Así es Tropic, la isla canaria del tesoro
- Se trata de un volcán submarino cuya cima está a 1.000 metros de profundidad
- Alberga importantes reservas de telurio, cobalto y otros metales estratégicos
- Investigadores británicos estiman en 2.670 las toneladas del codiciado telurio
El monte submarino Tropic, que acaba de salir del anonimato por albergar importantes reservas de telurio, cobalto y otros metales estratégicos, es un volcán de 119 millones de años cuya cima se encuentra a 1.000 metros de profundidad, pero que en el pasado llegó a ser una isla.
Esta montaña submarina de 3.200 metros de altura es una de las más antiguas de cuantas componen la llamada "Provincia Volcánica de las Islas Canarias" en el océano Atlántico, como la denominan los geólogos en sus artículos científicos, aunque oficialmente está fuera de las 200 millas que delimitan actualmente las aguas españolas.
De hecho, Tropic se levanta sobre unos fondos marinos que distan más de 250 millas náuticas del punto más cercano del archipiélago, en las coordenadas 20.72 grados Oeste 23.89 grados norte. De acuerdo con las medidas que facilita Google Maps, dista exactamente 499 kilómetros (269 millas náuticas) del puerto de La Restinga, en El Hierro, el límite meridional de Canarias, y 677 kilómetros (360 millas) de la punta de Maspalomas (Gran Canaria), el segundo punto más al sur del archipiélago.
España lleva años estudiando Tropic y los fondos marinos que lo rodean, para documentar la demanda que presentó en 2014 ante la ONU para extender la plataforma continental de Canarias desde las 200 millas actuales hasta las 350, lo que añadiría a su jurisdicción casi 300.000 km2 de océano, superficie equivalente a toda Italia.
Su emplazamiento se sitúa también dentro de una hipotética prolongación de las aguas del Sahara Occidental desde los 200 a las 350 millas, por lo que deberá ser Naciones Unidas la que determine a quién corresponden esos fondos o si son aguas internacionales.
En una de las últimas campañas que se realizaron en la zona, Drago 0511, el Instituto Español de Oceanográfica, el Instituto Hidrográfico de la Armada y el Instituto Geológico y Minero de España tomaron exactamente las medidas de Tropic, que se publicaron en diciembre de 2015 en la revista científica Geomorphology.
Medidas de Tropic:
Profundidad máxima: 4.200 metros
Profundidad mínima: 1.000 metros
Máxima longitud: 41 km
Máxima anchura: 37 km
Perímetro: 120 km
Máxima pendiente: 62,50 º
Superficie: 944 km2
En el ámbito geográfico donde se encuentra, Tropic es la segunda montaña submarina más alta, después de Echo (que se levanta 3.400 metros, desde una profundidad de 3.700), y la segunda de mayor superficie, tras The Paps, que es un 44% más grande (1.363 km2). Su forma es la de un volcán casi circular, lo que denota mucho tiempo de actividad centrada siempre en un mismo punto, pero con laderas en las que parece haber signos de derrumbes antiguos de gran entidad, como los que se aprecian hoy en El Hierro.
El equipo del IEO, IGME y la Armada que lo ha estudiado en los últimos años (desde 2010 hasta 2013 España ha hecho cinco expediciones científicas a la zona) aporta en Geomorphology otro dato llamativo sobre este codiciado volcán: está coronado por una gran meseta plana con signos de haber estado emergida sobre la superficie del mar, hasta un momento no determinado del pasado en el que se hundió a 1.000 metros bajo las aguas del Atlántico.
Sin embargo, lo que le ha sacado del anonimato no ha sido ese pasado que recuerda a la Atlántida, sino el descubrimiento por parte del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido y el IGME de grandes concentraciones de telurio, un metal muy apreciado en la alta tecnología, en las costras de ferromanganeso que lo recubren.
El octubre del año pasado, el IGME, el IEO y la Universidad Complutense ya publicaron en "Ore Geology Reviews" un adelanto de su riqueza mineral y la de sus vecinas Eco, Drago y The Palps, aunque sin citar expresamente al telurio.
Composición
Esta es la composición, resumida, de una de las muestras de Tropic, la llamada DR16-13:
Metal - Kilos por Tm. costra - Kilos por Tm. en continente - Comparación Tropic/media
Cobalto: 7,169 0,017 x 414 veces
Vanadio: 3,614 0,097 x 37 veces
Bario: 5,841 0,628 x 9 veces
Níquel: 2,924 0,047 x 62 veces
Plomo: 2,106 0,017 x 123 veces
Fuente: ORE Geological Reviews (Marino, 2016) para muestras de Tropic y Geochimica et Cosmochimica Acta (Wedepohl, 1995) para la presencia media de los minerales en la corteza continental.
Los artículos publicados por los organismos españoles no mencionan expresamente cantidades de telurio, aunque sí hablan de presencia de REY, siglas inglesas de "tierras raras con itrio". Sin embargo, los datos proporcionados por el Centro Oceanográfico Nacional del Reino Unido a la BBC cifran en unas 2.670 toneladas las potenciales reservas de ese metal en el monte Tropic, con concentraciones 50.000 veces superiores a la media.
Telurio, cobalto, vanadio...
Los montes submarinos del suroeste de Canarias no solo albergan el que puede ser el mayor yacimiento de telurio del mundo, sino también altas concentraciones de otros metales catalogados como estratégicos por su valor para la alta tecnología, como el cobalto, el vanadio, el níquel o el itrio. El Centro Oceanográfico del Reino Unido (NOC) acaba de revelar que en la campaña de investigación que realizó este otoño en el Atlántico con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) encontró un yacimiento potencial de 2.670 toneladas de telurio en Tropic.
Las montañas submarinas de esa región del océano son conocidas tradicionalmente como las "abuelas de Canarias", porque se formaron por la misma dinámica volcánica que generó las islas, pero muchos millones de años antes (por ejemplo, Tropic es casi seis veces más antigua que Fuerteventura, que tiene 23 millones de años).
El hallazgo en esos montes de semejante depósito de un metal muy apreciado en la construcción de paneles de energía solar puede resultar "asombroso", como han asegurado los investigadores del NOC al darlo a conocer en la BBC, pero no parece ni mucho menos casual. Su socio español en esa campaña, el IGME, un organismo público adscrito al Ministerio de Economía e Industria, ya había participado hace seis años en Drago 0511, otra iniciativa de exploración de esos montes submarinos de la mano de los dos centros de investigación marina de referencia en España: el Instituto Español de Oceanografía y el Instituto Hidrográfico de la Armada.
La campaña Drago 0511 estaba dirigida, en buena parte, a documentar la demanda que España presentó poco después ante Naciones Unidas para que se le reconociera la soberanía sobre una franja del Atlántico de 296.000 km2 (superficie casi equivalente a toda Italia), situada entre las 200 y las 350 millas, con el argumento de que esos fondos forman parte de la plataforma de Canarias.
Sin embargo, también sirvió para recoger todo tipo de datos científicos, entre otros campos, sobre los minerales. De hecho, el resumen publicado por el IEO a su término menciona que se habían encontrado notables costras de ferromanganeso en cuatro de esos montes submarinos: Echo, The Paps, Drago y Tropic, el más alejado.
Costras de ferromanganeso
¿Por qué son interesantes esas costras de ferromanganeso? Por varias razones: por lo mucho que pueden contar sobre un pasado geológico que se remonta más de 70 millones de años atrás (las de Tropic parecen ser las más antiguas que se conocen en la Tierra), pero también porque desde hace tiempo se sabe que las costras submarinas de ferromanganeso suelen ser ricas en metales raros.
Lo explica con detalle el propio IGME en el artículo que publicó el pasado 13 de octubre en la revista científica Ore Geology Reviews, en el que da cuenta de sus hallazgos en la campaña Drago 0511 bajo este sugerente título: "Elementos raros y estratégicos en las costras de ferromanganeso ricas en cobalto del Cretácico-Cenozoico de los montes sumergidos de la provincia submarina de Canarias" (Marino, González, Somoza y otros).
Ese artículo, al que ha tenido acceso Efe, explica que esas montañas submarinas están recubiertas de costras de ferromanganeso de hasta 25 centímetros de espesor, con importantes concentraciones de cobalto (0,5 %), níquel (0,3 %), vanadio (0,24 %) y tierras raras con itrio (0,35 %), así como trazas apreciables de platino y otros metales de su mismo grupo, como rodio, rutenio o paladio.
Es decir, que cada tonelada de costra no solo contiene un promedio de 234 kilos de hierro y 169 de manganeso, sino también 5 kilos de cobalto, 3 de vanadio, 3,5 de tierras raras y 182 gramos de platino. ¿Es mucho o poco? La comparación con la presencia media de esos elementos en la corteza continental revela que en esas montañas submarinas hay 365 veces más platino, 290 veces más cobalto, 24 veces más vanadio, 59 veces más níquel o 10 veces más tierras raras.
Este tipo de composición, subrayan los autores del artículo, "convierte a las costras de ferromanganeso en una fuente potencial de metales utilizados en industrias emergentes de alta tecnología, con aplicaciones también en energías renovables". Recuerdan, en ese sentido, que la UE ha declarado "estratégicos" varios de esos elementos: cobalto, vanadio, níquel, tierras raras... y también el telurio.