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La vida de Camus y adaptaciones de clásicos, novedades del cómic en Sant Jordi

  • Se publican adaptaciones de textos de Pierre Lemaitre, Leon Tolstoi o Hans Fallada
  • Cómics elogiados por la crítica y premiados en festivales

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Fragmento de la portada de 'Camus, entre justicia y madre'
Fragmento de la portada de 'Camus, entre justicia y madre'

Tras el gran escaparate del Salón de Barcelona, Sant Jordi es otra cita en rojo del calendario para el sector del cómic, que suele ofrecer en esta fecha varias decenas de novedades, entre ellas, una biografía de Albert Camus o adaptaciones de textos de Pierre Lemaitre, Leon Tolstoi o Hans Fallada.

El guionista José Lenzini y el dibujante Laurent Gnoni están detrás de "Camus, entre justicia y madre" (Norma), una obra gráfica que recorre la vida de este escritor francés, de ancestros españoles, con especial énfasis en los recuerdos de infancia y juventud de su Argelia natal, territorio entonces bajo gobierno francés, cuya historia y gentes marcarían la trayectoria del Premio Nobel de 1957, muerto tres años después en un accidente de coche.

El trabajo de Gnoni y Lenzini -experto en la obra de Camus- muestra el exilio interior que padeció el autor de "El extranjero", nacido en el seno de una familia muy humilde, y apartado por la izquierda europea y francesa -con Sartre entre sus mayores azotes- tras abandonar el comunismo y arremeter contra la llamada violencia revolucionaria del bloque soviético.

En tono metaliterario, el alemán Jakob Hinrichs convierte en viñetas -con una técnica cromática que bebe, reconoce él mismo, de las tiras de "Roberto Alcázar y Pedrín"- la vida del escritor Hans Fallada en "El bebedor" (Maeva), donde engarza los propios problemas con el alcohol del novelista alemán, que le llevaron a la cárcel tras disparar a su mujer, con las historias que escribió en la celda como vía de expiación.

Una historia que tiene ciertas similitudes con la que el historietista mexicano Bef aborda en "Uncle Bill" (Bang).Bef cuenta las etapas más siniestras de uno de los grandes escritores del siglo XX, el adicto libertario William Burroughs, padre de la contracultura de EEUU (y paradójicamente amante de las armas), que tras huir de la justicia de su país, recaló en México en los años cincuenta en busca de nuevas experiencias con las drogas, y que en uno de sus "viajes" acabó matando a su esposa de un disparo al intentar imitar a Guillermo Tell.

Premio Especial del Jurado en el último Salón de Angouleme (la cita más importante del sector en Europa) "¿Cuánta tierra necesita un hombre" (Norma) de Martin Veyron es una fábula filosófica, en tonos ocre, basada en textos de Leon Tolstoi, que se sirve de la ambición de un pequeño campesino de Siberia como vara de medir la voraz avaricia del hombre.

Más literatura adaptada con tino, en este caso "Nos vemos allá arriba" (Norma),  el premio Goncourt 2013 de Pierre Lemaitre, que aquí actúa de guionista, acompañado por los delicadísimos y sugerentes dibujos de Christian de Metterm en esta historia de un par de soldados franceses heridos en el alma y en el cuerpo en las trincheras de la Primera Guerra Mundial.

En el ámbito de los libros de viajes, la norteamericana Sarah Glidden quiere repetir con "Oscuridades programadas" (Salamandra), el éxito obtenido en "Una judía americana en Israel", ahora con una crónica sobre el periplo que la autora hizo por Turquía, Siria e Irak junto a dos reporteros, una reflexión sobre el periodismo, los puntos de vista contradictoria de la historia, y el concepto de verdad.

No es su género más habitual, pero el cómic se ha atrevido en ocasiones con el ensayo, y si parece a priori complicado,  Edward Ross sale airoso en "Filmish", un viaje gráfico para explicar cómo funciona el séptimo arte, su tramoya, el tiempo, el montaje, utilizando como andamio filmes míticos como "Tiempos modernos", "Solo ante el peligro", "2001" o "El exorcista".

Sorprendentes, por los géneros y los autores que los inspiran, son también otros títulos: la versión de la editorial Drassana del clásico "Tirant lo Blanch", de Joanot Martorell, con ilustraciones de la ubicua Paula Bonet, o "Cosas aparentemente intrascendentes" (Nórdica), recopilación de cuentos de Pere Calders, con dibujos del argentino Agustín Camotto.

El humor no falta en esta lista de propuestas, en formatos de todo tipo: la autorreflexión de los autores de la revista "Orgullo y Satisfacción" sobre "¿Qué es el humor?"; la ironía de las conversaciones de parejas en "Tenemos que hablar" (Lumen) del argentino Tute; el surrealismo doméstico que Montt dota a "Laura y Dino" (Reservoir Books), una niña pequeña y su padre (un dinosaurio) o la procacidad de Ramón Boldú en "Los sexcéntricos" (Astiberri).

Y un poco de nostalgia, "Siete vidas" (Astiberri) el clásico recuperado en una compilación del veterano Josep Maria Beà, las historias protagonizadas por Gatony, un minino muy humano (y de toques claramente autobiográficos) que aparecieron originalmente en la revista Rambla a principios de los años ochenta, cuando el cómic para adultos comenzaba a ocupar su lugar en España.