Lo más letal de un asteroide que cayera en la Tierra no sería el impacto
- En teoría, vientos y ondas de choque se cobrarían más del 60% de las víctimas
- Las ondas pueden reventar los órganos internos y los vientos aplastarlo todo
- Sin embargo, la caída de un asteroide es un fenómeno extremadamente raro
¿Piensa que si un meteorito o asteroide cayera en nuestro planeta tendría más probabilidades de sobrevivir si no cae cerca de donde usted vive? En realidad, el impacto de un objeto de este tipo en nuestro planeta dispondría de un amplio arsenal con el que causar estragos de muy variada magnitud. Y lo más letal si un asteroide chocara en la Tierra no sería el impacto en sí o un hipotético y gigantesco tsunami, ni tan siquiera el elevadísimo calor, sino los vientos huracanados y las ondas expansivas provocadas por el impacto, que serían responsables del 60% de muertos en caso de impacto catastrófico.
Un nuevo estudio ha explorado siete efectos asociados con los impactos de asteroides: calor, ondas expansivas de choque, escombros voladores, tsunamis, ráfagas de viento, sacudidas sísmicas y cráteres, y ha estimado su letalidad para diferentes tamaños. Los investigadores clasificaron entonces los efectos de los más a los menos mortales, o cuántas vidas se perderían como resultado de cada efecto.
Ondas de choque que revientan el cuerpo por dentro
En general, los vientos violentos y las ondas de choque fueron las secuelas que más víctimas causarían, según el estudio. En escenarios experimentales, estos dos efectos representaron más del 60% de las vidas perdidas.
Las ondas de choque surgen de un pico en la presión atmosférica y pueden romper los órganos internos, mientras que las explosiones de viento llevan suficiente energía para lanzar cuerpos humanos y aplanar los bosques.
"Este es el primer estudio que analiza los siete efectos de impacto generados por asteroides peligrosos y estimaciones que son, en términos de pérdidas humanas, más graves", ha comentado Clemens Rumpf, autor principal del nuevo estudio publicado en Geophysical Research Letters, una revista de la American Geophysical Union.
Rumpf comenta que sus hallazgos, que planea presentar en la Conferencia de la Academia Internacional de Astronáutica de 2017 en Tokio (Japón), podrían ayudar a los grupos de mitigación de riesgos a prepararse mejor para las amenazas de asteroides porque detallan los efectos de impacto más dominantes, donde los recursos deben ser asignados.
Un fenómeno poco probable, pero de consecuencias "inimaginables"
Aunque estudios como el suyo son necesarios para reducir el daño, los impactos mortales de asteroides son todavía raros, dijo Rumpf. La Tierra es golpeada por un asteroide de 60 metros de ancho aproximadamente una vez cada 1.500 años, mientras que un asteroide de 400 metros de diámetro probablemente golpeará al planeta cada 100.000 años, según Rumpf, asistente de investigación de la Universidad de Southampton (Reino Unido).
"La probabilidad de un impacto de asteroides es muy baja", ha declarado Rumpf, que por otro lado no duda sobre las "inimaginables" consecuencias que tendrían lugar en caso de que así sucediera.
Rumpf y sus compañeros usaron modelos para pintar el globo terráqueo con 50.000 asteroides artificiales -que van de 15 a 400 metros de diámetro, los que más frecuentemente golpean la Tierra-. Los investigadores calcularon entonces cuántas vidas se perderían para cada uno de los siete efectos.
Peor un impacto en tierra firme que en el océano
Los impactos terrestres fueron, en promedio, un orden de magnitud más peligroso que los asteroides que impactaban en los océanos.
Los grandes asteroides impactantes en el océano podrían generar suficiente energía para desencadenar un tsunami, pero la energía de la ola probablemente se disiparía a medida que se mueva y eventualmente se rompía cuando se encontraba con una plataforma continental.
Incluso si un tsunami llegara a las comunidades costeras, menos gente moriría que si el mismo asteroide golpeara tierra, según ha indicado Rumpf. En general, los tsunamis representaron el 20% de las vidas perdidas, según el estudio.
El calor generado por un asteroide representó casi el 30% de las vidas que se cobraría, según el estudio. Las poblaciones afectadas podrían evitar el daño al esconderse en los sótanos y otras estructuras subterráneas, tal y como señala Rumpf.
La sacudida sísmica fue la menos preocupante, ya que representó sólo el 0,17% de las víctimas. Los cráteres y los desechos transportados por el aire eran igualmente menos preocupantes, ya que acaparaban menos del 1% de las muertes.
Letales a partir de 18 metros de diámetro
Sólo los asteroides que abarcaban por lo menos 18 metros de diámetro eran letales. Muchos asteroides en el extremo inferior de este espectro se desintegran en la atmósfera terrestre antes de llegar a la superficie del planeta, pero atacan más frecuentemente que los asteroides más grandes y generan suficiente calor y energía explosiva para causar daño.
Por ejemplo, el meteorito involucrado en el impacto de 2013 en Chelyabinsk (Rusia), fue de 17 a 20 metros de diámetro y causó más de 1.000 lesiones, infligiendo quemaduras y ceguera temporal a las personas cercanas.