Consejos para costaleros: cómo prevenir lesiones en las procesiones de Semana Santa
- Algunas ideas para prevenir tensiones musculares, dolores de espalda y hombro
- Entre un 10 y un 15% suele sufrir lesiones físicas tras cargar con los pasos
- Como "atletas eventuales", no deben descuidar los ejercicios previos y posteriores
Durante las procesiones de Semana Santa los costaleros tienen que cargar un gran peso y, por ello, es importante que se adopten precauciones para evitar lesiones, ya que los costaleros pueden considerarse "atletas eventuales" y, como en los deportistas la preparación es clave.
Entre un 10 y un 15% de los costaleros suele sufrir lesiones, ya que "la espalda se ve muy aquejada, puesto que se hace una carga asimétrica del tronco, se lleva el peso sobre un lado, con lo que la musculatura está en máxima tensión para mantenerlo", explica el jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud Málaga, Rafael López Arévalo.
"En cuanto al hombro, la carga es excéntrica y directa sobre la clavícula y la articulación que forma esta con la escápula, lo que conlleva a un peso brutal sobre esta zona del hombro, produciendo edema e inflamación en la articulación y contractura defensiva del trapecio y de los músculos escapulares", ha añadido.
Por eso, el secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), José Santos, apunta las siguientes recomendaciones:
Beber líquidos de forma continuada, calentar antes de la procesión y realizar estiramientos al acabar.
Adoptar medidas protectoras como el uso de fajas o vendajes, sobre las partes del cuerpo más susceptibles de sufrir lesiones.
Una vez iniciada la marcha, mantener la cabeza erguida y la mirada al frente para evitar lesiones en el cuello, contraer la musculatura abdominal y lumbar, así como mantener una postura correcta, con el tronco erguido y la espalda recta.
Pisar con toda la planta del pie, no flexionar del todo las articulaciones del codo y la muñeca.
Una vez finalizada la procesión, al igual que cuando se realiza cualquier tipo de deporte, parar lentamente, seguir moviéndose para enfriar el cuerpo con lentitud, estirar, y tratar las posibles molestias lo antes posible para que no vayan a más.
Los demás participantes en las procesiones también deben tomar precauciones ya que acostumbran a hacer largas caminatas, aguantar de pie prolongados periodos de espera y, con frecuencia, con calzado inapropiado, y en este sentido, se deben tener en cuenta similares precauciones que los hombres de trono y los nazarenos, según el jefe del Servicio de Fisioterapia y Rehabilitación del Hospital Quirónsalud Marbella, Marcos González.
Para los espectadores de las procesiones, personas de edades variadas que permanecen mucho rato parados de pie, el Colegio de Fisioterapeutas aconseja que se protejan del frío o del sol directo, llevar algo de bebida para estar bien hidratado y tener preparado algo de fruta por si ocurre una bajada de azúcar.
Si no se tiene dónde sentarse, es bueno descansar la espalda apoyándola en una pared cercana y no estar mucho tiempo con los pies juntos, sino ir alternando un pie delante y otro detrás para repartir el peso del cuerpo y no sobrecargar las rodillas.