Los líderes de la UE reafirman su "unidad" 60 años después con la ausencia de Reino Unido
- Los Veintisiete se han citado en Roma, donde se creó la Unión Europea en 1957
- Han firmado una declaración que proclama su unidad y apuesta por seguir avanzando
Los líderes de los 27 Estados miembros de la UE, todos sin el Reino Unido, han celebrado este sábado la cumbre para conmemorar el 60 aniversario del Tratado de Roma, origen de la actual Unión Europea (UE), donde han firmado una declaración que proclama su unidad y su visión para los próximos años.
Además de los mandatarios de la Unión, han firmado el documento los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y de la Eurocámara, Antonio Tajani.
Los jefes de Gobierno ha sido recibidos a su llegada en el Campidoglio, sede del ayuntamiento de la ciudad, por el anfitrión y primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni; el presidente de Malta, Joseph Muscat, que ejerce la presidencia de turno de la UE, y por Donald Tusk.
En la declaración, ha acordado cordaron avanzar en los próximos diez años en ámbitos como la seguridad y la dimensión social, para responder a las preocupaciones de los ciudadanos.
Declaración de Roma
La 'Declaración de Roma', firmada por los mandatarios, pasa revista a los logros y desafíos del proyecto comunitario, y define los ámbitos a los que dará prioridad en la próxima década, entre los que también menciona el peso de la Unión en el mundo y el crecimiento económico y el empleo.
"En los diez próximos años queremos una Unión más segura y protegida, próspera, competitiva, sostenible y socialmente responsable, que tenga la voluntad y la capacidad de desempeñar un papel fundamental en el mundo y de modelar la globalización", destacaron en la declaración.
En el ámbito de la seguridad, abogaron por una UE "en la que todos los ciudadanos se sientan seguros y puedan circular libremente" y en la que las "fronteras exteriores estén protegidas, con una política migratoria eficaz, responsable y sostenible, que respete las normas internacionales; una Europa decidida a luchar contra el terrorismo y la delincuencia organizada".
Por otra parte, incidieron en la necesidad de una "Europa social": basada en el crecimiento sostenible, que promueva el progreso económico y social, así como la cohesión y la convergencia y la integridad del mercado interior.
Puntualizaron que debe ser una Unión "que tenga en cuenta la diversidad de los sistemas nacionales y el papel fundamental de los interlocutores sociales", que promueva la igualdad entre mujeres y hombres y los derechos y la igualdad de oportunidades.
En palabras del primer ministro de Malta, Joseph Muscat, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, uno de los grandes avances de la declaración es "la aceptación general de que existe una dimensión social en la Unión", que seguirá adelante, con "pleno respeto de las identidades nacionales", algo que valoró que haya recibido el apoyo unánime.
Asimismo, abogaron por incentivar las inversiones para favorecer el crecimiento y por culminar la Unión Económica y Monetaria, y por potenciar una UE que garantice la igualdad social, luche contra el desempleo, la discriminación, la exclusión social y la pobreza.
Finalmente, apostaron por una UE "más fuerte en la escena mundial", "que promueva el comercio libre y justo y una política climática mundial positiva".