de que ambos abonaron a su padre varios giros bancarios tras haberlo cobrado como asistentes.
En el caso de Marie, le entregó a su padre 33.000 de los 46.000 euros de dinero público que obtuvo por el contrato de ayudante de François Fillon entre octubre de 2005 y finales de 2006. En su interrogatorio policial, la hija justificó las transferencias como un reembolso de los gastos que el padre había avanzado para su boda, celebrada en el palacete familiar de Beaucé el 26 de agosto de 2006.
Por lo que respecta a Charles Fillon, que sucedió a su hermana como asistente de su padre cuando era senador, entre enero y junio de 2007, también hizo giros al líder de la derecha por alrededor el 30 % del sueldo que recibió a cuenta del presupuesto de la cámara alta.
La razón que dio a los policías en el interrogatorio del mes pasado fue que, puesto que François Fillon le pagaba una parte de su alquiler y de sus gastos, resultaba normal que se lo devolviera.