Tillerson afirma que EE.UU. y China cooperarán para evitar un conflicto en Corea
- Es la primera visita al país asiático que realiza un miembro del Gabinete Trump
- Este domingo culminará su visita con un encuentro con el presidente Xi Jinping
- Intentará que el gigante asiático aumente su presión sobre Pyongyang
El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, discute este sábado con el Gobierno chino una nueva estrategia para lidiar con Corea del Norte, en la que es la primera visita al país asiático que realiza un miembro del Gabinete Trump.
Ambos países han coincidido en que la tensión en la península coreana ha alcanzado un nivel "bastante peligroso" y se han comprometido a hacer "todo lo posible" para evitar un conflicto, ha afirmado Tillerson.
"Creo que compartimos la opinión de que las tensiones en la península son ahora bastante altas y de que las cosas han alcanzado un nivel bastante peligroso", ha precisado Tillerson en rueda de prensa tras reunirse en Pekín con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi. "Nos hemos comprometido a hacer todo lo que podamos para prevenir el estallido de cualquier tipo de conflicto", añadió
Tillerson llegó este sábado en Pekín proveniente de Corea del Sur y Japón, donde enfatizó la necesidad de cambiar el enfoque de Washington respecto a Pyongyang y aseguró que todas las "opciones están abiertas".
El jefe de la diplomacia estadounidense culminará su visita este domingo con un encuentro con el presidente Xi Jinping.
Plan contra los avances norcoreanos
En sus otras escalas de esta gira asiática, el secretario de Estado abogó por un nuevo plan para hacer frente a los avances norcoreanos tras sus últimos ensayos pero no ofreció detalles.
Tillerson, destacó, no obstante, que buscará implicar a China en esa nueva aproximación e intentará que el gigante asiático, el único aliado con el que aún cuenta Corea del Norte en el mundo, aumente su presión sobre Pyongyang para que abandone su programa nuclear.
A través de una portavoz del ministerio de Exteriores, China se mostró ayer abierta a dialogar sobre un nuevo plan, siempre que éste conduzca a reducir la tensión y a la desnuclearización de la península.
No obstante, Pekín insiste en la propuesta presentada por su canciller a principios de este mes, que se basa en la suspensión de las maniobras militares entre EE.UU. y Corea del Sur en la zona a cambio de que Pyongyang deje de realizar pruebas armamentísticas.
Se espera que en las reuniones China saque a relucir el escudo antimisiles estadounidense THAAD, que ha empezado a instalarse en suelo surcoreano como arma de defensa contra el Norte y a pesar de la firme oposición de Pekín, que lo considera una amenaza a su seguridad.
Las diferencias entre las grandes potencias estarán presentes en los encuentros entre Tillerson y los líderes chinos, aunque también la necesidad de ultimar el esperado encuentro entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump.
El Ministerio de Exteriores ha confirmado que se está trabajando para que ese "cara a cara" se produzca en una fecha temprana y analistas locales consultados por Efe consideran que es la única forma para acercar posturas, después de las duras y numerosas críticas vertidas por Trump contra Pekín.