La Policía detiene a ocho personas supuestamente implicadas en el atentado de San Petersburgo
- La Policía se incauta de varios artefactos explosivos similares a los del atentado
- Varios detenidos por su supuesta relación con Akbarzhon Jalílov
La policía rusa ha detenido a varias personas a las que acusa de implicación en el atentado del pasado lunes en el metro de San Petersburgo, y ha incautado artefactos explosivos y armas.
El Comité de Instrucción, del que depende la investigación, ha informado de la detención de ocho personas, seis en San Petersburgo y dos en Moscú, "implicadas en el atentado".
"En sus lugares de residencia se han requisado artefactos explosivos idénticos al colocado en la estación de metro Ploschad Vosstania, armas de fuego y munición", ha explicado la portavoz del comité, Svetlana Petrenko, según informa Efe.
Uno de los artefactos fue desactivado por la mañana en un edificio de nueve plantas, que tuvo que ser desalojado.
Petrenko ha informado también de la detención de un total de 11 personas como sospechosas de reclutar a combatientes para el grupo yihadista Estado Islámico y otras organizaciones terroristas.
Detenidos por supuesta relación con Jalílov
"Se ha identificado a varios ciudadanos de repúblicas centroasiáticas que tenían contactos con Jalílov", ha explicado Petrenko, en referencia a Akbarzhon Jalílov, ciudadano ruso de origen kirguís, presunto autor del atentado del metro.
"En el registro del apartamento en el que vivían fueron hallados objetos relevantes para la investigación", ha añadido.
Entre los detenidos se encuentran varios empleados de una cadena de restaurantes japoneses, donde trabajaba un grupo de personas procedentes de Kirguistán que supuestamente compartían una visión radical del islam, tres de las cuales viajaron incluso a Siria a combatir, según las mismas fuentes.
Jalílov, de 22 años, recibió en 2011 la ciudadanía rusa y residía desde entonces en la antigua capital zarista, donde trabajaba como mecánico. Según la información facilitada por los investigadores, fue él quien hizo estallar la bomba que llevaba adherida al cuerpo en un vagón del metro cuando circulaba entre dos estaciones, y quien colocó anteriormente un segundo artefacto que fue desactivado.