Desarrollan un nuevo aislante acústico y térmico para edificios a partir de lana de oveja
- Incrementa la capacidad de absorción de la humedad hasta un 33%
- Además, optimiza la resistencia a insectos y al fuego
- Otra de sus grandes ventajas es su bajo impacto ambiental
Investigadores valencianos e italianos han desarrollado un nuevo aislante ecológico acústico y térmico para edificios a partir de lana de oveja, un producto de grandes prestaciones que incrementa la capacidad de absorción de la humedad hasta un 33% y optimiza la resistencia a insectos y al fuego.
El producto es el resultado del proyecto europeo Wool4build, liderado por una empresa de curtidos y cofinanciado por la Comisión Europea. En su desarrollo también han participado investigadores del campus de Gandía de la Universitat Politècnica de València (UPV); el Instituto Tecnológico Textil AITEX; la empresa de construcción ACR y la italiana Envipark, según han informado a EFE fuentes de la UPV.
El principal objetivo de Wool4build ha sido el desarrollo de un producto sostenible para el aislamiento de edificios, basado en los residuos de pelo y lana que se produce en la industria peletera.
Según Jesús Alba, investigador del Campus de Gandía de la UPV que ha participado en el proyecto, la lana de oveja es un material natural "excelente", con "muy buenas características de aislamiento térmico, gestión de la humedad y absorción de ruido". "Sin embargo, debido a su origen natural, la homogeneidad de las fibras no se puede controlar", explica el científico, que añade que cada fibra del cabello o lana "puede proceder de diferentes ovejas, razas o zonas de piel y tener, por tanto, características diferentes".
Después de treinta meses de trabajo, el equipo del proyecto ha conseguido aumentar la capacidad de aislamiento acústico y térmico de los materiales generados a partir de residuos de lana.
Según Romina del Rey, investigadora del campus de Gandía de la UPV, los dos tipos de lana aislante desarrollados "presentan valores de absorción media, según el Código Técnico de Edificación, muy competentes con las lanas ya consolidadas en el mercado".
Hasta un 33% menos de humedad
El proyecto ha permitido incrementar la capacidad de absorción de la humedad hasta un 33%, aumentando la sensación de confort, así como optimizar características adicionales como la resistencia a insectos y fuego, resistencia mecánica, adaptabilidad y ligereza, buen manejo y reciclaje del material.
"Hemos desarrollado un producto con bajo impacto ambiental, que puede reemplazar materiales no reciclables u obtenidos con procesos poco eficientes desde el punto de vista energético, como son los materiales poliméricos, las lanas inorgánicas de cristal o mineral", ha señalado Hugo Segarra, técnico de calidad de I+D en Inpelsa y responsable del proyecto.
Segarra ha afirmado que se ha conseguido un producto que añade "valor a materiales que son un desecho en empresas de la industria peletera, de forma que se abre una nueva línea de negocio para las empresas del sector".
La verificación de la capacidad de aislante acústico del nuevo material se ha realizado en los laboratorios del Campus de Gandía de la UPV, que disponen de una cámara "anecoica y reverberante de primer nivel", según las fuentes.
Respeto con el medio ambiente
Según Romina del Rey, los resultados de la validación acústica muestran una alternativa respetuosa con el medio ambiente como parte de soluciones acústicas y térmicas en edificación. "Se han conseguido unos materiales que técnicamente cumplen con las necesidades de diferentes soluciones constructivas, sobre todo en soluciones para elementos de separación vertical, medianeras o tabiquerías", ha añadido.
Además, las cantidades de contaminantes como el CO2 emitidos a la atmósfera durante su fabricación, así como también la energía consumida en toda la cadena de fabricación-transporte, se reduce de una forma muy significativa frente a las lanas absorbentes convencionalmente utilizada como soluciones acústicas y térmicas.