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'Brexit'

¿Con qué sueña el Reino Unido después del 'Brexit'?

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Así se desarrollará el divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea

“Tenemos claro nuestro destino”, afirmó en octubre de 2016 David Davis, el ministro británico que se ocupará de ejecutar el ‘Brexit’. Lo hizo en la Conferencia de Birmingham frente a sus correligionarios tories. Habían pasado solo tres meses desde que, ante la sorpresa general, el referéndum del 23 de junio sellara la salida de Reino Unido de la Unión Europea con el 51,9% de los votos a favor.

Este miércoles, la primera ministra británica, Theresa May, ha pulsado el “botón rojo” que inicia esa separación, la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa.

En su discurso, Davis no sólo reivindicó la autonomía en el diseño de presupuestos, control de fronteras u ordenamiento jurídico, los caballos de batalla de los euroescépticos. También afirmó que la separación de la UE sería “una oportunidad única para Reino Unido de forjar un nuevo lugar para el país en el mundo”. Pero, ¿en qué clave entiende Londres esa posición global?.

Alentado por el prisma ultranacionalista del UKIP de Farage, el sí al ‘Brexit’ cuajó entre el voto obrero, castigado por los vaivenes de la deslocalización industrial del comercio globalizado; los conflictos en el sector del acero y automovilístico son un ejemplo.

Sin embargo, los argumentos económicos con los que Davis ha respaldado ese 'sí' revelan que Londres no culpa directamente al fenómeno globalizador, sino a la falta de libertad para rentabilizarlo a su favor bajo las ataduras europeas. "Los países en solitario, con capacidad para ser flexibles y saber focalizar, negocian acuerdos comerciales con mucha más rapidez que los grupos numerosos en bloque", afirmó Davis.

Al Reino Unido, el primer estado en salir de la Unión Europea, le espera un duro proceso de dos años, que estima el plazo legal, para cambiar las leyes comunitarias, renegociar los tratados con la UE y otros países, etc. Andrés Ortega, director del Observatorio de las Ideas del Real Instituto Elcano, analiza cuáles serán las primeras consecuencias.

El 'Brexit', ¿un abismo?

Contra los pronósticos más sombríos, los resultados económicos en estos ocho meses tras el sí al ‘Brexit’ no muestran un Reino Unido que se precipita a un abismo, al menos de momento, más bien lo contrario. El sector del automóvil ha renacido y el PIB ha crecido con pulso firme un 1,8% en 2016 y podría subir a un 2%, según la última previsión oficial (datos de AFP).

Si sumamos a este panorama la sensibilidad nacionalista, agudizada por el rechazo a la libre circulación de migrantes Schengen hacia suelo británico, y el resto de grados del euroescepticismo, la lectura de los argumentos de Davis presentan un Reino Unido que vuelve la vista hacia el imperio comercial que una vez fue.

"Podemos negociar una zona de libre comercio inmensamenta mayor que la UE. Solo los tratados con EE.UU. y China nos darán un área dos veces mayor que la Unión Europea, y por supuesto, estamos buscando acuerdos con Hong Kong, Canadá, Australia, India, Japón, la UAE, Indonesia y muchos más", ha prometido Davis.

El imperio contraataca

Londres quiere multiplicar su mapa de socios comerciales y, con libertad, ha puesto el punto de mira en presas a las que antes solo podía aspirar a través del control de la UE. Incluso la propia UE en si misma pasará a ser otro objetivo rentable más en ese esquema si los negociadores británicos logran el acceso al mercado único en el proceso de divorcio que tienen por delante.

"En la campaña del ‘Brexit’ estaba presente el lema de ‘Make Britain great again'”, recuerda a RTVE.es el politólogo Pol Morillas, investigador principal de CIDOB . Pero a diferencia de los Estados Unidos de Trump, que tienden al aislacionismo, Reino Unido persigue ser “un gran actor global”, explica, aunque “habrá que ver si son capaces de hacerlo solos. El mundo ha cambiado, y no sabemos si esto es posible".

"Paradójicamente, los votantes del ‘Brexit’ han votado contra la globalización, que es justamente lo que persigue Theresa May en su negociación", explica en el diario Financial Times, Shawn Donnan, responsable editorial de Comercio Internacional.

'Unidad' y 'división', dos maneras de negociar

En principio, Europa es el principal mercado importador de Reino Unido; "alrededor del 50% de sus exportaciones tienen como destino la UE, y Londres necesita un buen acuerdo comercial” para preservar este flujo, subraya Morillas. Y tiene que ser un buen acuerdo “a nivel de intercambios financieros y servicios”, para que su economía no se vea perjudicada, añade.

Pasado el shock del referéndum, Bruselas, como parte abandonada, ha cuantificado minuciosamente la reparación que va a reclamar. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha deslizado que a Reino Unido le va a costar salir del club de los, ya 27, unos 60.000 millones de euros.

En un artículo publicado el lunes en el Financial Times, Michel Barnier, el negociador comunitario del Brexit, opina que un escenario en el que no haya acuerdo entre Londres y Bruselas tendría "serias consecuencias para nuestros pueblos y nuestras economías. Sin duda dejará peor al Reino Unido".

Pol Morillas adelanta que esta negociación será "un equilibrio entre unidad y división". Apunta que "Bruselas quiere adoptar una posición clara de unidad", mientras "la primera ministra May intenta dividir a Europa en esta cuestión", señala. El politólogo resume: "La UE negocia con un interlocutor, pero Reino Unido negocia con la vista puesta en 27 objetivos individuales".

Seguridad y cooperación judicial

Dejando aparte la cuestión económica, en lo que sí parece existir sintonía es en materia de cooperación judicial y de seguridad. Un marco judicial coordinado, ágil y operativo permitirá, desde la legalidad, poner en práctica con rapidez estrategias policiales y antiterroristas. Algo que demanda el cambiante e imprevisible fenómeno del terrorismo yihadista que la Europa continental comparte con Reino Unido.

“El tema es tan importante que su estudio será estrictamente separado del resto de las negociaciones”, ha dicho a AFP el jefe de Europol, Rob Wainwright, y ha subrayado que “existe una voluntad en el seno de las policías europeas de no perder el conocimiento acumulado por Reino Unido en este período tran crucial.”

El negociador del Brexit por parte del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, señaló el domingo en un artículo publicado por el diario The Independent que el atentado de Londres del pasado miércoles pone de manifiesto la importancia de que Europa esté unida porque ningún país puede combatir el terrorismo solo.

Los británicos y los europeos que se quedan atrás

Actualmente, hay 3,15 millones de ciudadanos comunitarios residiendo en el Reino Unido frente a 900.000 expatriados británicos que viven en diferentes países del continente, según datos oficiales. La situación de ambos es incierta. La primera ministra británica, Theresa May, ha insistido en que resolver su situación legal es prioritario siempre y cuando el resto de países proteja asimismo la situación de sus nacionales en la UE.

Michel Barnier también ha destacado la importancia de proteger los derechos de los comunitarios que se encuentran ante un futuro "incierto". El negociador de la UE agregó que entre las "consecuencias" de una falta de acuerdo entre ambas partes figuran unas largas colas en el puerto inglés de Dover y problemas en el transporte aéreo, así como inconvenientes en las cadenas de suministro.

"Mientras que a los 27 miembros (de la UE) les resultará más fácil ajustarse (al cambio), puesto que seguirán beneficiándose del mercado único, la unión aduanera y más de sesenta acuerdos comerciales con socios internacionales, creemos que es de mejor interés que ambas partes alcancen un acuerdo sobre la retirada ordenada del Reino Unido de la UE", escribe Barnier.

Científicos españoles en Reino Unido

Cerca de 130.000 españoles viven en el Reino Unido. Unos 5.000 de ellos afrontan un futuro incierto, son los científicos y los que se dedican a la investigación. Para ellos, la opción de volver a España es muy difícil dada la situación actual de desamparo de su actividad en nuestro país.

Estrella Luna Díez es investigadora española en la universidad de Sheffield. Lleva a cabo un proyecto de investigación personal que estudia fortalecer el sistema inmunitario de algunos vegetales para evitar el uso de pesticidas. También es la vicepresidenta de la Sociedad de Científicos Españoles en el Reino Unido (CERU). "La opción de seguir en Reino Unido permanece, pero ese intercambio de personas no será fácil, harán falta visados, convenios, etc.", explica a RTVE.es.

"Un Brexit duro podría provocar que esto se desmonte, ya que quedaría interrumpido el acceso a los fondos procedentes de la UE y los consorcios, se romperían los convenios. Reino Unido colabora con 5.000 millones euros desde siete agencias de investigación y la UE aporta 8.000 millones. Se produciría un desfase de 3.000 millones que deberán distribuirse entre estas agencias" aclara la investigadora.

Procedimiento de negociación

En su reunión informal de diciembre de 2016, los 27 dirigentes, ya sin Reino Unido, acuerdan el siguiente  procedimiento para las próximas conversaciones sobre el Brexit:

  • El Reino Unido activa el artículo 50 al notificar al Consejo Europeo su intención de abandonar la UE.
  • Los 27 dirigentes de la UE adoptan unas directrices para las negociaciones, que constan de principios y posiciones generales. Actualizarán dichas directrices en el transcurso de las negociaciones, según sea necesario.
  • Previa recomendación de la Comisión, el Consejo de Asuntos Generales autoriza la apertura de las negociaciones.
  • El Consejo adopta las directrices de negociación en cuanto al contenido y a los pormenores de los mecanismos institucionales. Estos elementos podrán modificarse y complementarse a lo largo de las negociaciones.
  • El Consejo designará a la Comisión como la negociadora de la Unión, y esta negociará en nombre de los 27. La Comisión designó a Michel Barnier negociador principal. La Comisión dará cuenta a los dirigentes y al Consejo a lo largo de las negociaciones y también mantendrá «cabal y regularmente informado» al Parlamento Europeo.
  • El Consejo y sus órganos preparatorios velarán por que las negociaciones se lleven a cabo de acuerdo con las directrices impartidas por los 27 Estados miembros de la UE. El Consejo dará también orientaciones a la Comisión.