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Elecciones en Francia

El viraje de Francia a la ultraderecha

  • TVE entrevista al alcalde de la mayor ciudad francesa en manos de la ultraderecha
  • La extrema derecha canaliza el descontento social en los feudos de la izquierda
  • El Frente Nacional utiliza la inmigración, la crisis y la globalización para ganar votos
  • El temporal francés, En Portada, el lunes 24 de abril a las 23.30 en La 2 de TVE

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El viraje a la derecha: Francia ve tambalear los valores de la República

El viraje de Francia hacia la ultraderecha ha llegado hasta el sur del país, tradicional feudo de la izquierda.

"No podemos aceptar que las fronteras no existan. Las fronteras nos protegen. Es una locura. Yo no estoy de acuerdo con todo lo que dice Trump, pero su elección en el país del culto al librecambio significa que se lo cuestionan. El voto sobre el Brexit es lo mismo: es el rechazo a eso. Quizás vivamos lo mismo en Francia", explica al programa de TVE En Portada, Robert Ménard, el alcalde de Béziers, la mayor ciudad de Francia en manos de la extrema derecha.

Ménard no pertenece al Frente Nacional, pero llegó al poder con su apoyo. Béziers es también la ciudad más pobre de la región de Occitania, en el sur del país. La tasa de paro duplica la media nacional.

Ménard: Soy un alcalde reaccionario, populista

"Tengo unas ideas muy a la derecha. Soy un alcalde reaccionario, populista, lo digo, no me molesta; pero me consagro completamente a mi ciudad. Quizás es lo que la gente quiere", añade.

La inmigración como chivo expiatorio

Ménard ha protagonizado varias polémicas al arremeter contra migrantes y refugiados. "No, esta ciudad ya no puede acoger a más migrantes. Hay demasiada inmigración en mi ciudad, demasiada. Hay quien dice que hay que acoger. ¡Acójalos en su casa, señora! Vamos a instalar un campo de refugiados en su jardín", afirma.

La migración que Ménard considera masiva alcanza el 12,9%, tres puntos más que la media nacional. En la cercana Montpellier, la población inmigrante roza el 16%, pero no se la ve como un problema.

"El alcalde utiliza a los refugiados para justificar su discurso y para acentuarlo. (...) Lo que le interesa es que las ideas evolucionen, que las ideas racistas cobren impulso, y nosotros le servimos de chivo expiatorio", explica Jean Philippe Turpin, del Centro de Acogida La Cimade.

En Portada recorre el Sur de Francia, desde los Pirineos hasta el Languedoc-RosellEn Portada recorre el Sur de Francia, desde los Pirineos hasta el Languedoc-Rosellón, una de las zonas con mayor nivel de desigualdad, pobreza y paro del país. Entrevistamos al alcalde de Béziers, la mayor ciudad francesa en manos de la extrema derecha. Robert Ménard se reconoce a sí mismo como ¿reaccionario y populista¿. Se emite en La 2 el lunes 24 de abril, a las 23.30, tras la primera vuelta de las presidenciales

El desconcierto de la globalización

Del otro lado, Toulouse, la cuna del sector aeronáutico, es el polo económico de la región. Su motor, el gigante europeo Airbus, está en pleno crecimiento. Sin embargo, la francesa Latécoère, que le suministra componentes, plantea por primera vez en su historia un plan de reducción de empleo.

La globalización para nosotros significa deslocalización

"El crecimiento, la creación de fábricas y de empleo no se han hecho prioritariamente en Francia, sino en el extranjero, en países, según la jerga de la patronal, "low-cost", países pobres. La globalización para nosotros significa deslocalización", afirma Florent Coste, delegado sindical de CGT en Latécoère.

El excandidato presidencial François Bayrou, hombre de centro, reconoce que "la globalización ha creado un gran desconcierto". "La gente tiene la impresión de que le han quitado las referencias y se siente impotente", señala.

Bayrou es alcalde de Pau, una de las 150 ciudades francesas que la izquierda perdió en las últimas elecciones. Logró mantenerse en la vecina Billère: su alcalde es socialista, pero es una de las voces más críticas con el presidente Hollande.

"La política económica de François Hollande es un fracaso. Francia nunca ha sido tan rica; pero no ha habido una política de redistribución que permitiera un descenso del paro o el aumento de los salarios. Por eso la gente se abstiene", explica a TVE Jean-Yves Lalanne, alcalde de Billère.

En Portada recorre el Sur de Francia, desde los Pirineos hasta el Languedoc-Rosellón, una de las zonas con mayor nivel de desigualdad, pobreza y paro del país. Entrevistamos al alcalde de Béziers, la mayor ciudad francesa en manos de la extrema derecha. Robert Ménard se reconoce a sí mismo como ¿reaccionario y populista¿. Se emite en La 2 el lunes 24 de abril, a las 23.30, tras la primera vuelta de las presidenciales

Descontento con la izquierda

En la ciudad de Sète, por ejemplo, los pescadores hacen frente a la crisis con jornadas cada vez más largas y se sienten abandonados por la clase política. "Creo que nuestros políticos están desconectados de la vida. Se lo digo sinceramente. Viendo cómo sufrimos en todos los sectores, siguen diciendo que todo va bien, que mejora. Se burlan totalmente de nosotros", asegura el pescador Robert Rumeau.

Creo que nuestros políticos están desconectados de la vida

"La crisis ha afectado mucho a la gente. La izquierda no ha cumplido. La ultraderecha ha aprovechado ese descontento, esa "colère", la ira de la gente para desviarla con el esquema de 'todos podridos, todos corruptos' y no hay otra política posible", indica a TVE Jean Ortiz, profesor de la Universidad de Pau.

En una sociedad golpeada por la crisis y la globalización, la extrema derecha canaliza el descontento social y se erige en voto de protesta.

"Nos ocupamos de la gente de aquí antes de preocuparnos de gente que está a 10.000 kilómetros. Todo eso trae el éxito no sólo de Marine Le Pen, sino de esa derecha de la derecha", asegura el alcalde de Béziers.

Los principales candidatos a la presidencia de Francia exhiben sus diferencias en sus programas electorales

Los pilares de la República se tambalean

José Biosca, director de Información de La Dépêche, cree que apelando al miedo y al fenómeno de la inmigración, el Frente Nacional ha construido su estrategia.

Un tercio de los franceses dice estar de acuerdo con las ideas del Frente Nacional, según uno de los últimos barómetro de Le Monde. Pero un 58% lo ve peligroso para la democracia.

El país de la revolución que iluminó a Europa ve tambalearse los pilares de la República: unos valores que se diluyen en medio del temporal que sacude a Occidente.