Un 'banco malo' europeo sería útil para abordar el "grave problema" de los préstamos dudosos, según el BCE
- Critica que limitan la rentabilidad de la banca y su capacidad financiadora
- Pide cambios en las leyes de algunos países para que se resuelvan más rápido
- En 2016 los préstamos dudosos alcanzaron los 921.000 millones en la zona euro
La presidenta del consejo de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Danièle Nouy, ha aplaudido este lunes la idea de crear un banco malo europeo para solucionar el problema de los créditos problemáticos, en especial el de los préstamos dudosos, que hizo el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Andrea Enria, aunque no está de acuerdo con todos los elementos.
"Estoy contenta de que Enria haya puesto el tema sobre la mesa, porque cuando se tiene tal cantidad de créditos problemáticos en la zona del euro, necesitamos todas las herramientas disponibles", ha declarado Nouy en la conferencia de prensa anual de supervisión del BCE en la que, no obstante, ha asegurado que esta alternativa "no va a ser la panacea" ni "va a solucionar todos los problemas".
Aún así, la presidenta del consejo de supervisión del BCE ha calificado de interesante que haya una iniciativa que "reducirá el estigma de los bancos de los países que lo usen y mejorará el poder negociador de los bancos que venden exposiciones de créditos problemáticos".
Hacia una rápida resolución de los préstamos dudosos
"Con el volumen de créditos problemáticos que tenemos, es un mercado que favorece al comprador, no al vendedor, pero, si tenemos un vendedor central, mejorará la situación", ha considerado Nouy, quien ha instado a los legisladores de algunos países a modificar las leyes para que sea posible una rápida resolución de los préstamos dudosos, cuya ratio en la zona del euro se redujo en el tercer trimestre de 2016 al 6,5%, desde el 7,3% un año antes.
Estos préstamos, ha asegurado, son un "grave problema" en algunos países, porque "lastran la rentabilidad de los bancos y limitan su capacidad para proporcionar financiación a la economía". No obstante, el volumen de prestamos dudosos en la zona del euro se redujo en 54.000 millones de euros entre el tercer trimestre de 2015 y el tercer trimestre de 2016 hasta situarse en 921.000 millones de euros.
Facilitar el marco normativo
De este modo, ha añadido la presidenta del consejo de supervisión del BCE, es necesario que los bancos dispongan de una estrategia clara de reducción de dichos préstamos, que incluya objetivos ambiciosos pero realistas y que establezca las estructuras operativas y de gobierno pertinentes.
Aunque el BCE ha publicado recientemente una guía que ofrece a los bancos un enfoque uniforme y eficaz para reducir el volumen de esos préstamos, Nouy ha instado a los legisladores de algunos países a actuar, porque su marco normativo y judicial dificulta una rápida resolución de los préstamos dudosos.
"Los legisladores nacionales deben actuar también. Basándose en nuestro acervo de prácticas nacionales, pueden aumentar la eficiencia de los sistemas judiciales, establecer procedimientos extrajudiciales más ágiles, mejorar el acceso a los activos de garantía y armonizar los incentivos fiscales", ha asegurado la presidenta del consejo de supervisión sin nombrar países concretos.
Necesidad de consolidación del sistema financiero
Por otra parte, Nouy ha considerado que "en algunos países hay un exceso de capacidades" por la que existe una necesidad de consolidación que tendría sentido que fuera transfronteriza. "Hay que hacer algo", ha protestado la supervisora del BCE al señalar que "los bancos de la zona del euro necesitan gastar 65 céntimos para ganar un euro". "Esto es mucho", ha sentenciado.
"La capacidad del sector bancario para respaldar plenamente la recuperación de la zona del euro se ve mermada por la baja rentabilidad de las entidades de crédito, a la que contribuyen el exceso de capacidad, las ineficiencias y los activos heredados", ha dicho minutos antes el presidente del BCE, Mario Draghi, en el prólogo del informe anual de supervisión.
En este sentido, Nouy ha apuntado que existen estándares internacionales y ha asegurado que la institución está preparada para supervisar bancos demasiado grandes para caer.