Fillon no se retira y acusa veladamente al Gobierno de Hollande de impulsar el 'Penelopegate'
- El candidato conservador dice que no imaginó "ser víctima de tal manipulación"
- Fillon incumple la promesa de retirarse de la campaña si era imputado
- El político ha reiterado que ni él ni su esposa serán condenados
- Especial: Elecciones en Francia 2017
El candidato de la derecha a las presidenciales francesas, François Fillon, ha dicho este lunes que sigue en campaña pese a su promesa de retirarse si era imputado en el caso de los empleos ficticios en su familia, conocido como 'Penelopegate', porque no había imaginado "ser víctima de tal manipulación", y ha reiterado que ni él ni su esposa serán condenados.
"No imaginaba una manipulación como la que he sido víctima" que "creo que viene del poder", ha señalado Fillon en una entrevista radiotelevisada por "RMC" y "BFMTV".
Preguntado sobre si acusa directamente al actual presidente, el socialista François Hollande, respondió que "no es posible que este asunto no haya sido seguido con la mayor atención por las más altas autoridades", pero al mismo tiempo reconoció que no tiene pruebas concretas y que "hay una gran duda sobre los que lanzaron esta operación".
En todo caso, Fillon ha considerado que si se demostraran sus sospechas sería "extremadamente grave" ya que quedaría "cuestionado el Estado de Derecho", y por eso ha pedido que la Fiscalía abra una investigación, e incluso ha avanzado que en caso de llegar a la presidencia del país pondría en marcha una comisión de investigación parlamentaria.
El compromiso de Fillon, en la cuerda floja
El líder de la derecha, que fue primer ministro durante la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012), está imputado por los empleos supuestamente ficticios que atribuyó a su mujer y a dos de sus hijos como asistentes parlamentarios con dinero público.
Antes e incluso unos días después de que estallara ese escándalo el 25 de enero, se había comprometido a renunciar a su candidatura si era inculpado, pero este lunes volvió a justificar no haber cumplido esa promesa porque se ha dado cuenta de que había ofrecido "al poder" la posibilidad de eliminarlo de la carrera por el Elíseo.
A la cuestión de si dimitiría en caso de ser elegido presidente y que durante su mandato su esposa, Penelope, fuera declarada culpable por los hechos por los que ella también ha sido acusada, respondió que "eso no ocurrirá porque mi mujer no será condenada". También reiteró la idea de que "si tuviera la menor duda sobre mi culpabilidad, no sería candidato a las elecciones presidenciales".
En cuanto a los regalos por 21.000 euros (sobre todo en forma de trajes) que recibió del empresario Robert Bourgi, conocido por sus relaciones con diversos regímenes africanos, Fillon dijo: "me equivoqué de haber aceptado esos regalos, pero los he devuelto".
Puntualizó que Bourgi es "un antiguo amigo" y, sobre todo que "nunca (le) ha pedido nada". Preguntado sobre si nombraría como su primer ministro en caso de ser elegido al exministro François Baroin, indicó que "es un político de alta calidad" y "una muy buena opción" para ese puesto.
"Es uno de los primeros ministros posibles", comentó antes de precisar que la decisión no está tomada porque después de las presidenciales vendrán las legislativas en junio.
El dique contra Le Pen
El líder de la derecha rechazó contemplar la posibilidad de ser eliminado en la primera vuelta de los comicios el próximo 23 de abril, y de pronunciarse directamente sobre si votaría al socioliberal Emmanuel Macron en caso de que -como preludian las encuestas- será quien se enfrente a la ultraderechista Marine Le Pen en la segunda vuelta el 7 de mayo.
Se limitó a recordar que "todo el mundo sabe que he luchado contra el Frente Nacional (de Le Pen) y que no voy a dejar de hacerlo a los 63 años".
Sobre su programa económico, justificó su propuesta de reducir en un 8% el gasto durante el próximo mandato porque con una deuda pública que equivale al 100 % del producto interior bruto (PIB) "estamos en la zona roja" y "vamos hacia una crisis financiera".
Ha insistido en que lo que quiere así es evitar "lo que ha ocurrido en España, en Portugal, en Grecia", en alusión a los países que han tenido que acogerse a rescates financieros.