El director del FBI confirma que la agencia investiga los posibles vínculos entre la campaña de Trump y Rusia
- Investigan si hubo coordinación entre su campaña y los ciberataques rusos
- La investigación se encuentra en curso y está clasificada
- El FBI dice no tener información sobre el supuesto espionaje de Obama
El director del FBI, James Comey, ha confirmado por primera vez este lunes que la agencia está investigando la campaña del ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus posibles vínculos con el Gobierno ruso para interferir en los resultados de los comicios de noviembre pasado.
La confirmación se ha producido durante la primera audiencia del Congreso sobre el papel de Rusia en la campaña presidencial de 2016 y sobre las acusaciones de Trump contra Obama sobre presuntas escuchas telefónicas en su torre neoyorquina.
Comey ha explicado en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que la inspección "incluye la investigación de la naturaleza de cualquier vínculo" entre miembros del equipo de Trump y el Gobierno ruso y si hubo alguna coordinación entre la campaña y Rusia.
Investigación clasificada
Durante su declaración, Comey ha asegurado que ha obtenido la autorización del Departamento de Justicia para confirmar dicha investigación pero ha explicado que no puede dar más detalles porque al estar en curso está clasificada. Sin embargo, ha advertido que la filtración de ciertos documentos pueden llevar incluso a una pena de 10 años de prisión.
El director del FBI sí ha indicado que la investigación sobre la inteferencia cibernética rusa comenzó en julio y ha reconocido que es imposible saber cuánto se alargará.
Durante su comparecencia, Comey ha asegurado la ingerencia rusa no afectó al recuento, pero sí al proceso en general y que la rusa tenía como objetivo deslegitimar la campaña de la entonces candidata presidencial del partido Demócrata, Hillary Clinton, y favorecer la victoria de Trump.
La investigación también examinará si se cometió algún tipo de crimen, en relación a las filtraciones de los correos del Comité Nacional Demócrata (DNC) y el jefe de campaña de Clinton, John Podesta.
El demócrata de más alto rango del Comité, el representante Adam Schiff, ha indicado que aún no se sabe si los rusos contaron con ayuda de algún ciudadano estadounidense para interferir en las elecciones, "incluyendo a las personas asociadas con la campaña Trump". "Mucha gente del personal de la campaña de Trump, incluido el propio presidente, tienen vínculos con Rusia y con los intereses de Rusia, lo cual, desde luego, no es un crimen", ha aseverado Schiff.
"Por otro lado, si la campaña de Trump o cualquier persona asociada con ella ayudara o estimulara a los rusos, no sólo sería un delito grave, sino que representaría una de las traiciones más impactantes en la historia de nuestra democracia", ha culminado el senador.
Niegan escuchas en la Torre Trump
Durante su comparecencia también se ha preguntado a Comey sobre las supuestas escuchas a Trump durante la campaña. El director del FBI ha asegurado que no dispone ninguna información que apoye las acusaciones de Trump, contra su predecesor, Barack Obama.
"No tengo información que apoye esos tuits", ha señalado Comey en alusión a los mensajes de Trump divulgados hace semanas en la red social Twitter para acusar a Obama de intervenir sus comunicaciones en la Torre Trump de Nueva York. Sin embargo ha desacreditado esta teoría al resaltar que "ningún individuo en Estados Unidos puede ordenar la vigilancia electrónica de nadie, tiene que pasar por un proceso de solicitud".
El director del FBI también ha asegurado que el Departamento de Justicia tampoco tiene constancia de ninguna prueba que pueda respaldar las acusaciones de Trump. Trump lanzó esa acusación contra Obama el pasado 4 de marzo a través de Twitter y todavía no ha presentado ninguna prueba para respaldarla.
Por su parte, el presidente del Comité, Devin Nunes, ha negado categóricamente que la torre neoyorquina fuera interceptada telefónicamente: "No hubo escuchas telefónicas en la Torre Trump", aunque ha indicado que "pudo haber otros tipos de vigilancia contra el presidente".
En esa misma línea, el director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Michael Rogers, también ha negado que el Gobierno del expresidente Barack Obama solicitara a la inteligencia británica realizar cualquier tipo escucha sobre el actual presidente, Donald Trump, durante la campaña: "Nunca he visto que desde la NSA nos hayamos involucrado en una actividad así", ha asegurado Rogers al ser preguntado al respecto.
Pese a ello, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha insistido en su rueda de prensa diaria en la falta de pruebas que confirmen un complot entre los rusos y el equipo de Trump, y ha asegurado que después de escuchar a Comey y Rogers "nada ha cambiado", así como ha reiterado que el presidente no se retractará de sus afirmaciones y tampoco pedirá disculpas.