Brasil condena a Eduardo Cunha, impulsor de la destitución de Rousseff, a 15 años por corrupción
- Se le acusa de corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas
- El juez considera probado que recibió sobornos en un contrato de Petrobras
- Roussef fue destituida en el contexto de la investigación de la trama "Lava Jato"
- Claves: La trama de corrupción que scude los cimientos de Brasil
El expresidente de la Cámara de Diputados de Brasil, el principal promotor del juicio político que llevó a la destitución de Dilma Rousseff, ha sido condenado este jueves en primera instancia a 15 años y cuatro meses de prisión por corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas.
El juez Sergio Moro, que concentra las investigaciones del caso Petrobras en Curitiba, dictó la primera condena contra el expresidente de la Cámara baja de Brasil, quien se encuentra preso desde octubre del pasado año por su implicación en la trama corrupta.
El magistrado ha aceptado la denuncia presentada por la Fiscalía y encontró a Cunha culpable de los delitos de corrupción pasiva, al considerar probado que recibió sobornos en un contrato de Petrobras para la explotación de petróleo en Benin (África), en 2011.
Cunha también ha sido condenado por lavado de dinero y evasión fraudulenta de divisas. De acuerdo con la sentencia, recibió 1,5 millones de dólares de sobornos para facilitar la firma del contrato, pero recalcó que el perjuicio para los cofres de Petrobras fue notablemente mayor.
"La responsabilidad de un parlamentario federal es enorme y, por consiguiente, también su culpabilidad en la práctica de los crímenes", resalta el juez Moro. "No puede haber ofensa más grave de quien traiciona el mandato parlamentario y la sagrada confianza que el pueblo deposita en él para obtener beneficio propio", añade.
Tormenta política en Brasil
Cunha llegó a ser uno de los políticos más influyentes de Brasil. El exdiputado es afiliado del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el presidente del país, Michel Temer, quien está en el poder desde el pasado 31 de agosto, tras la destitución de Rousseff en un juicio político que fue impulsado por el propio Cunha.
En calidad de presidente de la Cámara de Diputados, Cunha aceptó a trámite la petición para iniciar el juicio legislativo contra Rousseff, reelegida en 2014 para un segundo mandato.
Decenas de políticos, ejecutivos de Petrobras y empresarios de las mayores compañías del país han sido arrestados y sentenciados en los últimos años como resultado de la investigación de la Lava Jato, un caso que ha movido los cimientos de la política brasileña.
Además, la Fiscalía ha solicitado al Supremo la investigación de un centenar de políticos con fuero privilegiado, entre ellos algunos ministros del presidente Temer, según documentos recogidos por la prensa local.