Muere Bernie Wrightson, maestro del cómic de terror
- El dibujante ha fallecido a los 69 años a consecuencia de un cáncer cerebral
- Fue uno de los dibujantes más destacados de las revistas Warren y cocreador de La Cosa del Pantano
Bernie Wrightson (1948-2017), el maestro indiscutible del cómic de terror, nos ha dejado a los 69 años a consecuencia de un cáncer cerebral. Hace apenas unos días había anunciado su retirada definitiva debido a dicha enfermedad. En su página web podéis leer un mensaje de su esposa Liz, y recordar algunas de las inolvidables ilustraciones del artista.
Una leyenda del cómic
Bernie Wrightson (Baltimore, 1948) publicó sus primeros trabajos profesionales, en 1970, en la revista House of Mystery (DC Comics), en los que ya quedó patente su dominio de las atmósferas terroríficas y su maestría con el dibujo en blanco y negro. En 1971 aparece La Cosa del Pantano (Swamp Thing), con guión de Len Wein. Un personaje que se hizo famoso enseguida y consiguió su propia colección de la que Wrightson dibujaría los diez primeros números (años después Alan Moore crearía su primera obra maestra con el personaje).
El éxito de La Cosa del Pantano hizo que cuando Wrightson llegó a las oficinas de Warren, en 1974 ya era un artista reconocido con una legión de fans. Pero su minucioso dibujo hacía que no se sintiese muy cómodo dibujando una serie, por lo que las revistas Creepy y Eerie eran perfectas para el, ya que podía trabajar a su ritmo y ganar bastante más, por página, de lo que cobraba en otras compañías, lo que le permitía dedicar más tiempo a su detallado dibujo. Y otra cuestión fundamental es que Warren le permitía publicar sus historias en blanco y negro y no en el color de puntitos de la época.
Apenas dibujó nueve historias cortas para las famosas revistas Warren, pero con ellas cambió el modo de dibujar cómics de terror y se convirtió en uno de los referentes del género.
Años después de este puñado de historias realizaría la que está considerada su obra maestra, las ilustraciones para una edición de Frankenstein (Planeta DeAgostini), de Mary B. Shelley. Un libro espectacular que captó el terror y el romanticismo de la obra y lo convirtió en Arte con mayúsculas.
Como nos contó en una entrevista el excepcional colorista José Villarrubia: "Wrightson fue especialmente influenciado por Frank Frazetta (el gran ilustrador de las portadas de las novelas de Conan) y Graham Ingels (uno de los míticos dibujantes de los cómics de E.C). En los años setenta ambos artistas habían dejado de hacer cómics, y en cierto modo Wrightson se convirtió en su heredero. Adoptó de Ingels su gusto por el humor grotesco, por los seres deformes pero expresivos, y de Frazetta su sensualidad y dominio de las tintas. Sin embargo, pronto Wrightson superaría a sus maestros tanto técnicamente como en sus dotes de narrador".
Cómics inolvidables
Cualquiera que haya leído un cómic de Wrightson lo recordará, porque sus imágenes se nos quedan grabadas en la memoria. Si no me creéis sólo tenéis que observar la viñeta de El gato negro con la que acaba este artículo y luego me contáis (Por cierto que, como nos recuerda Villarrubia, esta ilustración fue pintada por Ken Kelly para usarla de portada del número en la que apareció).
En sus recordadas historias para las revistas de Warren, el dibujante colaboró con algunos de los mejores guionistas de los años 70 o utilizó sus propios guiones y adaptaciones de Edgar Allan Poe o H. P. Lovecarft. Su adaptación de El gato negro, uno de sus trabajos más recordados, fue su espectacular irrupción en la revista Creepy, y los aficionados pidieron más. Y llegó Aíre Frío, adaptación del relato de H.P. Lovecraft.
Pero la historia más famosa su época en Warren es, sin duda, Jenifer, con guión de Bruce Jones, otro de los grandes del cómic. Un cuento espeluznante sobre una mujer fatal, muy distinta a cualquiera de las que aparecen en los pulp, que nos aterra y despierta nuestra compasión a la vez. Una joya en la que destacan los espectaculares dibujos del artista. Un relato que se quedó grabado en la mente de muchos aficionados al género del terror, como el director Dario Argento, que lo adaptó en uno de los episodios de la serie de televisión Masters of horror (2005). Pocas veces leeréis un cómic tan inquietante como este.
Sin olvidar Anochecer, una historia sobre los terroríficos sueños de un niño, su homenaje a una de las obras maestras del cómic: Little Nemo in Slumberland, de Windsor McKay. Ni El monstruo del fango, un nada disimulado homenaje a Frankenstein, con el que el dibujante cumpliría su sueño de dibujar al monstruo y se adelantaría a esas ilustraciones para el libro de Mary B. Shelley de las que hablábamos al principio. La única historia a color del libro, restaurada primorosamente por Villarrubia y que es una de las mejor dibujadas de Wrightson.
Historias gracias a las que Wrightson consiguió el premio a mejor dibujante/escritor de las revistas Warren en 1974. Y que Planeta Cómic ha recopilado en el libro Creepy presenta: Bernie Wrightson.
El libro incluye, además, las colaboraciones de Wrightson con otros míticos dibujantes como Howard Chaykin o Carmine Infantino y, sobre todo, las ilustraciones del tío Creepy y el primo Eeerie en las que presentaban las historias de cada número. Una idea del propio Wrightson, que ya la había usado en las series de terror de DC comics, donde había utilizado a los hermanos Caín y Abel.
Otros trabajos
Entre sus obras más recordadas también están Feria de monsturos, con guion de Bruce Jones; y su adaptación de la película Creepshow (1982), de George A. Romero, un film para el que también realizó ilustraciones e incluso el cartel.
Wrightson también diseñaría personajes para películas tan conocidas como Los Cazafantasmas o Spider-Man.
Con el declive de las historias de terror, Wrightson tuvo que trabajar para las grandes editoriales, como Marvel o DC en títulos como Dead, she said (Planeta Cómic), Batman: La secta (ecc ediciones), El Castigador, Spider-Man: Hooky o Hulk y La Cosa (Panini)
Y os dejamos con unas palabras de José Villarrubia: "Wrightson creó secuencias inolvidables del cómic de terror que han quedado grabadas en la memoria de los lectores de la época y que siguen siendo igual de impresionantes hoy en día. Son narraciones que casi cuarenta años después no han sido superadas y se encuentran en el pabellón de grandes obras de la historia de los cómics".