Arte y cine, 120 años de idilio
- CaixaForum Madrid inaugura la muestra Arte y cine.120 años de intercambios
- Organizada con la Cinemateca Francesa reúne 400 obras artísticas y cinematográficas
"El cine y el arte se han necesitado mutuamente durante 120 años", asegura Dominque Païni, comisario de la nueva exposición de CaixaForum Madrid, Arte y cine.120 años de intercambios, que da muestra de este idilio de más de un siglo a través de pinturas, películas, videoinstalaciones, dibujos, fotografías, grabados y carteles.
"Cuando el cine se inventa, propone imágenes nuevas, pero los cineastas recurren a las artes que ya estaban ahí. Y los artistas necesitan también del cine para renovar la manera de pintar, esculpir o construir edificios. El arte constructivista, los suprematistas rusos, el cubismo... han necesitado del cine. Y hoy sigue ocurriendo lo mismo. La relación entre el cine y el resto de las artes sigue hoy viva y muy activa", explica en una entrevista con RTVE.es Païni, que entre 1991 y 200 fue director de la Cinemateca Francesa, institución junto a la que
Obra Social La Caixa organiza esta amplia exposición que ya pudo verse en Barcelona hasta hace un mes.
Como ilustración de las palabras del comisario, en el arranque de la muestra se confrontan las imágenes de algunas de las primeras películas de los hermanos Lumiére, Llegada de un tren a La Ciotat (1895), y los fotogramas de la Plaza Bellecour (1896), con el lienzo de Louis Carrand El cours du midi en Lyon (1860); y las olas rompiendo en los fotogramas de las Rocas de la Virgen (Biarritz), 1896, con el cuadro de Claude Monet Las rocas de Belle-Île, la Costa Salvaje (1886): las imágenes cinematográficas de los Lumiére coinciden con los motivos más recurrentes de los impresionistas.
Damos un salto de casi 100 años: En 1980 David Lynch necesita de los grabados del siglo XIX para retratar el Londres victoriano de El hombre elefante. En 1979, el artista francés Alain Fleischer, pionero de las instalaciones cinematográficas que ocupan lugares en los museos, juega con la proyección de imágenes en soportes impensables, como el ventilador en el que se proyecta un rostro de mujer con el simbólico nombre de Lo que el viento se llevó. O, en 1965, Jean-Luc Godard, figura clave de la Nouvelle Vague, traslada la experimentación con el color de Yves Klein de obras como Sin título (Monocromo azul), 1956 (préstamo del Museo Reina Sofía) al final de Pierrot, el loco (1965), con Jean-Paul Belmondo pintándose la cara de azul antes de hacerse volar por los aires; pintura que también Robert Bresson llevará al cartel de Cuatro noches de un soñador (1971).
Estas son solo algunas de las muerosas confrontaciones de las constantes referencias de cine y arte y arte y cine con las que juega la exposición de CaixaForum a través de sus nueve secciones que repasan cronológicamente esos 120 años de andadura conjunta. Un total de 394 piezas artísticas (56 películas o fragmentos, 10 videproyecciones, 203 pinturas, dibujos, grabados y fotografías y 52 carteles) en las que no pueden faltar nombres como los de Serguéi M. Eisenstein, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Alfred Hitchcock, Pablo Picasso, Jean Cocteau, Charles Chaplin, Roy Lichtenstein o Andy Warhol.
"El cine ha dado libertad a las otras artes y ha permitido seguir haciendo reflexionar al espectador. Quizás el cine es el último arte que engendra todo lo que vemos ahora. Hoy, internet y todas las artes digitales no hacen nada nuevo en relación con el cine, sino que retoman ese encadenamiento y movimiento de las imágenes. De hecho, creo que vivimos todavía bajo los efectos del shock de la invención del cine. Son 120 años nada más", reflexiona a modo de conclusión el comisario de la exposición, una muestra que, en palabras del director de la Cinemateca Francesa, Frédéric Bonnaud, recurriendo a la metáfora de Godard, "es un reflejo de ese partido de tenis entre las artes y el cine en el que terminanos preguntándonos 'quién sirve y quién responde' y que es, afortunadamente, interminable".