La ministra principal de Escocia da el primer paso para convocar un nuevo referéndum de independencia
- Nicola Sturgeon solicita permiso al Parlamento de Edimburgo para abrir el trámite
- Ha presentado una moción que le autorice a negociar los términos con Londres
- El objetivo es celebrar la consulta en 2018 o en 2019, antes del Brexit
La ministra principal de Escocia, ha dado este martes el primer paso para la celebración de un segundo referéndum de independencia de Reino Unido, al solicitar al Parlamento autonómico que le autorice a abrir conversaciones con Londres con el fin de negociar los términos de la consulta, que pretende celebrar en 2018 o en 2019.
Sturgeon ha presentado una moción que, si se aprueba, "autoriza al Gobierno escocés a promover conversaciones con el Gobierno británico sobre los detalles de una orden al amparo de la sección 30 de la Ley de Escocia de 1998 para asegurar que el Parlamento escocés puede legislar para la convocatoria de un referéndum".
Según la moción, titulada "La elección de Escocia", el nuevo referéndum debe "dar al pueblo escocés una elección sobre la futura dirección y gobernanza de su país, en un tiempo [fecha], y con una pregunta y una franquicia electoral, determinados por el Parlamento escocés".
Este tiempo, añade, sería "entre el otoño de 2018, cuando habrá claridad sobre el resultado de las negociaciones sobre el Brexit, y cerca del momento en que el Reino Unido deje la UE, en la primavera de 2019".
Abierta a alternativas en el calendario
La propuesta será debatida este martes y los diputados autonómicas votarán este miércoles por la tarde, aunque la mayoría de los dos partidos que apoyan la celebración del referéndum, el Partido Nacional Escocés (SNP) de Sturgeon y el Partido Verde, prácticamente garantiza su aprobación, puesto que suman 69 de los 129 escaños que tiene la cámara de Edimburgo.
En cualquier caso, la primera ministra británica, Theresa May, ya adelantó la semana pasada que rechazará la petición de la líder independentista, al considerar que "ahora no es el momento" de realizar un segunda consulta, cuando el país debe estar "unido" para afrontar las negociaciones con Bruselas para el Brexit.
Sin embargo, es precisamente el Brexit el que impulsa a los independentistas, ya que, como ha recordado este martes Sturgeon al defender la propuesta, los escoceses votaron mayoritariamente en favor de la permanencia en la Unión Europea en el referéndum británico del pasado 23 de junio. Asimismo, el deseo de seguir en el club comunitario fue uno de los principales motivos que les llevó a respaldar su pertenencia a Reino Unido en el último referéndum de independencia, celebrado en 2014.
De hecho, Sturgeon ha replicado a May este martes y ha señalado que, si el problema para el Gobierno central es el calendario, estaría dispuesta, "dentro de lo razonable", a escuchar sus argumentos para fechas alternativas.
Sturgeon apela un "mandato democrático incuestionable"
La ministra principal escocesa ha remarcado que su Gobierno tiene un "mandato democrático incuestionable" al haber ganado las elecciones de 2016 con un manifiesto en el que decía que convocaría un segundo plebiscito si Escocia era "sacada de la Unión Europea contra su voluntad".
También ha acusado a May de haber "ignorado" sus propuestas para que Escocia permanezca dentro del mercado único tras tras la salida del Reino Unido del bloque, por lo que los escoceses deben "poder decidir su futuro".
La primera ministra británica, que apuesta por un Brexit duro aunque eso implique perder el acceso al mercado único, asegura que ha escuchado las sugerencias de las autonomías, pero descarta otorgar a ninguna un trato preferencial.
"No ha habido ningún intento por parte del Gobierno británico de explorar estas opciones y hallar terreno común", ha denunciado Sturgeon. "Como país, no podemos evitar el cambio. Pero podemos elegir qué tipo de cambio queremos", ha declarado.
Enmiendas de la oposición
Contra la moción se han posicionado el Partido Conservador escocés, la segunda fuerza política de la región con 31 escaños; el Partido Laborista, que tienen 23; y los liberaldemócratas, que cuentan con cinco diputados.
Además de anunciar su voto en contra, estas formaciones han presentado sendas enmiendas en las que declaran que no debería convocarse un segundo referéndum, pues resultaría "divisorio" y "sin interés" para la ciudadanía.
Los tories escoceses, liderados por Ruth Davidson, señalan también que no debería organizarse un plebiscito sin "consentimiento político", ante la eventualidad de que el Ejecutivo escocés pudiera impulsar uno sin el visto bueno de Londres.
Theresa May tiene previsto activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa el próximo 29 de marzo, lo que dará inicio a un periodo de dos años de negociaciones con la Comisión Europea para la salida británica del bloque.