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Fomento sacará a concurso las autopistas que rescate porque "ahora son viables"

  • El ministro de Fomento confirma que el Estado no se quedará con las vías
  • De la Serna sostiene que son viables "si no se considera su 'mochila'"

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El peaje de la R-3 a la altura de localidad madrileña de Arganda
La R-3 es una de las nueve autopistas quebradas cuya gestión ha sido asumida por el Estado y que se pretende sacar de nuevo a concurso.

El Ministerio de Fomento no se quedará con las autopistas en quiebra que tenga que rescatar, sino que las sacará de nuevo a concurso para volver a ceder su explotación a empresas privadas, dado que actualmente son viables.

"Son viables si no se considera su 'mochila'", ha asegurado el titular del Departamento, Iñigo de la Serna, en referencia a la deuda de unos 3.200 millones de euros que soportan.

"Tienen un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo y alguna de ellas presenta aumentos de tráfico mensuales de casi el 20%", ha indicado respecto a las nueve vías de pago en problemas.

Por ello, ha ratificado que la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa), dependiente de su Ministerio, se está ya preparando para cuando tenga que quedarse con alguna autopista y abordar su posterior "relicitación".

Al ceder de nuevo la concesión de estas vías, Fomento podría obtener así recursos para afrontar la responsabilidad patrimonial de la administración (RPA) que supondría su rescate previo, que, de esta forma, no impactaría en las arcas públicas.

La RPA es el importe que el Estado debe abonar a los actuales concesionarios de las autopistas por la inversión que realizaron en su construcción, una 'factura' "inferior a los 3.000 millones de euros", según el ministro, pero que el sector calcula en unos 5.000 millones.

Acuerdo frustrado con los acreedores de las vías

Durante su intervención en el 'Agora' de El Economista' De la Serna confirmado que ha concluido sin acuerdo la negociación que emprendió al llegar al Ministerio con los acreedores de las vías, en su mayor parte 'fondos buitre', sobre el plan de rescate planteado en 2014.

"Las diferencias eran importantes", ha aseverado sobre dicho plan, que pasaba por que el Estado asumiera las ocho autopistas tras aplicar una quita del 50% a su deuda y titulizar en un bono el resto del pasivo.

Por ello, y dada la actual mejora del tráfico y el giro que ha dado el proceso judicial de concurso de acreedores en que están inmersas desde finales de 2012, Fomento trabaja ahora con otro escenario, el de volver a licitarlas en caso de que tenga que quedarse alguna.

"Vamos a prepararnos a través de Seittsa para asumir las autopistas y relicitarlas, aunque aún supondrá un tiempo, y aún no sabemos si tendremos que asumir todas y cómo las sacaremos a concurso, si agrupadas o individualmente", ha agregado.

Las suspensiones de liquidación, una buena noticia

En este sentido, el ministro considera una "buena noticia" el hecho de que los tribunales estén suspendiendo o dejando en suspenso los procesos de liquidación a los que ya han llegado alguna de las ocho autopistas quebradas. "Nos da más margen para maniobrar y prepararnos para si hay que quedárselas", indicó.

La Audiencia Provincial de Madrid resolvió recientemente suspender la liquidación de la autopista de circunvalación de Alicante, que ha vuelto así a la fase del concurso en el que la concesionaria puede negociar la deuda con los acreedores para superar la insolvencia, y se espera que lo mismo ocurra con la de las radiales R-3 y R-5.

En caso de que la Audiencia se pronuncie de igual forma sobre estas dos vías, Fomento ya no tendría que asumirlas el próximo 1 de julio, tal como había dictado un Juzgado Mercantil.

Precisamente, el desplome de tráfico que registraron durante la crisis y los sobrecostes de expropiación que soportaron en su construcción constituyen las causas del riesgo de quiebra que afrontan estas tres autopistas, además de las otras dos radiales (R-4 y R-2), la Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda, la Cartagena-Vera y la M-12, la que une Madrid con el aeropuerto de Barajas.

FACUA rechaza la licitación 

La organización de consumidores FACUA ha tildado de "despropósito" esta intención de Fomento de "atender la responsabilidad patrimonial de la administración que se derive del rescate" y volver a sacar a licitación estas infraestructuras "una vez saneadas, para que empresas privadas siguieran explotándolas", según un comunicado.

La asociación ha recordado que sería la segunda vez que el Estado acude al rescate de las autopistas de peaje, pues en 1984 "se hizo una nacionalización similar para salvar prácticamente a los mismos concesionarios que ahora piden ayuda: bancos y constructoras".

"Una vez que se sanearon las cuentas y se actualizaron las infraestructuras, en 2003, cuando las autopistas volvían a dar beneficios, se ofrecieron en concesión", ha añadido.

FACUA considera "indignante" que, "una vez más", los ciudadanos "tengan que asumir las pérdidas de las empresas que no han sabido gestionar sus activos" y sostiene que el Gobierno "vuelve a priorizar la salvaguarda de los intereses de grandes empresas frente a las necesidades de la mayoría de los ciudadanos".