Diez canciones que hicieron inmortal a Chuck Berry
- Chuck Berry ha fallecido este sábado a los 90 años de edad
- Seleccionamos en nuestra playlist los diez temas esenciales de su discografía
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En una carrera tan extensa como la de Chuck Berry es casi imposible seleccionar solo diez temas. El artista, fallecido este sábado a los 90 años de edad, mantuvo durante la segunda mitad de los 50 y buena parte de los 60 una intensa actividad discográfica, aunque curiosamente solo alcanzó el número 1 en las listas estadounidenses con una grabación tardía, "My ding-a-ling", de 1972, que en realidad era una versión.
Sea como sea, y siendo conscientes de que en el tintero se quedan canciones imprescindibles como "Wee wee hours", "Too much monkey business", "Carol" o "Little queenie", aquí va nuestra selección de las diez canciones inmortales de Chuck Berry.
Maybellene (1955)
El primer single de Chuck Berry ya descubre varios de características habituales: un particular riff introductorio, tres acordes y una letra desenfadada que habla de coches y amor juvenil. El éxito inicial sobre el que se cimentaría toda una carrera.
Roll over Beethoven (1956)
Cuentan que Berry compuso este tema en respuesta a la costumbre de su hermana de tocar música clásica en el piano familiar. Lo cierto es que los versos "roll over Beethoven and tell Tchaikovsky the news" se convirtieron en un emblema para la juventud americana, una forma de exhibr el orgullo teen frente a los encorsetados artistas clásicos. The Beatles la versionaron y fue uno de sus temas recurrentes en sus primeras actuaciones.
School days (1957)
Si algo caracterizó a la generación de rockeros de los 50 -Elvis, Chuck Berry, Little Richards y otros- es que reflejaron, por primera vez, la situación de los adolescentes, hasta entonces ignorados por la industria. Este tema habla de las largas y aburridas horas de clase y de la liberación que supone salir del colegio para echar una moneda en la 'jukebox' y bailar rock and roll. Pura filosofía juvenil.
Rock and roll music (1957)
Otro tema en el que Chuck Berry glosa la superioridad del rock and roll sobre los demás géneros musicales. Pegadiza como pocas, ha sido versionada por artistas tan dispares entre sí como The Beatles -sí, otra vez ellos-, The Beach Boys, REO Speedwagon, Humble Pie, Manic Street Preachers o Bryan Adams.
Sweet litte sixteen (1958)
Uno de los temas más exitosos de Chuck Berry. Cuenta la historia de una adolescente ilusionada por acudir a un concierto de rock and roll y cómo se prepara para la cita. Pegadiza desde la característica guitarra introductoria.
Johnny B. Goode (1958)
Si hubiera que elegir una sola canción para definir el rock and roll, seguramente esa sería "Johnny B. Goode". Probablemente autobiográfica, cuenta la historia de un chico de pueblo, casi analfabeto, que se convierte en una gran estrella del rock gracias a su facilidad para tocar la guitarra "como quien hace sonar una campana". Inolvidable la escena de Regreso al futuro en el que Marty McFly (Michael J. Fox) interpreta el tema ante el asombro de un público aún no preparado para saborear el rock and roll. Al menos, no al estilo McFly.
"Back in the USA" (1959)
Cuenta el propio Chuck Berry que este tema nació tras una mala experiencia durante una gira australiana. A su regreso a Estados Unidos decidió componer esta oda al estilo de vida americano. The Beatles parodiaron el tema en su famoso "Back in the USSR"
Nadine (1964)
Tras un par de años en prisión, por un turbio asunto con una menor, Chuck Berry regresó a las listas con este tema que, dicen, influyó notablemente a Bob Dylan a la hora de abandonar la senda acústica y abrazar los sonidos eléctricos.
You never can tell (1964)
Aunque ya fue un éxito en la fecha de publicación, "You never can tell" alcanzó la verdadera popularidad 30 años después, cuando Quentin Tarantino la eligió como música para el baile que realizan John Travolta y Uma Thurman en una de las escenas más recordadas de Pulp fiction. El rtimo swing, la melodía vocal y la respuesta del piano hacen que el tema se salga de la tónica habitual de la producción de Berry.
My ding-a-ling (1972)
El último gran éxito de Chuck Berry es en realidad una versión de Dave Bartholomew y, aunque no se encuentra entre lo mejor de la discografía del genio de San Luis, merece estar aquí al menos por el hecho de que fue el único número 1 del artista en Estados Unidos e Inglaterra. A partir de este momento, Berry espaciaría cada vez más sus grabaciones aunque mantuvo una intensa actividad sobre los escenarios hasta su muerte.